El litigio por la propiedad de la casa, posible móvil del crimen machista de l’Escala
La pareja hacía dos años que estaba en proceso de separación y mantenían muy mala relación
El litigio por la propiedad de la vivienda familiar se apunta como el principal móvil del asesinato machista y posterior suicidio que ha tenido lugar este miércoles en l’Escala (Alt Empordà). Francesc L.P., de 72 años y de nacionalidad española, ha matado a su mujer Annick Chenut, de 65 y origen belga a cuchilladas y posteriormente se ha colgado de un árbol. Antes de quitarse la vida, sobre las tres y cuarto de la madrugada, habría mandado un correo electrónico a su hija, que vive en Barcelona, pidiéndole que no se cul...
El litigio por la propiedad de la vivienda familiar se apunta como el principal móvil del asesinato machista y posterior suicidio que ha tenido lugar este miércoles en l’Escala (Alt Empordà). Francesc L.P., de 72 años y de nacionalidad española, ha matado a su mujer Annick Chenut, de 65 y origen belga a cuchilladas y posteriormente se ha colgado de un árbol. Antes de quitarse la vida, sobre las tres y cuarto de la madrugada, habría mandado un correo electrónico a su hija, que vive en Barcelona, pidiéndole que no se culpabilizase de lo sucedido e informándola de que había limpiado la casa y que sería pare ellos. Al no localizar a su padre, la hija ha alertado al teléfono de emergencias 112. Al llegar al lugar los Mossos han encontrado los cadáveres y gran cantidad de notas repartidas por la vivienda en las que explicaba el porqué de los hechos.
Francesc L.P y su mujer hacía varios años que estaban casados en segundas nupcias y cada uno tenía hijos de anteriores matrimonios. Vivían en un gran chalet en la cima de una montaña con vistas a la bahía de l’Escala, en el número 16 del pasaje de Vilabertan, una calle sin salida con media docena de casas en una zona boscosa. Ella regentaba la inmobiliaria Aires l’Escala y desde que hace cuarenta años se estableció en esta localidad había trabajado en este sector. Según fuentes cercanas al caso, de pequeña ya veraneaba en su actual casa pero años atrás su marido les compró la propiedad a sus suegros y ella quedó con una participación del 15%. En 2018 presentaron una demanda de separación, pero precisamente quién se quedaba esta propiedad era lo que había generado una muy mala relación entre la pareja. Tanto, que parece que ha sido el desencadenante del crimen y posterior suicidio.
Los investigadores sospechan que Francesc L. ha matado a su mujer de varias puñaladas en el costado y en el pectoral –no presentaba heridas de defensa– y posteriormente la ha envuelto en una cortina y la ha sacado a una zona de césped de la entrada principal. No obstante, no se sabe todavía el escenario del crimen, ya que toda la casa estaba muy limpia y sin signos de pelea. Tampoco han encontrado el arma del crimen, pero por si acaso se han llevado de la cocina varios cuchillos que podrían ser compatibles con las heridas.
Según una de las hipótesis, tras matar a su mujer, Francesc L. ha cogido gran parte de sus pertenencias, ropa, zapatos, bisutería y otros objetos de valor y los ha puesto dentro del turismo de ella, que estaba aparcado en la plaza mirador del Pedró y le ha prendido fuego. Los investigadores han hallado restos de leña calcinados. Los Bomberos de la Generalitat han recibido el aviso del incendio sobre las 3.32 de la madrugada y han acudido al lugar apagar las llamas que han calcinado totalmente turismo de la víctima.
Posteriormente, sospechan que el presunto asesino se colgó de un pino en la parcela de enfrente de la casa, llena de árboles y maleza.
Varias dotaciones de policía judicial y científica se han desplazado hasta el domicilio para esclarecer las circunstancias de las muertes. Durante la inspección ocular han visto que la víctima, que iba en pijama, llevaba sujetador y que en la zona del esternón tenía escondida una grabadora. Los investigadores la han retirado para llevar a analizar el contenido, por si podía estar encendida y haber grabado los momentos antes de su muerte. Por el momento desconocen si la llevaba porque temía por su seguridad o por algún tema relacionado con la casa. Según fuentes del caso también han encontrado gran cantidad de papeles, dirigidos a la policía, en los el hombre implícitamente reconocía los hechos y explicaba que su mujer, a la que tacha de mafiosa, con la colaboración de su familia le hacía la vida imposible y querían quitarle la casa.
La hija de Francesc L., sobre quien no constaba ninguna denuncia por malos tratos, y al menos uno de los hijos de la víctima se han trasladado a la comisaría de los Mossos donde les han tomado declaración y han recibido asistencia psicológica. Los cuerpos de las dos víctimas han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal de Girona para practicarles la autopsia.
Se ha hecho cargo del caso el Juzgado de Instrucción número 8 de Figueres que está previsto que se inhiba a favor del 7, especializado en violencia de género. Este es el segundo crimen del 2020 en las comarcas de Girona y el primero de violencia machista. Se trataría de la tercera víctima mortal en España durante el estado de alarma, y la decimonovena en lo que va de año.
Sin contar este caso, 1.051 mujeres han sido asesinadas desde el 1 de enero de 2003, cuando se empezaron a contabilizar oficialmente las víctimas de violencia machista. Los menores asesinados son 36 desde 2013, cuando entraron también en el registro oficial. El año 2019 se cerró con 55 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, la cifra más alta desde hace un lustro.
El 016 es el número de atención a las víctimas de violencia de género. No deja huella en la factura, pero hay que borrarlo del registro de llamadas. Los menores también pueden dirigirse al teléfono de la Fundación Anar (900 20 20 10). Además, las mujeres en riesgo pueden enviar un mensaje de alerta por la aplicación para móviles ALERTCOPS, que activa una geolocalización que recibirá la policía. También está disponible un sistema de chat de asistencia psicológica (en los teléfonos 682 91 61 36 y 682 50 85 07).