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Sumar se divide sobre el traspaso de competencias en inmigración a Cataluña: Compromís planea rechazar la ley

Junts acusa a Podemos de beneficiar a PP y Vox con su bloqueo

Después de días de conversaciones dentro del grupo parlamentario, Sumar no votará unido sobre el traspaso de competencias en materia migratoria a Cataluña. El diputado de Compromís, Alberto Ibáñez, ha anunciado este martes que está “más cerca del no que de la abstención” en el texto pactado ente el PSOE y Junts hace seis meses, cuya admisión a trámite debate esta tarde el Congreso. Para la formación valencianista se trata de una “batalla cultural” que tiene más que ver con la agenda de la extrema derecha que con una cuestión competencial.

La norma divide a los partidos del grupo que preside Yolanda Díaz, y pone de nuevo de manifiesto las diferencias internas en una formación con fuerzas políticas de tradición muy distinta. En este caso, Ibáñez es, además, portavoz adjunto de Sumar en la Cámara baja, pero ha recordado que Compromís negoció en su día la “libertad de voto”.

“La ley es plenamente constitucional y no tenemos ningún problema en que las comunidades autónomas ganen autogobierno. Esta legislatura ha sido la legislatura de la plurinacionalidad”, ha concedido el parlamentario. “Pero al igual que digo esto, y desde el respeto al resto de compañeros de izquierdas y antirracistas, nosotros entendemos que no se está votando meramente un tema competencial. Es una batalla que se lleva a cabo por la extrema derecha, por el nacionalcatolicismo. Los CIE son cárceles reales. Es por ello que no podemos votar a favor. Entendemos que va en la línea de la pregunta que hizo la señora [Miriam] Nogueras al presidente de vincular delincuencia, reincidencia y migración. La proposición de ley busca señalar a uno de los colectivos más vulnerables, los migrantes temporeros. Entendemos que es complejo y que hay contradicciones. Respetamos a quienes creen que estamos ante una votación de la agenda plurinacional. Ojalá lo viésemos así”, ha justificado su postura.

La iniciativa, pactada entre el PSOE y Junts a cambio de retirar una iniciativa del partido de Carles Puigdemont que abría la puerta a una cuestión de confianza a Sánchez, decaerá previsiblemente esta tarde porque Podemos ya había anunciado su rechazo a una ley que considera “racista”. La postura de Compromís, a la que podría unirse algún otro diputado de su grupo, resulta, por tanto, simbólica, ya que la ley no tenía los votos necesarios para prosperar. IU aún no ha desvelado su posición, aunque se ha manifestado también crítico y fuentes del grupo aseguran que continúan las negociaciones. En todo caso, desde la dirección del grupo restan importancia a la falta de consenso sobre este asunto, porque el futuro de la ley no depende, a priori, del voto de los diputados de Sumar. Creen, además, que cualquier desmarque responde a un gesto político para diferenciarse o tener visibilidad.

“Entiendo que el avance hacia un Estado confederal en España es algo esencial”, ha defendido la portavoz parlamentaria, Verónica Barbero. “No comparto las opiniones de quien piensa que esta norma esconde más detrás”, ha añadido antes de reconocer que si saliera adelante, “tendrían muchas enmiendas que presentar”. “Hay frases en el preámbulo con las que no estamos de acuerdo, pero es una admisión a trámite”, ha recordado.

Este mismo martes, el secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, ha criticado a Podemos por querer vetar el traspaso de las competencias sobre inmigración a la Generalitat. “Creo que no han entendido que esto es un traspaso para la Generalitat, no para Junts”, ha señalado Turull, que ha insistido en que la oposición al acuerdo que cerró su partido con el Gobierno es un ejemplo de “catalanofobia”. En una comparecencia en Barcelona, Turull ha recordado que la Generalitat la gobierna el PSC con el apoyo de los Comunes, y ha apuntado que, ante la proyección de las encuestas en relación a que pueda haber un cambio de inquilino en la Moncloa, resulta chocante que “Podemos prefiera que el control de las políticas sobre inmigración pueda quedar en manos de PP y Vox”.

“Le pido a Turull que deje de utilizar las legítimas aspiraciones de autogobierno del pueblo catalán para extender su racismo y su discurso de odio contra las personas migrantes. El racismo es una línea roja para Podemos”, ha respondido muy dura la líder de Podemos, Ione Belarra. Para el partido, Junts se encuentra en competencia electoral con Aliança Catalana y eso es lo que justifica su iniciativa.

Turull también ha puesto de relieve el disgusto de su formación con los incumplimientos de los acuerdos alcanzados con el PSOE para la investidura de Sánchez y ha dado a entender que la formación tiene intención de revisar su relación con los socialistas “este otoño”. Por lo pronto, ha descartado la posibilidad de que Junts se pueda plantear apoyar unos Presupuestos Generales del Estado.

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