Dos personas mueren tras atragantarse mientras comían en bares de Lugo y Sevilla
Los fallecimientos ocurrieron este domingo en Vilalba y en Los Palacios y Villafranca
Este domingo ha muerto una mujer de 69 años atragantada en un bar de Los Palacios y Villafranca, en Sevilla. Unas horas después sucedía lo mismo con un hombre en un restaurante de Vilalba, en Lugo. En el primer caso, Emergencias 112 recibió un aviso alrededor de las 9.50 horas de un particular pidiendo asistencia sanitaria para atender a una mujer en un bar de la calle Comunidad Autónoma La Rioja. Se activó a efectivos de Policía Local y servicios sanitarios del 061, los cuales confirmaron el fallecimiento de la mujer tras recibir asistencia por parte de los sanitarios
En el segundo caso y según cuenta 112 Galicia, la víctima se encontraba comiendo en un establecimiento hostelero de la calle Galicia. Hasta el punto se desplazó el helicóptero medicalizado que tomó tierra, pero no llegó a trasladar al hombre. En el operativo también participaron los agentes de la Guardia Civil y Protección Civil de Vilalba. El diario lucense El Progreso asegura que se trata de un hombre de 77 años.
Las caídas y los ahogamientos (que incluyen de inmersión, pero sobre todo atragantamientos) ocupan el primer y tercer lugar entre las causas de muerte externa (no natural) en España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Detrás de estos números hay una población cada vez más envejecida, que es la principal víctima. “La pérdida de funcionalidad, las enfermedades neurológicas y el abuso de ciertos medicamentos (especialmente tranquilizantes) hacen que caídas, atragantamientos y envejecimiento vayan de la mano”, recogía en este reportaje de EL PAÍS el periodista Pablo Linde.
En caso de atragantamiento, uno de los expertos citados en el reportaje recomendaba dejar a la persona toser, si es que es capaz, y “no meter los dedos en la boca a no ser que se vea claramente el objeto”, porque es muy posible que se introduzca más. Si las vías están bloqueadas y no entra aire, su opción principal es la maniobra de Heimlich, que consiste en colocar el puño debajo de la parrilla costal de la persona afectada desde atrás.