¿Una ‘nueva’ ciudad global?
No tenemos que elegir entre ‘economía o personas’ o entre ‘progreso y medio ambiente’. Lo queremos todo a la vez
Las ciudades son mucho más que un territorio, mucho más que una aglomeración de gente. En un mundo global donde (¡hasta hace poco!) la movilidad era ilimitada, las ciudades son, sobre todo, el espacio en el que cada individuo hace real su proyecto de vida. Un proyecto que incluye vivienda, familia, trabajo, amigos, cultura y tantas otras cosas e ilusiones que nos definen. Si Barcelona ha sido, es y será una ciudad global es porque ha ofrecido a mucha gente la oportunidad de desarrollar su proyecto vital en razonables condiciones de éxito.
Vivimos tiempos excepcionales que invitan a la r...
Las ciudades son mucho más que un territorio, mucho más que una aglomeración de gente. En un mundo global donde (¡hasta hace poco!) la movilidad era ilimitada, las ciudades son, sobre todo, el espacio en el que cada individuo hace real su proyecto de vida. Un proyecto que incluye vivienda, familia, trabajo, amigos, cultura y tantas otras cosas e ilusiones que nos definen. Si Barcelona ha sido, es y será una ciudad global es porque ha ofrecido a mucha gente la oportunidad de desarrollar su proyecto vital en razonables condiciones de éxito.
Vivimos tiempos excepcionales que invitan a la reflexión. Algunos anuncian un tiempo nuevo, como si la crisis sanitaria viniera acompañada de una dimensión moralizante. Claro que habrá que cambiar cosas, deberemos agradecer a los que nos han ayudado, evitar que en el futuro se pueda repetir algo igual, pero también aprovechar a fondo nuestras oportunidades y fortalezas para que Barcelona salga ganadora en los próximos años.
Debe salir ganadora en beneficio nuestro y de las generaciones futuras con una visión clara de que buscar el progreso y el bienestar debería ser nuestra principal preocupación. No tenemos que elegir entre “economía o personas” o entre “progreso y medio ambiente”. Lo queremos todo y a la vez, porque eso es lo razonable en una sociedad moderna, democrática, exigente, progresista y comprometida como era, es y seguirá siendo la nuestra.
Estamos ante retos enormes pero la mejor garantía de que los superaremos con éxito es haciendo bien, con más intensidad, lo que el mundo admira de nosotros y poniendo todo el acento, toda la energía (pública y privada) en querer aprovechar los activos que la ciudad tiene (cultura, ciencia, emprendimiento, turismo, comercio, urbanismo, salud...) y sobre ellos seguir avanzando. Que nadie nos engañe, nuestra mejor oportunidad no es una nueva Barcelona, sino más y mejor de lo que nos ha hecho ser lo que somos... que es mérito de todos.
Pau Guardans i Cambó es presidente de Barcelona Global.