Una red criminal estafó cinco millones a más de 1.000 víctimas en ventas en línea de relojes, teléfonos y tecnología de alta gama
La red criminal consiguió posicionar en puestos preferentes sus páginas clonadas y ofrecían sus productos a precios levemente inferiores para no levantar sospechas
La búsqueda en internet de teléfonos, relojes o productos electrónicos de alta gama llevaba a las webs de firmas bien conocidas que, curiosamente, ofrecían sus productos en un rango de precios ligeramente inferior al habitual en el mercado. La apariencia de las páginas de venta era normal, sus dominios no levantaban mayores sospechas y estaban posicionadas en los primeros lugares en todos los buscadores. Sin embargo, ...
La búsqueda en internet de teléfonos, relojes o productos electrónicos de alta gama llevaba a las webs de firmas bien conocidas que, curiosamente, ofrecían sus productos en un rango de precios ligeramente inferior al habitual en el mercado. La apariencia de las páginas de venta era normal, sus dominios no levantaban mayores sospechas y estaban posicionadas en los primeros lugares en todos los buscadores. Sin embargo, eran falsas y los compradores jamás recibían la mercancía. Una organización criminal con base en los municipios alicantinos de Orihuela Costa y Torrevieja había suplantado a las marcas originales y consiguieron así estafar más de cinco millones de euros a más de 1.000 víctimas repartidas por toda España. Una operación de la Policía Nacional ha desmantelado la trama con la detención de tres de sus integrantes y la identificación de otros dos, todos ellos de nacionalidad ucrania.
La Policía alerta de los peligros de las compras telemáticas. Avisa contra las promociones que llegan por correo o redes sociales, las páginas fraudulentas que se aprovechan de un tecleo erróneo del nombre que se busca o de las que presentan imágenes de mala calidad, malas traducciones o faltas de ortografía. Pero en el caso de esta red, nada parecía fuera de lugar. Las webs que creaban eran muy parecidas a las que usurpaban, algunas de ellas, subrayan fuentes policiales, idénticas a las legítimas. Elegían marcas muy conocidas, la interfaz de usuario era muy similar, los nombres elegidos para el dominio apenas variaban respecto a las originales. Aparecían en puestos de relevancia en los motores de búsqueda y los presuntos estafadores variaban apenas el precio a la baja, para que los clientes los valoraran como una mínima rebaja, no como chollos que podían ser considerados evidentemente fraudulentos. Según los expertos de la sección de Fraude en Comercio Electrónico de la Unidad Central de Ciberdelincuencia que participaron en la operación, llamada Cronos, la factura de las páginas falsas era excelente.
Una vez que el comprador elegía el producto y lo pagaba, la transacción se volatilizaba. Los encargos nunca llegaban a sus destinos y nadie respondía en los soportes técnicos habilitados en las páginas clonadas. El dinero llegaba a más de 100 cuentas diferentes abiertas con documentación falsa e inmediatamente se convertía en criptodivisas. Los investigadores señalan que los presuntos timadores traspasaban el dinero incontables veces entre lo que se conoce como carteras frías, destinadas a dificultar el rastreo y la identificación de los receptores.
En ocasiones, los agentes especializados en ciberdelincuencia conseguían determinar la falsedad de una de las páginas ilegítimas y procedían a su cierre. Sin embargo, la trama ni se inmutaba, ya que rápidamente creaban una web nueva y eran capaces de posicionarla en puestos preferentes entre los motores de búsqueda. Y el negocio seguía intacto. El dinero seguía llegando a sus cuentas y lo manejaban con más de 100 tarjetas de crédito en blanco en las que grababan datos de otras robadas o comprometidas que los integrantes de la organización criminal conseguían en el mercado negro.
La investigación comenzó en abril de 2023, cuando los agentes detectaron decenas de denuncias similares presentadas en comisarías de toda España. Tras reunir toda la información posible, a finales de este verano se logró ubicar a los presuntos estafadores en varios domicilios de la costa sur de la provincia de Alicante, repartidos entre los municipios de Orihuela Costa y Torrevieja, ambos con una nutrida población procedente del este de Europa. La operación culminó con la detención de tres personas y la identificación de otras dos, además de la entrada y registro de dos de sus domicilios, en los que se ha intervenido documentación falsa, tarjetas de crédito en blanco y un dispositivo para su manipulación y los teléfonos móviles desde los que, según las mismas fuentes, los supuestos estafadores realizaban la mayoría de las operaciones. Tras pasar a disposición judicial en un juzgado de Torrevieja, todos los arrestados quedaron en libertad con cargos.