Choque en público en Moncloa entre el PSOE y Sumar por la decisión de Hacienda de que el SMI tribute en el IRPF por primera vez

Díaz: “Si quieren hacer pedagogía fiscal, primero con los de arriba”. Alegría: “El dinero no es para Hacienda, es para los servicios públicos”. Sumar anuncia una proposición en el Congreso contra la medida

Pilar Alegría junto a Yolanda Díaz, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.Foto: MARISCAL (EFE) | Vídeo: EPV

La semana pasada hubo un debate intenso en el Consejo de Ministros entre Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo, esto es entre Sumar y el PSOE, por la reducción de la jornada laboral, con tono bastante duro que sorprendió a los ministros, pero nada de eso se trasladó a la rueda de prensa. Esta semana ha sido exactamente al revés: el Consejo de Ministros fue de trámite, sin discusiones internas, pero la rueda de prensa se transformó en un inédito debate público...

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La semana pasada hubo un debate intenso en el Consejo de Ministros entre Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo, esto es entre Sumar y el PSOE, por la reducción de la jornada laboral, con tono bastante duro que sorprendió a los ministros, pero nada de eso se trasladó a la rueda de prensa. Esta semana ha sido exactamente al revés: el Consejo de Ministros fue de trámite, sin discusiones internas, pero la rueda de prensa se transformó en un inédito debate público entre los dos socios de la coalición a cuenta de uno de los asuntos más sensibles: los impuestos. Ni siquiera en los momentos más duros entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se vivió un cruce de posiciones en la rueda de prensa tan claro y evidente que a ratos ha sido más parecido a un debate parlamentario que a una comparecencia conjunta del Ejecutivo.

Pilar Alegría y Yolanda Díaz se esforzaban por enseñar cada una sus propios gráficos, contradiciéndose, pidiendo ambas “hacer pedagogía” pero en sentido contrario: la vicepresidenta para criticar a Hacienda por haber decidido que, por primera vez en la historia, los ciudadanos que cobran el SMI sí tributarán IRPF ―aunque según sus cálculos solo lo harán un 20% de ellos― y la ministra portavoz para defender, visiblemente incómoda, esa decisión de María Jesús Montero.

El problema fue sobre todo de tiempos. La decisión, que según el ministro Cuerpo ayer no estaba tomada, se anunció por parte de Hacienda justo antes de la rueda de prensa, lo que provocó que quedará totalmente opacado el anuncio. Alegría se desesperaba por momentos: “la subida del salario mínimo es una buena noticia, es lo que hemos decidido hoy”. Pero el malestar en La Moncloa con Hacienda es muy importante, por el anuncio antes de la rueda y haber puesto así el foco en la discrepancia dentro de la coalición. Díaz no se cortó en ningún momento y dejó claro que Sumar no está de acuerdo con Montero, aunque respeta sus competencias.

La vicepresidenta dijo además que ella ―y otros muchos miembros del Gobierno también― se enteró por la prensa de la decisión de Hacienda. Montero y Díaz estuvieron juntas buena parte de la mañana, en una reunión interministerial sobre la dana de Valencia y después en el Consejo de Ministros. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda no avisó a su colega de que iban a anunciar la decisión poco después. “No hubo ni deliberación ni comunicación a ninguna de las partes que componemos Sumar, me he enterado por ustedes. Vamos a decirlo claro, una peluquera tributa un 17% y una gran corporación al 3,8%. Los españoles se merecen conocer cuáles son las posiciones. Queremos que quien más tiene, aporte más, queremos que los que cobran el SMI sean exentos como han sido hasta ahora”, aseguró tajante Díaz.

Los gestos de Díaz y de Alegría en la rueda de prensa eran muy evidentes. La portavoz salió a matizar, a sacar gráficos y a intentar explicar la decisión de Hacienda para tratar de recuperar el foco en la buena noticia de la subida del SMI. Ambas se miraban, cabeceaban cuando hablaba la otra, hablaban con gestos y con un claro malestar. La tensión es muy evidente, y esta vez nadie disimuló. “La justicia fiscal empieza por arriba. Acabamos de hacer un regalo fiscal a los rentistas, que se desgravarán el 100% del IRPF”, clamó Díaz. Y Alegría replicaba, sentada a su lado: “Esa parte que se dice que se lo queda Hacienda no es para ella, va a consolidar los servicios públicos, hay que hacer pedagogía fiscal”.

El argumento de Sumar se centra en que si se bajan impuestos a personas que tienen una vivienda en propiedad y la alquilan no se puede dar la señal política de incluir en el IRPF justo ahora a los que cobran el SMI, que siempre han estado exentos. Mientras, Hacienda asegura que técnicamente esto es lo que pedían los expertos, que ya hubo el año pasado una bajada importante de impuestos para rentas bajas, y que el 80% de los perceptores de SMI quedará fuera por las distintas exenciones por hijo y demás. Pero la cuestión no es ya tanto técnica como política, de mensaje, y parecía evidente, por lo que decía la propia Alegría, que la forma de comunicarlo por parte de Hacienda había arruinado una buena noticia como la subida del SMI.

Díaz incluso leyó la Constitución para acusar indirectamente al PSOE de no cumplir la filosofía de justicia social que está en este texto. “Todos contribuirán de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo”, leyó Díaz. “No es nuestra competencia, y estamos a favor de la pedagogía fiscal, pero que empiece por arriba”, insistía.

Sumar, además, no se conforma con mostrar su discrepancia en esta rueda. La formación quiere que el salario mínimo siga exento de tributación y está dispuesta a batallarlo. El grupo no tardó en comunicar que “ejercerá su autonomía parlamentaria” y a última hora de la tarde ha presentado en el Congreso una Proposición de Ley en este sentido. En su nota de prensa, el grupo afirmaba que la decisión de Hacienda se ha trasladado “de forma unilateral y sin consenso con el socio de Gobierno”. En el partido no entienden la postura del PSOE y además de considerarla un “ataque” contra los trabajadores que menos cobran, creen que tampoco les beneficia electoralmente. “Doy por hecho que van a rectificar, y si no, les haremos rectificar”, señala una fuente del grupo parlamentario.

Las reacciones políticas al anuncio del departamento de Montero se han desatado a lo largo de la tarde y tras el plante de Sumar, también Podemos y PP, por este orden, han informado del registro de sus propias iniciativas para garantizar que el salario mínimo quede exento de tributación. “Nos parece un absoluto escándalo que este Gobierno esté perdonándole los impuestos a las energéticas al mismo tiempo que por primera vez en nuestra historia las personas que cobran el SMI van a empezar a pagar impuestos”, ha afirmado Ione Belarra en los pasillos del Congreso. Los populares, por su parte, han presentado dos proposiciones de ley en las Cortes, informa Elsa García de Blas. “Feijóo consiguió que rectificase el Gobierno el año pasado y ya lo exigió ayer, lunes, de nuevo, a través del portavoz, Borja Sémper, tras la reunión del comité de dirección. Esta misma mañana, antes de que terminara el Consejo de Ministros, el presidente del PP exigió una rectificación inmediata al Gobierno para que dejen de alargar esta agonía a los más vulnerables”, afirma el PP en un breve comunicado.

Entre los socios nacionalistas, la medida de Hacienda también ha provocado rechazo. BNG ha criticado el anuncio y EH Bildu y ERC han manifestado que apoyarán la iniciativa de Sumar. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha subrayado que en la comunidad autónoma vasca, con competencias plenas sobre el IRPF, hay un principio de acuerdo entre su partido y sus socios del PSOE para que el salario mínimo no tribute por ese impuesto. Sin pronunciarse categóricamente sobre qué posición adoptará el partido en el Congreso, Esteban ha añadido: “Entiendo a Hacienda, pero entiendo también que hay que ayudar a los que están en situación más difícil”, informa Xosé Hermida.

El aumento pactado entre el Gobierno y los sindicatos para este año deja la cuantía mensual en 1.184 euros, 16.576 euros brutos al año. Si el ministerio no actualiza el IRPF a esta subida, es decir, si deja la ley tal cual está, una parte de los que perciben este salario (fundamentalmente los solteros sin hijos) verán mermada en buena medida la cantidad cobrada. Desde Sumar, recuerdan que España es un país con una masa de trabajadores receptores del SMI de 2,4 millones. “Es una cantidad importante debido a que hemos hecho en siete años el trabajo que deberían haber desarrollado los gobiernos desde hace veinte”, reivindican y añaden que la forma de sacar a esa masa de empleados del salario mínimo es precisamente subiendo los sueldos. “De esta forma dejarían de ser perceptores del SMI y podrían tributar con normalidad”, afirman antes de apelar al Acuerdo de gobierno sellado con el PSOE para incorporar los informes del Observatorio de los Márgenes Empresariales a la negociación de los convenios colectivos, lo que subiría los salarios y disminuiría la cantidad de perceptores del salario mínimo, algo que, según denuncian, “no se está cumpliendo”.

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