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El jefe del Ejército del Aire llama a prepararse ante la nueva amenaza: “Hay armas en el espacio”

El general Francisco Braco subraya que “no estamos en guerra, pero tampoco en paz”

“No estamos en guerra, pero tampoco en paz”. El general de cuatro estrellas Francisco Braco, jefe del Ejército del Aire y del Espacio, ha parafraseado al secretario general de la Alianza Atlánticam Mark Rutte, para explicar cómo afronta el futuro inmediato: buscando la mejora continua de sus capacidades para anticiparse a cualquier escenario. “En la OTAN hemos llegado a la conclusión de que la guerra de Ucrania dura más de tres años por no haber conseguido la superioridad aérea”, ha subrayado, tras destacar que el especio aéreo de varios países aliados ha sido violado por drones.

Uno los campos donde se libra la actual pugna por la hegemonía global, ha explicado el general Braco en un encuentro con periodistas, es el del espacio, que se añadió en 2022 como coletilla al nombre tradicional del Ejército del Aire. Este dominio, que “hasta hace pocos años era considerado como un bien común”, un ámbito de cooperación o como máximo de rivalidad entre potencias, se ha convertido en un potencial campo de batalla. “El espacio está armado. En la actualidad hay armas en el espacio y tenemos que hacer frente a esta situación”, ha advertido el jefe de la Fuerza Aérea. No consta la existencia de plataformas lanzadoras de misiles en el espacio exterior, ha explicado, pero sí existe la amenaza de satélites kamikaze y de sistemas capaces de producir perturbaciones electromagnéticas que inutilicen satélites de comunicaciones, geolocalización u observación del adversario.

Por eso, uno de los proyectos en los que trabaja ya el Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio es el futuro NEMO, un satélite-policía cuya misión será proteger la infraestructura española en el espacio exterior de cualquier posible agresión. A este se suman otros programas como el RORCOBE (Red de Observatorios Robóticos), la adquisición de un nuevo radar de seguimiento espacial y un simulador de mecánica orbital espacial, todos ellos vinculados a la iniciativa del futuro Escudo Espacial Europeo, ha añadido.

En marzo de 2023, España, siguiendo el ejemplo de otros países, puso en marcha el Mando del Espacio, cuyo Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (COVE) se encarga de monitorizar y catalogar los objetos espaciales, para predecir su posible reentrada en la atmósfera, y realizar un seguimiento de la meteorología espacial, así como la degradación de los servicios de navegación por satélite, por fenómenos naturales o no. Sus capacidades, según el general Braco, han experimentado “un salto cualitativo” con la actualización del radar de vigilancia espacial S3TSR, instalado en la base de Morón de la Frontera (Sevilla), y la recepción del nuevo sistema de Conocimiento y Control de la Situación Espacial (CCSE).

Los planes del Ejército del Aire y del Espacio incluyen también la adecuación de las denominadas bases de despliegue (Santiago, León, Salamanca, Valladolid, Granada, Málaga, Talavera la Real, Son San Joan, Tenerife y Lanzarote), donde se dispersaría la Fuerza Aérea en caso de crisis, mediante la instalación de arsenales para disponer de armamento y munición preposicionado, como el que se está construyendo en Mallorca. En cuanto a las aeroanves, está previsto que en 2026 se reciban los tres primeros Eurofigter que sustituirán a los viejos cazas F-18 de la base de Gando (Las Palmas), que acaban su vida operativa, así como los tres primeros C295 de patrulla marítima; y se ha aumentado de 14 a 17 la plantilla de aviones de transporte A400M, aunque está pendiente la venta a un tercer país de otras 10 unidades que España se comprometió a comprar a Airbus.

El jefe del Ejército del Aire y del Espacio se ha mostrado convencido de que el programa FCAS superará su actual crisis —provocada por el enfrentamiento entre las industrias de Francia y Alemania— y se alcanzará un acuerdo antes de final de año para iniciar una nueva fase.

Desde el punto de vista operativo, ha anunciado que España no solo mantiene, sino que ha aumentado su compromiso con la defensa del flanco este de la OTAN, de forma que el actual destacamento del Ejército del Aire en Lituania está integrado por 11 cazas F-18, en vez de los ocho Eurofighter del anterior, además de un avión cisterna A400M en permanencia y otro con carácter temporal. Parte del destacamento participará desde Lituania en la misión Centinela Oriental, puesta en marcha por la OTAN tras la entrada masiva de drones rusos en Polonia en septiembre pasado, por lo que se ha descartado finalmente el envío de cazas españoles a una base polaca, como se planeó inicialmente. Además, Eurofighter españoles volverán a desplegarse el año próximo en Australia en un ejercicio conjunto con la Fuerza Aérea alemana, mientras que la patrulla ASPA, la unidad acrobática de helicópteros, visitará Brasil, Uruguay y Argentina, para conmemorar el centenario de los grandes vuelos, que se inicia el 22 de enero con el Plus Ultra.

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