Los ‘casals’ de verano serán más caros y en grupos reducidos

El Departamento de Salud ha preparado un documento marco con recomendaciones de seguridad que deberán cumplir las actividades de verano

Inicio de las colonias de verano en la Masia Can Grau de Olivella ( Garraf).Massimiliano Minocri

Las empresas que organizan los casals de verano para niños están a la expectativa de las directrices sanitarias para hacer pública la oferta de actividades y en las condiciones en las que se harán. De momento, Salud ha elaborado unas directrices, que se están negociando con el sector, que marcan que las actividades se harán en grupos reducidos, preferentemente en el exterior y manteniendo las distancias en el comedor y los dormitorios. Los campamentos penden de un hilo. Las empresas admiten que los precios s...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Las empresas que organizan los casals de verano para niños están a la expectativa de las directrices sanitarias para hacer pública la oferta de actividades y en las condiciones en las que se harán. De momento, Salud ha elaborado unas directrices, que se están negociando con el sector, que marcan que las actividades se harán en grupos reducidos, preferentemente en el exterior y manteniendo las distancias en el comedor y los dormitorios. Los campamentos penden de un hilo. Las empresas admiten que los precios subirán y piden ayudas a la Generalitat.

El pirata John es el protagonista de las actividades de verano que propone la empresa Activities. Se propone dar la vuelta al mundo para descubrir tesoros a través de juegos, gincanas y talleres. A ello se añaden excursiones y visitas a la piscina. Todo el calendario está planificado. Pero ni una palabra del coronavirus en la información enviada a las familias. La empresa, que trabaja con una cuarentena de escuelas, admite que está pendiente de las directrices de las autoridades y no descarta tener que cambiar alguna de las actividades.

Más información

Esta es una de las pocas empresas que ya han comunicado su propuesta de casals para este verano. La mayoría prefieren esperar. El sector admite que viven con la incerteza de ver cómo y en qué condiciones se podrán hacer casals y colonias. Para diseñarlas están trabajando con la Generalitat y las autoridades sanitarias. “Tiene que ser un modelo de actividades que cumplan la normativa, que sean seguras y que den confianza a las familias. No sabemos cuándo empezarán las actividades ni cómo”, admite Jordi Roman, presidente de la comisión de ocio educativo de La Confederación, una de las patronales del sector, que agrupa las principales entidades de ocio educativo como Fundesplai o la fundación Pere Tarrés.

Lo que el sector sí tiene claro es que casals y colonias se harán. “Después del confinamiento son más necesarios que nunca. Los niños vienen de una situación extraordinaria, sin escuela ni actividades, y necesitan este ocio para socializarse y completar su desarrollo”, apunta Roman. “Hay que promover espacios para que los niños expresen sus sentimientos e inquietudes. Las actividades de ocio son el mejor espacio para combatir los efectos nocivos del confinamiento”, añade Pep Montes, gerente de Acellec, otra de las patronales del sector.

Mientras, el Departamento de Salud ha preparado un documento marco con recomendaciones de seguridad que deberán cumplir las actividades de verano y que está trabajando con las patronales. El plan de Salud solo contempla como viables este verano los casals y las colonias, pero no los campamentos. “Las estadas que requieren alojamiento en tiendas de campaña (con una ocupación de cuatro a seis niños o jóvenes por tienda) no reúnen las condiciones mínimas para poder garantizar las medidas de higiene y de distanciamiento físico requeridas en el momento actual”. En cambio, las actividades en las piscinas se mantendrán porque, según Salud, “no hay evidencias que el nuevo coronavirus se pueda transmitir a las personas a través del agua de las piscinas”, ya que parece ser que productos desinfectantes como el cloro o el bromo desactivan el virus.

Una de las recomendaciones del plan que más impacto tendrá es la reducción de grupos: se asegura que los juegos y las actividades deportivas se harán en grupos de máximo ocho niños. Además, se recomienda que las actividades se realicen, prioritariamente, en el exterior, en zonas verdes o lugares poco afectados por la pandemia. Se proponen juegos tradicionales al aire libre (saltar a la cuerda, escondite), senderismo, juegos acuáticos, de raqueta, danza o atletismo, entre otros. Pero también, viendo la situación, actividades para enseñar a los más pequeños a mantener la distancia o los hábitos de higiene.

Sobre las medidas de seguridad, el plan insta a realizar tareas de desinfección constantes, no compartir alimentos; escalonar las entradas y salidas para evitar aglomeraciones; en el comedor, separar los niños y establecer turnos; y también mantener dos metros entre las camas en los dormitorios. Sobre el uso de mascarillas, quedarían limitadas a los desplazamientos en transporte público o autocar. También será requisito para participar, que los niños no tengan síntomas o que no hayan tenido contacto con un positivo durante dos semanas. De hecho, se tomará la temperatura de los niños a la entrada. Y se están estudiando si restringirlo a menores con afecciones graves previas.

Todo ello obligará a revisar el tipo de actividades que se ofrecían hasta ahora. Pero también incrementará los precios. “Hacer todo esto que nos piden será más caro y aumentarán los precios porque harán falta más monitores, más espacios, habrá que hacer más limpieza… Y los más complejo serán las colonias porque si hay que reducir aforo posiblemente no salga a cuenta”, admite Montes. Por eso, el sector pide a la Generalitat un fondo de 86 millones para reducir a la mitad los importes.

Mientras se acaban concretando las directrices, el Ayuntamiento de Barcelona ha abierto las inscripciones para las 380.000 plazas que ofrece en centros deportivos, colonias, guarderías, centros cívicos o ludotecas. También lo ha hecho el Club Natación de Barcelona, pero reduciendo a la mitad el aforo. Y el Zoo ha programado actividades para junio, julio y agosto. Otra de las incógnitas es la demanda que habrá: por un lado, podría aumentar si las familias tienen menos vacaciones, pero también muchas podrían desestimarlo para evitar contagios.

Con información de Toni Polo, Clara Blanchar y Alfonso L. Congostrina.


Archivado En