La nueva estación Zona Franca no llega a los 3.600 pasajeros diarios previstos
Los pocos usuarios de la nueva parada de la L10 Sud se muestran satisfechos porque acortan el tiempo del trayecto al trabajo
Hora punta. Estación Zona Franca de la L10 Sud. Ocho de la mañana. 13 personas bajan del metro. Ninguna lo toma de vuelta. Hasta las nueve, apenas un centenar de personas se han apeado en la nueva parada del metro de Barcelona estrenada hace un mes, que pretendía dar servicio a unos 3.600 pasajeros diarios que trabajan en el polígono y que se ampliará en los próximos años. Sin embargo, la afluencia de viajeros en los tres primeros días de esta semana, es muy inferior a la esperada en un primer momento.
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Hora punta. Estación Zona Franca de la L10 Sud. Ocho de la mañana. 13 personas bajan del metro. Ninguna lo toma de vuelta. Hasta las nueve, apenas un centenar de personas se han apeado en la nueva parada del metro de Barcelona estrenada hace un mes, que pretendía dar servicio a unos 3.600 pasajeros diarios que trabajan en el polígono y que se ampliará en los próximos años. Sin embargo, la afluencia de viajeros en los tres primeros días de esta semana, es muy inferior a la esperada en un primer momento.
El jefe de estación del turno de la mañana, Iván González, considera que es demasiado pronto para hacer valoraciones y sostiene que el aumento de pasajeros será progresivo: "A través del boca a boca se irá dando a conocer esta nueva estación”, dice. Así lo aseguran también fuentes de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). De momento, se han registrado 10.000 validaciones desde la puesta en funcionamiento de la estación, pero esta cifra indica el número de personas que han tomado el metro en Zona Franca. No hay datos oficiales de los viajeros que llegan a su destino en esta estación, ya que no se cuantifican las salidas. TMB añade que es posible que pasen años hasta detectar un incremento de los pasajeros, pero la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones o la apertura del resto de paradas de la Zona Franca puede que aceleren este incremento.
A las 10 de la mañana, el número de usuarios de la estación no aumenta. En media hora y tras el paso de cuatro trenes, apenas se han bajado siete pasajeros y se han subido otros cinco, dejando incluso el vagón vacío en dos de los trayectos de regreso. Javier, pasajero de uno de los vagones solitarios, se alegra de la apertura de la parada, “es más eficiente que desplazarme aquí en autobús, ahora tardo mucho menos en llegar”.
Maria del Mar, otra de las pocas pasajeras, no acaba de ubicarse con la nueva parada. “Buscaba la oficina de la Agencia Tributaria de Cataluña, pero ahora veo que era la anterior estación”, comenta al bajarse del tren. Su caso no es el único, aún hay personas que desconocen la existencia de la nueva parada y se despistan hasta llegar a Zona Franca. Por otro lado, Maria del Mar asegura que no ha tenido problemas ni ha habido retrasos, pero que ha tardado una hora en llegar.
Otro de los usuarios del tren explica que la nueva parada le ofrece un servicio mucho más directo a su trabajo, “más que venir en autobús o bajarse en la parada de Foc y acercarse andando”, dice, refiriéndose a la anterior parada de la L-10 Sud. Al igual que Maria del Mar, tampoco ha tenido ningún problema con los horarios ni se ha retrasado en ningún momento el tren. Son varios los pasajeros que agradecen la ampliación de la línea porque les ahorra tiempo en los trayectos al trabajo.
Uno de los pocos restaurantes de toda el área del polígono es La Zona, situado cerca de las oficinas de la TMB y que atiende a numerosos trabajadores del lugar que hacen aquí su primera comida del día, a las cinco de la mañana. A pesar de la poca afluencia de pasajeros, Félix, el gerente, asegura que “no solo viene más gente ahora al bar, los clientes también vienen más relajados y más pronto”. Ya no se preocupan de dónde aparcar el coche, del tráfico, ni de la gasolina que gastan en los trayectos. “Ahora los trabajadores se encuentran menos agobiados también al acabar la jornada e incluso pueden tomarse una cerveza sin preocuparse por luego tener que ponerse al volante”, concluye.