El Parlamento andaluz aprueba la rehabilitación de su sede ante el mal de la piedra
La Cámara destinará 4,5 millones a la obra que obligará a trasladar a una sala más pequeña las sesiones plenarias
Un chaparrón considerable en la primavera sevillana de 2023 provocó que de repente empezaran a caer cascotes de una de las fachadas laterales de la iglesia del antiguo hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento de Andalucía desde 1992. El edificio religioso fue diseñado por Hernán Ruiz El Joven, en 1558, el mismo arquitecto que proyectó el campanario de la Giralda. Es una construcción majestuosa, más alta que el resto del recinto, una obra maestra del manierismo español y donde los diputados andaluces tienen la suerte de celebrar las sesiones plenarias. −Paréntesis: No hay mejor sitio para tener tu trabajo que el Parlamento andaluz, desde el jardinero que poda los setos, el limpiador motorizado que cuida los suelos, el cetrero que espanta a las cotorras y las palomas, el ujier que auxilia en todo, los guardias de seguridad, los asesores parlamentarios, los funcionarios, la policía adscrita, los camareros y cocineros, los letrados y los diputados−.
El día de la tormenta el parlamentario del PP Pablo Venzal salía del salón de plenos, no solo caía agua de lluvia, también piedras de una de las cornisas. “Salía por la puerta que da a la ubicación del grupo parlamentario en el pleno y justo en ese momento cayó una piedra de considerable tamaño y un bedel del Parlamento, Luis Rivas, me gritó y me aparté. No le guardo ningún rencor al Parlamento”, bromea ahora.
De inmediato, el presidente de la Cámara, Jesús Aguirre, ordenó el cierre de las dos puertas laterales de la antigua iglesia y a los pocos días una malla cubría las fachadas este y oeste para evitar males mayores. Suele contar Bernardo Escobar, funcionario de la Cámara y buen conocedor de cada rincón del edificio renacentista, que cuando Hernán Ruiz diseñó tan imponente iglesia lo hizo porque los enfermos acudían al hospital a sanarse tanto “por dentro como por fuera. La curación del alma y del cuerpo era igual de importante, por eso la iglesia ocupa el lugar central del hospital”. Venzal solo se llevó un susto.
Lo que le ocurre a las Cinco Llagas es un mal endémico, como le pasa a la Catedral o a la Casa de la Moneda de Sevilla: la piedra de calcarenita, procedente de la cantera de San Cristóbal en El Puerto de Santa María (Cádiz), con la que se construyó hace casi cinco siglos es de mala calidad. Se degrada con la humedad y esa degradación hace que se arenice y se desprenda. No es nada raro que desde las bóvedas de la antigua iglesia caiga arenilla a los escaños.
El Parlamento andaluz ha aprobado ya la rehabilitación de todo el edificio, que empezó a construirse en 1546, una vez que la Mesa y la Junta de Portavoces, en la que están los cinco grupos parlamentarios, le ha dado su visto bueno. La Cámara cuenta con un presupuesto de 4,5 millones de euros para la rehabilitación de todo el recinto y se pretende que las obras se ejecuten en 23 meses. Como Bien de Interés Cultural cuenta con los permisos preceptivos de la comisión provincial de patrimonio, de la Consejería de Cultura y tiene ya la licencia de obra del Ayuntamiento de Sevilla. Ahora toca convocar un concurso público que por su presupuesto se publicará en los boletines de la Unión Europea para ejecutar un proyecto diseñado por el arquitecto Antonio Campos Alcaide, que será el director de la obra.
El proyecto de restauración afecta a las fachadas históricas: la principal, orientada al sur, frente a la muralla y la puerta de la Macarena; este (en la calle San Juan de Ribera) y oeste (calle Don Fadrique). El interior y exterior del salón de plenos, los tres chapiteles, la bóveda del salón de Pasos Perdidos, las garitas de acceso y verja de la puerta principal, y el refuerzo y atirantado de estructuras.
La intención es reponer las piezas muy disgregadas con piedra caliza calcarenita, similar a la original y que procederá de una cantera de Murcia, según informaron desde el Parlamento. Se pretende que la obra de rehabilitación corrija algunas de las actuaciones de la intervención realizada en 1992, cuando se usó una mala praxis, como tapar las llagas con cemento Portland.
Las obras en el salón de plenos durarán unos tres meses, por lo que los diputados tendrán que mudarse a la sala Alberto Jiménez Becerril, mucho más pequeña que el hemiciclo. Ya está diseñada la distribución temporal de los 109 escaños, en la que los diputados estarán mucho más juntos. Ese traslado temporal obligará a cablear ese espacio y eliminará las butacas destiandas a la tribuna de invitados y de prensa. El Parlamento quiere que antes de fin de año empiecen las obras y, en el caso de la rehabilitación del salón de plenos, se comience aprovechando uno de los periodos de vacaciones parlamentarias (enero y agosto). Ya entonces, Andalucía habrá estrenado otra legislatura.