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Mañueco desprecia y tira al suelo las propuestas de Vox que aceptó Mazón

El presidente castellano y leonés ha arrugado en pleno debate del estado de la comunidad un documento con las exigencias de los ultras que aceptó el PP valenciano a cambio de apoyo a los Presupuestos

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, recibe los aplausos de los miembros de su partido tras su intervención esta mañana en el debate de política general, en Valladolid, el 26 de marzo de 2025. Foto: EPV | Vídeo: NACHO GALLEGO (EFE)

El debate de estado de la comunidad de Castilla y León ha vivido este miércoles una situación insólita. El representante de Vox en la Cámara, David Hierro, ha instado al presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco (PP), a que leyera y aprobara las propuestas que el partido ultra pactó con el popular Carlos Mazón, el presidente de la Comunidad Valenciana, como condición para apoyarle y sacar adelante sus Presupuestos autonómicos. Antes de que interviniera Mañueco en el debate, Hierro ha dejado en el estrad...

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El debate de estado de la comunidad de Castilla y León ha vivido este miércoles una situación insólita. El representante de Vox en la Cámara, David Hierro, ha instado al presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco (PP), a que leyera y aprobara las propuestas que el partido ultra pactó con el popular Carlos Mazón, el presidente de la Comunidad Valenciana, como condición para apoyarle y sacar adelante sus Presupuestos autonómicos. Antes de que interviniera Mañueco en el debate, Hierro ha dejado en el estrado de la Cámara un documento con los contenidos de ese acuerdo. El presidente de la comunidad ha arrugado el documento y lo ha tirado al suelo con desdén. Pero eso no ha arredrado a Hierro, que ha recogido la bola de papel del suelo y se lo ha dejado a Mañueco en su escaño. El PP gobierna en minoría en Castilla y León tras romper Vox el pacto de Gobierno, en julio de 2024.

“A ver si dejándoselas aquí se digna por lo menos en contestarnos”, aseveró Hierro al dejar el documento sobre el estrado. “Esta es la voluntad de acuerdo de Mañueco. Romper la propuesta”, ha tuiteado el portavoz ultra en su cuenta de X. En el tuit, se lo ve agarrando el papel arrugado y lo deposita en el escaño del presidente y exsocio en el Ejecutivo.

El presidente ha encabezado este martes un debate de estado de la comunidad entre anuncios y actitudes que vaticinan comicios, aún sin fecha. Mañueco pregona méritos mientras sus rivales avanzan contra reloj: el PSOE tiene a Luis Tudanca como portavoz mientras intenta exhibir a su relevo, Carlos Martínez, y Vox busca cohesión tras romperse el grupo y el adiós del exvicepresidente Juan García-Gallardo. El calendario político marca que las próximas elecciones serán en Castilla y León, siempre que el frenetismo nacional o internacional no lo altere. La cita autonómica, prevista para principios de 2026, comienza a vislumbrarse mientras los partidos se preparan por si el presidente cambia el paso y llama a las urnas de un feudo popular desde 1987.

El dirigente ha evaluado una legislatura que comenzó en 2022 abrazado a Vox en la primera coalición con la extrema derecha en un gobierno autonómico. Los ultras rompieron en 2024 por orden del presidente, Santiago Abascal, y Castilla y León y otras regiones de idéntico signo quedaron con el PP en minoría. Mañueco, sin Presupuestos y con cuentas prorrogadas por quinta vez en seis años, ha evitado mencionar a sus competidores por la derecha y por la izquierda y ha lanzado mensajes velados a Vox por sus filias con Donald Trump, seguir el dictado “de Madrid” y “tirar la toalla”. El presidente castellano y leonés ha pellizcado al PSOE por su bicefalia, con un “de salida” Luis Tudanca en el escaño hasta que los comicios refresquen las listas socialistas, y con Carlos Martínez, alcalde de Soria y bendecido por el aparato del partido, presente en las Cortes y en los micrófonos pero ajeno al hemiciclo. De los localistas (Soria ¡YA!, Unión del Pueblo Leonés y Por Ávila) cree que solo saben “abonarse al victimismo, al enfrentamiento territorial y al agravio comparativo”.

Para Mañueco solo queda, pues, el PP. “La única estabilidad política la proporciona este gobierno y el partido que le apoya”, ha remarcado, con frecuentes andanadas al Ejecutivo central y su influencia en el PSOE autonómico. En clave estatal, ha citado la “infame ley de amnistía” y ha pedido “una financiación autonómica justa” sin “tratos bilaterales”o “cuponazos separatistas”.

El presidente ha reivindicado esfuerzos en sanidad, transporte, familia, empleo, educación, telecomunicaciones, agricultura o ganadería. El mandatario también ha citado viejos compromisos a medias de la Junta: radioterapia para Soria, como se prometió en 2007, o cobertura en toda la comunidad, como anunciaron en 2005. También ha defendido trabajos en radioterapia para El Bierzo, aunque llevan meses sin oncólogos y entre manifestaciones. “Frente al adoctrinamiento socialista nuestros alumnos aprueban porque estudian y se esfuerzan”, ha presumido, pues Castilla y León triunfa en informes educativos, pero aunque no lo ha mencionado, ese talento lleva décadas migrando: el territorio pierde talento, particularmente de formación avanzada: en 1992, el 24% de los jóvenes emigrados poseía titulación universitaria. En 2018, el 60%. La comunidad solo gana población gracias a los extranjeros: el censo subió un 0,26% en 2024, contra el 0,94% nacional, aunque los censados de origen español cayeron en un 0,46% y los migrantes crecieron un 8,87%. Mañueco ha obviado esos matices y ha mantenido la línea del PP sobre las migraciones denunciando “el intento [del Gobierno] de fragmentar uno de los instrumentos más importantes de nuestro Estado como el control de fronteras y la inmigración”.

La bicefalia socialista se ha notado al terminar la mañana. Carlos Martínez ha respondido a Mañueco desde una sala distinta que el resto de portavoces al negárselo la presidencia de las Cortes (Vox) por no pertenecer al Parlamento. “Ha sido un debate de sobremesa tedioso, de mantita y sofá”, ha renegado, aludiendo a la serie “Cuéntame” —Cuéntame cómo pasó y a “naftalina”. Martínez ha reprochado las escasas alusiones a las turbulencias internacionales ni a la “ordenación de territorio”, ha considerado que “no existe una estrategia de comunidad” y ha pedido elecciones. Después, turno para Tudanca, en el estrado, como portavoz oficial del PSOE y pidiendo urnas para liquidar “una legislatura fallida” mientras cuestionaba cómo, sin Presupuestos y pese al supuesto perjuicio por Sánchez, el dirigente “promete una lluvia de millones”. El burgalés, en su último debate autonómico tras 10 años en el cargo, ha evocado al inolvidable García-Gallardo y sus bravatas toleradas por el PP como requisito de “estabilidad” y ha afeado “los mismos anuncios” que en legislaturas anteriores, hasta 24 de 33 según él: “Su gobierno está absolutamente paralizado”.

Las réplicas, ya escritas las de Mañueco, han propiciado enganchones. El presidente ha contraatacado al “inocuo” Tudanca, tildado de “juguete roto del sanchismo”, y ha cargado contra el relevo en su rival: “El PSOE ha cambiado el envoltorio pero no el contenido”. El alto cargo ha definido como “la madre de todas las ocurrencias” ese alegato electoral socialista y ha reiterado sus medidas como aval: “Sabemos dialogar y pactar”. Mañueco, que ha cosechado los dos peores resultados del PP en la historia de Castilla y León, gobernó primero con Ciudadanos (2019) y, tras despacharlos buscando una mayoría absoluta, acabó con Vox. Tudanca ha rememorado casos confirmados de corrupción institucional, como la urbanística Perla negra y sus condenas sobre varios cargos públicos, y el pronto juicio de La trama eólica, como ejemplos que salpican a Mañueco: “Usted siempre estuvo ahí”.

El siguiente en sacudir a Mañueco ha sido David Hierro, heredero de Gallardo como portavoz de Vox. El procurador, menos histriónico que su predecesor, ha mantenido la línea de su partido censurando las migraciones y comparando al PP con el PSOE en ideología y en minoría parlamentaria: “Ustedes dos compiten para ver quién es más progre [...] Usted es igual de zombi que Sánchez”. Hierro ha catalogado al presidente autonómico como “débil y ninguneado” y como responsable de la ruptura de la coalición al no respetar la “palabra” y “los acuerdos”, con polémicas como el protocolo antiabortista donde el PP reculó ante el órdago de sus socios. La actualidad política ha rebrotado con una clave para el PP como que su barón valenciano, Carlos Mazón, haya acordado los presupuestos nuevamente con la extrema derecha: “Aquí le dejo las condiciones que hace una semana adoptó Mazón para que Valencia avance y que es probable que puedan ser aceptadas por otras comunidades”. Mañueco, nuevamente leyendo, ha respondido sobre la “espantada” ahí donde duele a sus exsocios: “Salieron corriendo del ruedo para refugiarse en el burladero, como los malos toreros”.

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