El PSOE activa el frente judicial y se querellará contra Aldama por injurias y calumnias
Sánchez, Illa, Montero, Torres, Cerdán, Gómez y Moreno estarán representados en la demanda conjunta. El partido exige al empresario que se retracte de sus acusaciones “espurias y con evidente finalidad política”
El PSOE está decidido a cortar de raíz las acusaciones de Víctor de Aldama contra la cúpula actual de La Moncloa y de Ferraz y por eso, el día después de su declaración ante el juez, los socialistas han iniciado su ofensiva contra uno de los presuntos cabecillas del caso Koldo. Para contrarrestar las acusaciones y a las puertas del 41º Congreso Federal que celebrará la próxima semana en Sevi...
El PSOE está decidido a cortar de raíz las acusaciones de Víctor de Aldama contra la cúpula actual de La Moncloa y de Ferraz y por eso, el día después de su declaración ante el juez, los socialistas han iniciado su ofensiva contra uno de los presuntos cabecillas del caso Koldo. Para contrarrestar las acusaciones y a las puertas del 41º Congreso Federal que celebrará la próxima semana en Sevilla, el PSOE ha resuelto presentar una querella criminal conjunta por injurias y calumnias en nombre de todos los miembros del partido y del Gobierno aludidos por Aldama. Los socialistas exigen, en el texto de la demanda de conciliación, previa a la presentación de la querella, que Aldama se retracte de sus acusaciones “espurias y con evidente finalidad política”.
Los representados por el PSOE en la demanda conjunta son el presidente Pedro Sánchez; su esposa, Begoña Gómez; la vicepresidenta primera María Jesús Montero; su jefe de gabinete Carlos Moreno; el ministro de Política Territorial Ángel Víctor Torres, el president catalán Salvador Illa; y Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE. Aldama testificó el jueves que había repartido mordidas de decenas de miles de euros a pesos pesados socialistas y del Gobierno, en una declaración en la Audiencia Nacional en la que no se limitó a señalar como corruptos a José Luis Ábalos y Koldo García.
El ministro de Política Territorial ha sido quien ha adelantado que el PSOE ultimaba una demanda colectiva. Aldama declaró la víspera que Koldo García le pidió 50.000 euros para Torres, 25.000 euros para el jefe de gabinete de Montero y 15.000 euros para Santos Cerdán. El número tres del PSOE ha pedido que geolocalicen su móvil para demostrar que “nunca” ha tenido relación con Aldama, que sostiene que Koldo García le entregó un sobre con esa cantidad en un bar enfrente de la sede del PSOE en la calle Ferraz. Según Aldama, fue un pago relacionado con una licitación en el País Vasco y a Cerdán le correspondía recibir “el cupo vasco”.
“Este señor hizo afirmaciones muy gruesas y muy graves, acusaciones basadas en mentiras, bulos e insidias. Como la mentira no puede salir gratis hoy mismo vamos a presentar una demanda judicial ante todas estas acusaciones sin pruebas por su carácter absolutamente gravísimo”, ha expresado el ministro. Aldama le contó al juez Ismael Moreno que Koldo García le pidió 50.000 euros para Ángel Víctor Torres, que en 2020 era el presidente de Canarias, para la compra de mascarillas durante la pandemia. “No hay ni una sola prueba, ni un solo documento que acreditara su afirmación. Estamos hablando de una persona capaz de afirmar que colaboraba con la CIA y el MI6 ―servicios secretos de EE UU y Reino Unido― y le ha faltado decir que lo hacía con la TIA para quienes leíamos los tebeos de Mortadelo y Filemón”, ha incidido Torres. El propósito estaba claro: desacreditar a Aldama, dentro de la estrategia de Ferraz y La Moncloa, por una estrategia judicial “basada en la mentira”.
Aldama también ha declarado que Sánchez le quería conocer para darle las gracias por sus gestiones en México, donde iban a licitarse importantes contratos ferroviarios, y que por eso asistió a un acto del PSOE en 2019. “Menuda inventada. Poco menos que yo estaba esperando a que llegara este señor al mitin para poder hacer el mitin”, llegó a ironizar el presidente el jueves tras aprobar la reforma fiscal. Fuentes de La Moncloa insisten en que todo es una “pantomima basada en mentiras” y están “absolutamente tranquilos porque no hay nada que pueda comprometer” a Sánchez. En cuanto a la esposa del presidente, Aldama asegura que participó en una reunión para el desarrollo de un proyecto en la España Vaciada. Gómez lo habría hecho por su vínculo con una filial de Globalia llamada Wakalua.
El conseguidor, que se encontraba hasta ahora en prisión preventiva por otra trama criminal de hidrocarburos, sostiene que pidió un “favor” al director de gabinete de María Jesús Montero para que le consiguiera el aplazamiento de una deuda para una de sus sociedades. Según la versión que dio en la Audiencia Nacional, este le contestó que “antes” tenía que hablar con su “jefa”. Una situación, según Aldama, se desbloqueó tras el pago de 25.000 euros.
El aplazamiento de las deudas con la Agencia Tributaria se concede sin necesidad de garantías cuando no supera determinados importes. En concreto, los 50.000 euros –hasta el año pasado, el umbral eran 30.000 euros–. Para cifras superiores, la Administración requiere un aval bancario u otro tipo de garantías, por ejemplo un inmueble, informa Laura delle Femmine. Una vez que el contribuyente entrega toda la documentación que se le exige, la Administración tiene un mes para decidir si se le concede o menos la ampliación del pago. Fuentes de Hacienda aclaran que este tiempo puede alargarse cuando la información presentada por el contribuyente es incompleta o incorrecta, por lo que el plazo de un mes empieza a correr desde que el fisco tiene en sus manos los datos que necesita para estudiar la solicitud.
Aldama también afirmó en la Audiencia Nacional que se planificó una cena entre la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, con Sánchez y varios de sus ministros, entre ellos Montero e Illa, cuando era el responsable de Sanidad. El presidente de la Generalitat ha negado que se hubiese producido. “He visto muy bien al presidente del Gobierno, le conozco y he visto, cosa que me alegra un montón, Gobierno para rato”, ha recalcado este viernes tras reunirse en La Moncloa con Sánchez.
La reacción del PSOE parte de la premisa de que no puede permitir que “la agenda política la marquen delincuentes confesos que calumnian sin pruebas” y únicamente con el propósito de “salir de Soto del Real y dormir en casa”, aseguran fuentes del partido. “Este es un Gobierno limpio que lucha contra la corrupción”, ha apostillado Torres. En el PSOE están seguros de que Alberto Núñez Feijóo no presentará una moción de censura tras la última andanada de Aldama contra los socialistas. El líder del PP no la mencionó el jueves expresamente, pero se abrió a ella e incluso apeló a los socios del Ejecutivo. “No la va a presentar, porque no tiene números ni proyecto para el país”, ha zanjado Torres, muy duro con Feijóo porque, según el ministro, “acabó rebajándose a convertirse en portavoz de un delincuente confeso” al dar credibilidad a Aldama. “A lo mejor, lo que se encuentra es una censura interna en su propio partido, está con angustia y ansiedad, pero le decimos que hay Gobierno para rato”, ha concluido Torres devolviendo el golpe al líder de la oposición.
“La estrategia de defensa de este señor que es reconocer todos los delitos que ha cometido y acusar sin pruebas falsamente a personas del PSOE es bastante evidente. No nos puede sorprender. Muchos delincuentes confesos utilizan este tipo de estrategias de reconocer sus delitos y de intentar ensuciar a otras personas y nadie les da credibilidad alguna. De hecho, él mismo ha tenido algunas declaraciones que ponen absolutamente en entredicho”, también ha salido en defensa del Gobierno Félix Bolaños.
El ministro de Presidencia ha hecho hincapié en que Aldama quedó en libertad “porque ha reconocido todos y cada uno de sus delitos” sobre el caso en que se encuentra involucrado de hidrocarburos, “pero nadie ha dado credibilidad a las declaraciones que ha hecho acusando falsamente sin pruebas a otras personas. Es una estrategia que utilizan con mucha frecuencia los delincuentes confesos y no debe sorprendernos”, ha razonado antes de presidir la conferencia sectorial de Justicia en Córdoba.
El PP ha ignorado esos argumentos con una nueva tanda de críticas corales al Gobierno. “Sánchez es el máximo protagonista de todas las ramas de esta autopista de la corrupción”, ha proferido la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, que ha sostenido que Aldama “campaba a sus anchas” por el Ministerio de Fomento en la etapa de Ábalos. “No sé si Aldama dice la verdad; lo que sí sabemos los españoles es que el señor Sánchez ha faltado mucho a la verdad durante muchos años”, ha disparado Juan Manuel Moreno, el presidente de la Junta de Andalucía. “Las acusaciones y la situación del Gobierno es gravísima, se vio desde el primer momento que esta legislatura era fallida. Si Sánchez llegó con una moción de censura para luchar contra la corrupción, creo que él y todo su Gobierno tiene que irse. Lo que haría cualquier persona es dimitir, marcharse y dejar en paz a los españoles”, le ha secundado otro barón del PP, Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, tras reunirse con Sánchez en La Moncloa.
Un ataque al honor “premeditado" y "torticero”
El PSOE sustenta el texto de la demanda de conciliación, previa a la presentación de la querella criminal, en que las manifestaciones de Aldama “son absolutamente falsas, difamatorias, injuriosas y calumniosas” y “atentan de manera absolutamente grave contra el honor de importantes” miembros del Gobierno y del PSOE y de Begoña Gómez, la esposa del presidente. La intención del presunto conseguidor del caso Koldo sería “afectar al honor no tan sólo de estos a título personal sino también al Gobierno en su conjunto y al propio PSOE como persona jurídica”.
La conclusión de los servicios jurídicos del PSOE es que las declaraciones de Aldama se pueden considerar injurias y calumnias, según establecen los artículos 205 y 208 del Código Penal, y además revisten del carácter de delitos públicos contra autoridades en el ejercicio de sus cargos (artículo 215), aunque también podrían tipificarse en el tipo previsto en el artículo 504 del Código Penal.
El escrito, de 15 páginas, tilda las declaraciones de “premeditadas, torticeras” con fines “absolutamente espurios y evidente finalidad política”. “Desconocemos si obedecen a intereses exclusivamente propios o también de terceros, así como si se han efectuado motu propio o a cambio de precio, recompensa o promesa”, añade el PSOE, que alega que Aldama, investigado en un procedimiento penal, “no puede ampararse fraudulentamente en el derecho de defensa, que permite la mentira en favor propio (…) ante la palmaria gravedad y transcendencia pública de las mismas”.
El PSOE exige a Aldama que se retracte, “comprometiéndose a cesar de forma inmediata toda actividad tendente a dañar el prestigio, la imagen y el honor de mis mandantes”.