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Nueve de los diez vocales progresistas acusan a Perelló de encabezar la “ruptura del consenso” del Poder Judicial

El vocal José María Fernández Seijo anuncia a Perelló su dimisión que, asegura, es irrevocable

Los nueve vocales progresistas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que este jueves se quedaron en minoría han suscrito un comunicado en el que señalan que la presidenta, Isabel Perelló, “ha encabezado l...

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Los nueve vocales progresistas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que este jueves se quedaron en minoría han suscrito un comunicado en el que señalan que la presidenta, Isabel Perelló, “ha encabezado la ruptura del mandato del consenso, ignorando a los vocales” que representan el 45% del pleno. Los consejeros han tomado esta decisión después de que en el pleno celebrado este jueves, Perelló y uno de los dos vocales propuestos por Sumar, Carlos Hugo Preciado, sumaran sus votos a los conservadores para dar la mayoría a este bloque y relegar al sector progresista en la comisión permanente, el principal órgano de decisión del Consejo después del pleno. Tras esta decisión, el vocal progresista José María Fernández Seijo ha entregado a Perelló una carta en la que anuncia su intención de dimitir.

El pleno del Consejo celebrado esta semana ha hecho saltar por los aires el frágil equilibrio en el que estaba el órgano, sobre todo el bloque progresista, desde que se constituyó en julio de 2024, tras el acuerdo entre el PSOE y el PP para renovar el CGPJ con cinco años de retraso (el anterior tenía el mandato prorrogado desde 2018). A la ruptura con la mayoría del sector progresista de uno de los vocales propuestos por Sumar y las críticas de ese grupo a Perelló, se le ha sumado la dimisión anunciada de Fernández Seijo, que hasta ahora ha sido uno de los principales negociadores con el grupo conservador en asuntos como los nombramientos discrecionales pactados en lo que va de mandato.

Fernández Seijo entregó este jueves una carta a Perelló en la que anuncia su dimisión y, según explican fuentes de su entorno a este periódico, la decisión es “irrevocable” y se debe a “razones personales”. La resistencia de Perelló a que este vocal entrara a formar parte de la comisión permanente ha sido uno de los detonantes de la ruptura de los progresistas con la presidenta. Fuentes del CGPJ señalan que la mayoría del sector progresista pretendía que Fernández Seijo formara parte de esa comisión, el principal órgano de ejecución del CGPJ tras el pleno. Pero la presidenta rechazó esta opción y optó por mantener a Preciado, que ya formaba parte de la permanente.

Tras el pleno del jueves, Fernández Seijo quedó adscrito a la comisión disciplinaria (de la que ya formaba parte y que es la única que no se renueva en los cinco años de mandato) y a las comisiones de estudios informes y a la de relaciones institucionales; además, se le sacó de la comisión de escuela judicial, a la que pertenecía hasta ahora. Fuentes de su entorno explican su renuncia en “razones personales” vinculadas a que su familia reside en Barcelona y él tiene que desplazarse semanalmente a Madrid.

La renuncia de Fernández Seijo tiene que ser todavía aceptada por Perelló y, en cualquier caso, el vocal prevé seguir en el Consejo hasta que la presidenta acepte la dimisión y esta sea publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Después, volverá a su plaza de titular del Juzgado de lo Mercantil 11 de Barcelona.

Este consejero está entre los nueve que firman la nota difundida este viernes por el grupo progresista, suscrita por los ocho vocales propuestos por el PSOE y una de las dos que propuso Sumar, quienes advierten de que lo ocurrido este jueves “reviste especial trascendencia institucional: la renovación de las comisiones, órganos esenciales de funcionamiento y decisión política sobre los que se articula la actividad del Consejo”. “Se trata, por tanto, de una decisión estructural, determinante para el equilibrio interno y el correcto desempeño de sus funciones”, añaden.

La distancia de uno de los dos vocales de Sumar, Carlos Hugo Preciado, con el resto de vocales progresistas era evidente desde hacía meses, pero la decisión de este jueves la oficializa e implica, en la práctica, que el CGPJ se queda dividido en tres grupos: uno formado por 10 vocales conservadores, otro por nueve progresistas y un tercero integrado únicamente por este consejero propuesto por Sumar, que en un comunicado difundido por su entorno se autodefine como “progresista independiente”. Este consejero es juez y miembro de la asociación progresista Juezas y Jueces para la Democracia (JJPD), en cuyo congreso, que se está celebrando este viernes, varias personas han pedido la dimisión de Preciado. Fuentes de la asociación señalan que esas peticiones se han formulado de forma pública, pero no se ha votado ni está previsto que se haga.

Pero la votación del pleno de este jueves evidenció también que Perelló está más cerca de este vocal y del núcleo conservador que del progresista, al cual se le suponía adscrita cuando fue elegida.

El grupo de nueve vocales de este sector que han suscrito el comunicado son Ángel Arozamena, Lucía Avilés, Ricardo Bodas, Esther Erice, Bernardo Fernández, José María Fernández Seijo, Inés Herreros, Luis Martín y Argelia Queralt. En el texto explican que, durante el primer año del mandato, el Consejo había logrado “un funcionamiento basado en la cooperación, el respeto y la corresponsabilidad”.

Ese equilibrio se apoyaba en unas reglas de funcionamiento acordadas en septiembre de 2024 al pactar la composición de las comisiones legales en las que se organiza el funcionamiento diario del CGPJ, que, según los progresistas, aseguraban, entre otros criterios, “la representación razonable de las distintas sensibilidades”, “la distribución equilibrada de responsabilidades” y la adopción de decisiones “mediante diálogo y transparencia”. “Este modelo permitió un año de trabajo estable, más de 160 nombramientos judiciales y un clima de confianza interna inédito en etapas anteriores”, afirman.

Pero ese marco de consenso, según estos consejeros, “se ha roto de manera abrupta y deliberada” en el pleno de esta semana. Los progresistas explican que el Pleno comenzó el miércoles y se reanudó el jueves, con el punto relativo a la composición de las comisiones en el orden del día, en el que figuraban tres propuestas: una por cada bloque y otra de Preciado, que incluían únicamente los nombres de cada grupo, al no haberse alcanzado un acuerdo previo. En la sesión del jueves, la presidenta exigió “subsanar” la propuesta progresista para incluir a todos los vocales, después de que el bloque conservador presentara una lista cerrada que ya incorporaba también los nombres del otro bloque, “sin consulta ni comunicación previa”, según los progresistas. Finalmente, se aprobó la lista presentada por el vocal Preciado, idéntica a la del bloque conservador, con los votos de los diez vocales conservadores, el propio Preciado y la presidenta.

El reparto salido de esta votación supone que de 11 comisiones quedan nueve de mayoría conservadora y solo dos en la que tiene mayoría el bloque de nueve vocales progresistas. Los progresistas, además, pierden peso en la principal comisión, la permanente, que queda integrada por Preciado, dos vocales progresistas (Bernardo Fernández y Argelia Queralt) y tres conservadores (Eduardo Martínez Mediavilla, Isabel Revuelta, Carlos Orga y Alejandro Abascal).

Para los nueve progresistas que quedan en minoría, este reparto es “arbitrario y desequilibrado, y responde más a una lógica de exclusión que a criterios institucionales”.

Estos consejeros se quejan además de que el bloque conservador y la presidenta han reconocido al vocal Preciado “una representatividad y un peso en el seno del consejo muy superior al de cualquier otro vocal y se le equipara al de un grupo más. Este hecho, por sí solo, rompe con cualquier regla de reparto no ya proporcional, sino equilibrado en el seno de cualquier órgano colegiado”, afirman.

El vocal propuesto por Sumar que se ha escindido del resto del grupo tiene una versión opuesta y, según el comunicado difundido el jueves por su entorno, el “equilibrio entre sensibilidades se ha conservado con carácter general en la renovación”, y añade: “si bien los progresistas más próximos al Ministerio de Justicia han perdido peso respecto de las opciones progresistas independientes”, una de corriente en la que, según ese texto, solo forma parte él.

Los nueve progresistas reprochan a Perelló que, con su actuación, “ha quebrado […] las condiciones básicas de confianza que ella misma había proclamado al inicio del mandato”. Lo ocurrido esta semana, afirman, “no constituye una simple reorganización interna: es la ruptura consciente del consenso que había regido este primer año, un golpe a la representatividad plural y una grave distorsión de la colegialidad institucional”.

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