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Las protestas propalestinas durante La Vuelta recrudecen la crisis con Israel

El ministro de Exteriores israelí vuelve a cargar contra Sánchez: “Antisemita y mentiroso”

Pedro Sánchez en la reunión interparlamentaria del Grupo Socialista de este lunes. Foto: Diego Radamés (Europa Press) | Vídeo: epv

Las relaciones entre España e Israel atraviesan uno de sus momentos más críticos. La tensión, que comenzó a escalar en mayo de 2024 tras el reconocimiento oficial del Estado palestino por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, ha alcanzado cotas inéditas de hostilidad en las últimas semanas. La confrontación se ha agravado con las protestas propalestinas durante la vuelta ciclista a su llegada a Madrid. Decenas de miles de manifestantes tomaron el recorrido con gritos contra el genocidio y lograron cancelar la última etapa de la competición. Las declaraciones de Sánchez en Málaga, donde defendió...

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Las relaciones entre España e Israel atraviesan uno de sus momentos más críticos. La tensión, que comenzó a escalar en mayo de 2024 tras el reconocimiento oficial del Estado palestino por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, ha alcanzado cotas inéditas de hostilidad en las últimas semanas. La confrontación se ha agravado con las protestas propalestinas durante la vuelta ciclista a su llegada a Madrid. Decenas de miles de manifestantes tomaron el recorrido con gritos contra el genocidio y lograron cancelar la última etapa de la competición. Las declaraciones de Sánchez en Málaga, donde defendió que “el pueblo español se moviliza por causas justas como Palestina”, desataron una reacción airada desde Jerusalén. El mismo domingo, el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, acusó al presidente de “alentar” a la “turba propalestina” para boicotear la carrera y lanzó un mensaje: “Sánchez y su Gobierno: ¡vergüenza para España!”. La crisis sigue en escalada.

El tono ha vuelto a subir este lunes. En un tuit en español y en inglés, Saar ha llamado al presidente “antisemita” y “mentiroso” por defender la exclusión de los equipos israelíes en las competiciones deportivas internacionales, igual que se hizo con Rusia por la agresión a Ucrania en 2022.

El tuit del ministro comenta otro del propio Sánchez en el que se preguntaba: “¿Por qué se expulsó a Rusia y no a Israel tras la invasión de Gaza? Nuestra posición es clara: hasta que no cese la barbarie, ni Rusia ni Israel deben estar en ninguna competición internacional más. Israel no puede utilizar cualquier plataforma internacional para blanquear su presencia. Las instituciones deportivas deben plantearse si es ético mantener a Israel en las competiciones internacionales”. Saar ha rebatido la alusión de Sánchez a la invasión israelí de Gaza: “¿Israel invadió Gaza el 7 de octubre [de 2023, día del ataque de Hamás que justificó la ofensiva israelí] o fue el Estado terrorista Hamás el que invadió Israel y cometió la peor masacre contra judíos desde el Holocausto? Sánchez y su Gobierno comunista son antisemitas y enemigos de la verdad”.

Poco después, el ministro hebreo ha retomado el asunto en su discurso ante unos 250 legisladores estatales de Estados Unidos. “Justo ayer [este domingo], una turba propalestina saboteó la carrera ciclista “Vuelta” en España. Lo hizo con el apoyo y el aliento del presidente del Gobierno español. Es casi increíble. El señor Sánchez y sus ministros comunistas incitan a la violencia".

Desde que España tomó la iniciativa de reconocer el Estado palestino junto con Irlanda, Noruega y Eslovenia —senda a la que Francia, Reino Unido, Canadá y Malta han prometido sumarse— el enfrentamiento público va en aumento. Y aunque la ruptura no es definitiva, la confrontación diplomática se ha deteriorado a toda velocidad en los últimos días.

El pasado 8 de septiembre, Sánchez inauguró el curso político tras las vacaciones con nueve medidas para frenar la masacre cometida por Israel en Gaza. Entre las iniciativas, anunció un real decreto con el que consolidar el embargo total de la compra y venta de armamento a Israel o la ampliación de la lista de sancionados con el veto para entrar en España, a la que se han sumado dos ministros racistas del Gobierno de Netanyahu: Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich. Fue en ese contexto en el que Sánchez utilizó la palabra “genocidio” para referirse a la ofensiva israelí en Gaza, donde los ataques han causado ya casi 65.000 muertos, buena parte mujeres y niños.

Saar no tardó en reaccionar y anunció la prohibición de entrada en Israel de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego. El jefe de la diplomacia israelí acusó al Ejecutivo español de ser “antisemita” y “corrupto”, agravando aún más la tensión. Tras la embestida, España llamó a consultas a su embajadora en Tel Aviv, una medida que había intentado evitar para mantener abiertos los canales de interlocución, y que supone la marcha indefinida de la representante diplomática.

El anuncio del presidente soliviantó al propio Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, que acusó a España de lanzar amenazas nucleares contra el pueblo judío. En su comparecencia, Sánchez dijo: “España no tiene bombas nucleares, tampoco tiene portaaviones ni grandes reservas de petróleo”. Y añadió: “Nosotros solos no podemos detener la ofensiva israelí. Pero eso no significa que no vayamos a dejar de intentarlo. Porque hay causas por las que merece la pena luchar, aunque no esté en nuestras únicas manos ganarlas”, agregó. “Sánchez dijo ayer que España no podía frenar el combate de Israel contra los terroristas de Hamás porque su país no tiene armas nucleares”, escribió Netanyahu en la red social X. “Es una amenaza genocida flagrante contra el único Estado judío del mundo”, añadió en otro mensaje.

La ofensiva contra Gaza y las protestas ciudadanas han puesto la masacre en un lugar prioritario de la agenda política española. Mientras el PP hace equilibrios y la izquierda pide más acciones, Sánchez ha endurecido su posición, desde sus discursos a su apoyo entusiasta de los manifestantes. En paralelo, la UE estudia sanciones como la suspensión parcial de su acuerdo de asociación con Israel.

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