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“Abrimos horizontes”. La cabalgata de Sevilla será inclusiva gracias a la movilización de madres de menores con autismo

El Ayuntamiento y el Ateneo, que organiza el desfile, acuerdan habilitar zonas donde el cortejo irá en silencio y a la que podrán acceder niños con movilidad reducida

“Al final existe la magia de la Navidad”. Esperanza García no puede esconder su felicidad. Tanto ella como Rocío García y Janet Ruiz forman parte del grupo de madres de niños y niñas con problemas de movilidad, trastorno del espectro autista y enfermedades raras que hace menos de una semana enviaron una carta al Rey Baltasar -que este año encarna en Sevilla el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, para que la cabalgata fuera inclusiva y se adaptara a las dificultades motrices y su sensibilidad sensorial de estos menores. Han recibido un regalo de Reyes anticipado, porque el Ayuntamiento hispalense y el Ateneo, la entidad que organiza este desfile, han acordado habilitar dos espacios para que

El delegado de Fiestas Mayores, Manuel Alés, ha confirmado en el programa Hoy por Hoy Sevilla que se está estudiando con el equipo del Cecop (el Centro de coordinación operativa de las emergencias y contingencias del Ayuntamiento de Sevilla), la habilitación de dos espacios, uno para personas con movilidad reducida, que se situaría en el arranque de la cabalgata, y otro para niños y niñas con autismo, donde el recorrido se realizaría en silencio y cuya ubicación aún no se ha determinado, aunque muy probablemente se situará en el tramo final, indican fuentes municipales. “Se debería haber hecho antes”, ha reconocido el edil.

“Abrimos horizontes”, cuenta emocionada Janet, la madre que escribió la carta al Rey Baltasar Moreno. Ella confiaba en que la influencia del presidente de la Junta podría mover a un cambio de opinión en el Ateneo, al que ella ya se había dirigido el año pasado y este mismo, solicitándoles que se acordaran de esos otros niños que se ven privados a menudo de disfrutar de las cosas que las personas neurotípicas damos por sentado. El jefe del Gobierno andaluz no tiene competencias en el recorrido de la cabalgata, pero desde su entorno cercano sí se trasladó al Ateneo que les gustaría que durante el trayecto hubiera tramos en los que la comitiva fuera en silencio y solo se lanzaran caramelos.

“En Sevilla nunca se había planteado algo así y muchos niños, también sevillanos, quedaban excluidos”, advierte Antonio Guerrero, presidente de la fundación que lleva su nombre implicada en la inclusión de personas con discapacidad. Guerrero recuerda que otras cabalgatas de municipios más pequeños, como Coria, donde vive Janet y su hija Ángela de 10 años, que tiene una enfermedad rara, o de barriadas de Sevilla sí adaptaban su recorrido en ciertos tramos, siempre, como ahora, a instancias de familias con niños que necesitan de atención temprana.

Es el caso de Rocío, que en los últimos nueve años, los que tiene su hija, con autismo, solo ha podido ir con ella a la cabalgata de su barriada de Pino Montana, el 6 de enero. “Ojalá pudiera ir algún día a la de Sevilla con toda mi familia”, explicaba hace unos días a este diario. Hoy, Rocío no puede contener las lágrimas, en un ejemplo de la trascendencia que para ella supone este gesto del Ayuntamiento hispalense. “Es que es muy grande, porque ya no es solo a nivel personal, es algo que se consigue para todos estos niños, es saber que van a poder disfrutarlo tantos niños y niñas de aquí, de Sevilla”, dice con la voz atragantada por unas lágrimas que saben a felicidad.

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