Cae una organización criminal que traficaba con marihuana y vendía armas de guerra a narcos desde Almería
Un enorme operativo de la Policía Nacional detiene a 22 personas e interviene 20 pistolas, fusiles y escopetas, y 600 kilos de droga
A las seis de la mañana del pasado miércoles había 325 efectivos policiales repartidos entre Almería, Granada y Huelva esperando una señal. Había cuatro equipos de drones, un helicóptero, varios grupos de intervenciones especiales, agentes de información. El objetivo, tras la orden, era realizar 24 entradas y registros de manera simultánea en viviendas relacionadas con un grupo de narcotraficantes. El epicentro estaba en la capital almeriense, donde se asentaban los cabecillas de la organización criminal que se pretendía desmantelar. As...
A las seis de la mañana del pasado miércoles había 325 efectivos policiales repartidos entre Almería, Granada y Huelva esperando una señal. Había cuatro equipos de drones, un helicóptero, varios grupos de intervenciones especiales, agentes de información. El objetivo, tras la orden, era realizar 24 entradas y registros de manera simultánea en viviendas relacionadas con un grupo de narcotraficantes. El epicentro estaba en la capital almeriense, donde se asentaban los cabecillas de la organización criminal que se pretendía desmantelar. Así fue. Como resultado de las actuaciones se incautaron de 4.500 plantas de marihuana, 600 kilos de cogollos y 400 billetes de lotería para el blanqueo de dinero. También de 20 armas de fuego, la inmensa mayoría de guerra, que la banda utilizaba para defender su mercancía y revenderlas a otros narcotraficantes, según han explicado fuentes policiales. Finalmente hubo 22 personas detenidas —19 españoles y 3 marroquíes— que han pasado a disposición judicial. La fiscal antidroga de Almería ha solicitado prisión para todos ellos.
La operación, denominada Kremlin-Zaka, es la segunda parte de otra que se desarrolló el pasado abril en la localidad almeriense de Pechina (4.400 habitantes) bajo el nombre Pentágono-Orenev y que había empezado dos años antes. En aquella ocasión, además de detener a 25 personas —15 fueron enviadas a la cárcel— los agentes localizaron más armas de las que esperaban: 23, entre las que había armas cortas, armas largas y hasta un lanzacohetes. “Nuestra intención es ahora subir al escalón siguiente: ver de dónde venían las armas y cuál era su cauce”, explican los investigadores entonces. Es precisamente lo que han hecho: el análisis de toda la documentación y todos los dispositivos electrónicos analizados permitió abrir una nueva investigación que implica a otros miembros de la misma organización, justo los que han sido arrestados este miércoles. Todos forman parte de un mismo clan familiar de la zona, algo que diferencia el tráfico de drogas en Almería frente a otras zonas como la Costa del Sol. “Hay mucha gente de Europa que viene a distintos puntos de la provincia a hacer negocios, pero no residen aquí como pasa en Málaga”, afirman las mismas fuentes.
El trabajo policial realizado desde la primavera permitió constatar que los miembros de la red que no habían sido detenidos continuaban con sus dos principales actividades. Por un lado, el cultivo, que realizaban en distintos domicilios de Almería, Granada y Huelva. Luego realizaban todas las fases siguientes —hoja, picadura, cogollo y polen— para después envasarlo al vacío y enviarlo a Países Bajos, desde donde se distribuía por Centroeuropa. A cambio recibían dinero en metálico —se han localizado casi 300.000 euros en efectivo— o, en algunos casos, pagos en especie. Algunas veces se intercambiaba por otro tipo de droga y, otras, por armas de fuego. “El primer objetivo es armarse ellos mismos para defenderse de otras organizaciones criminales. Ya no hay alijo que no esté defendido por alguien con armas largas”, ilustran fuentes de la investigación.
La mayoría del armamento proceden de los países bálticos y zonas cercanas a Ucrania y Rusia. Las mismas fuentes subrayan que una vez el grupo vio que tenía acceso a estas armas de guerra, decidió también traficar con ellas y revenderlas. “Los usuarios básicos son las organizaciones de crimen organizado que trabajan en el sur de España y están vinculadas a la droga”, subrayan fuentes policiales.
Es un negocio que, como la marihuana —cuyo precio se multiplica por cinco o seis en el norte de Europa— es muy rentable: un arma que podía costar 6.000 euros la podían vender por 30.000 o 40.000 euros más. “El margen es altísimo”, señalan los investigadores.
La facilidad para tener acceso a armas y el hecho de que muchos de los investigados tenían antecedentes policiales por delitos violentos provocó el enorme despliegue policial del miércoles, que contó con el apoyo Comisaría General de Información, las comisarías provinciales de Almería, Granada y Huelva, distintas unidades de intervención policial (UIP), el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT), guías caninos, cuatro drones, un helicóptero y numerosas unidades de prevención y reacción (UPR).
Durante los 24 registros (que se suman a los 50 realizados en la primera fase de la operación) se intervinieron más de 3.000 plantas de marihuana y 600 kilos de cogollos listos para enviar —valorados en unos cuatro millones de euros— y once armas largas, nueve armas cortas además de abundante munición de distintos calibres. También de 130.000 euros en efectivo y casi 400 décimos de lotería nacional de Navidad de este año —una de las formas para blanquear dinero— y 14 dispositivos electrónicos, entre los que figuran teléfonos móviles de alta gama. Han sido igualmente incautados cuatro vehículos, un reloj valorado en 12.000 euros y distintos útiles y herramientas para el cultivo y manipulación de marihuana. Las 22 personas detenidas han pasado ya a disposición judicial, las últimas a primera de este viernes. La fiscal antidroga de Almería ha solicitado prisión para todas ellas.