El Gobierno de España, tocado por la victoria de Trump, confía en que sirva para reactivar a la izquierda frente a la ola ultraderechista

Feijóo felicitan al republicano y Abascal muestra su satisfacción: “Es la hora de los patriotas. Es la hora de la libertad”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este martes en La Moncloa.Mariscal (EFE)

En España, la victoria de Donald Trump dejó al Gobierno progresista desolado, al PP con sensaciones agridulces y a Vox en un estado de euforia absoluta. Era un escenario probable, pero era el peor posible para las expectativas de Sánchez. El Ejecutivo ha recibido esta mañana con auténtica desolación los datos que llegaban de EE UU de una victoria muy clara de Trump que además le dará mucho más poder que en su primera legi...

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En España, la victoria de Donald Trump dejó al Gobierno progresista desolado, al PP con sensaciones agridulces y a Vox en un estado de euforia absoluta. Era un escenario probable, pero era el peor posible para las expectativas de Sánchez. El Ejecutivo ha recibido esta mañana con auténtica desolación los datos que llegaban de EE UU de una victoria muy clara de Trump que además le dará mucho más poder que en su primera legislatura. El Gobierno español ya había visto como la ola de derecha y ultraderecha en toda Europa le iba dejando cada vez más solo dentro de la UE, donde el líder del PSOE es uno de los pocos representantes socialdemócratas y casi el único por ejemplo que defiende un discurso en positivo sobre la inmigración, la antítesis de las posiciones de Trump.

Sánchez felicitó públicamente al candidato republicano de manera diplomática y en inglés. “Trabajaremos en nuestras estratégicas relaciones bilaterales y en una fuerte colaboración transatlántica”, señaló el presidente. Pero en el Gobierno se respira una gran decepción porque confiaban en que una victoria de Kamala Harris pudiera dar aire a los progresistas en todo el mundo. Aún así, y puestos a hacer de la necesidad virtud, diversos miembros del Gobierno consultados confiaban en que esta victoria clara del máximo representante de la ultraderecha mundial pueda servir para reactivar a los progresistas frente a esta amenaza también en España y sobre todo para que la izquierda en todo el mundo entienda el mensaje y aprenda a mejorar sus propuestas y a conectar mejor con las clases trabajadoras.

En La Moncloa insistían en que no conviene hacer extrapolaciones directas, porque la situación política española es muy diferente a la de EE UU, pero sí debería servir para reactivar uno de los elementos centrales que en 2023 llevaron a una reacción del votante progresista que impidió que el PP y Vox sumaran una mayoría absoluta. “Puede ser una oportunidad más de visibilizar lo que representa la internacional ultraderechista, fuera y dentro de Europa. Es una amenaza real y poderosa”, resume un miembro del Gobierno.

En cualquier caso en el Ejecutivo asumen que los demócratas en EEUU, y es algo que le pasa a los partidos progresistas en muchos países del mundo, están perdiendo la conexión con amplias capas de las clases trabajadoras, en las que la inflación ha hecho estragos muy importantes en los últimos años, que se suman a un precio de la vivienda también allí disparado e inalcanzable para muchos sectores. “Esto debe ser un acicate para el mundo progresista para hacer las cosas mejor”, señala un miembro del Gobierno. Y además hay otro elemento decisivo, según esta visión, que es la desinformación, que hace estragos en EEUU. “Hay una evidente desigualdad entre unos medios que informan y otros que expanden propaganda que hace muy difícil la competición electoral”, resumen en el Ejecutivo.

La victoria de Trump tendrá además, según coinciden diversos miembros del Ejecutivo, consecuencias inmediatas para Europa, uno de los asuntos a los que Sánchez ha dedicado más atención en los últimos años. Obligará a la UE a replantearse su posición estratégica, con un EE UU que ampliará las barreras comerciales y volverá al proteccionismo, lo que podría dejar descolocada a Bruselas, y con la posibilidad de que retire el apoyo militar a Ucrania. La solución, para el Ejecutivo, es reforzar a la UE y su autonomía estratégica, un concepto en el que siempre insiste Sánchez. “Ya va siendo hora de que Europa coja las riendas de su destino de manera más consistente. Hay que avanzar en más unión política. Europa tiene que fortalecerse, y la victoria de Trump es un acicate para hacerlo”, señalan fuentes del Gobierno tratando de ver un lado positivo a una pésima noticia para los intereses de la coalición progresista.

El PP ha felicitado a Trump por su victoria, en la que ve luces y sombras. “Mi sincera enhorabuena a Donald Trump. Trabajaremos para una mejor relación bilateral, con la UE y en la OTAN”, ha manifestado Feijóo a primera hora en un mensaje en la red social X. Poco después, el vicesecretario de asuntos Internacionales del PP, Esteban González Pons, ha defendido “queriendo ver el vaso medio lleno” que la victoria de Trump es “una oportunidad” para los europeos por el hecho de que “una nueva Administración americana empiece al mismo tiempo que una nueva Comisión Europea”. “Y que puedan empezar una página en blanco a hablar desde el principio, porque son un aliado indispensable”.

“Trump viene con mucha más fuerza”, ha reflexionado González Pons en una entrevista en Onda Cero. “Va a tener el control de las dos Cámaras. No va a tener más contrapeso que la prensa. Vamos a ver un Trump distinto, los europeos debemos establecer puentes y que no haya un enfrentamiento entre Europa y EE UU en la medida de lo posible, porque somos un continente atlantista”.

Preguntado por la cara negativa de la victoria de Trump, el dirigente del PP ha citado “la repercusión que puede tener para la economía europea el establecimiento de aranceles, sobre todo para el automóvil”, y también “la repercusión para la UE de la división de sus líderes”. “Ya estamos viendo a primera hora, algunos como Orbán consideran que la victoria de Trump es la victoria de sus tesis, que también podría romper el Consejo Europeo”, ha advertido, antes de mencionar también las consecuencias de la “política aislacionista” de Trump para Ucrania y la posibilidad de que EE UU “puede restablecer las relaciones con Rusia”. “Eso significa, como españoles, que tenemos que empezar a preocuparnos por el Sahel”, ha alertado. “Ahora la defensa de Europa es cosa nuestra. Si seguimos dividiéndonos, cada vez más pequeños, más enfrentados… Europa tiene que empezar a preocuparse por su economía y su defensa”, ha reclamado González Pons. La victoria de Trump tampoco viene bien al PP desde una perspectiva de competición política propia, porque el triunfo de las tesis extremistas puede dar alas a su principal adversario en la derecha, Vox.

Precisamente el partido de Santiago Abascal fue el que con más claridad recibió con euforia el resultado, sin matices, del que consideran su gran aliado y el líder mundial de su línea política. Vox ha recibido mucho apoyo del entorno del candidato republicano, y las conexiones son múltiples. Todos los partidos de ultraderecha mundial se miran en el espejo de EE UU, y Vox es uno de los que está más pendiente de las técnicas y las estrategias que ha llevado Trump para llegar dos veces en ocho años al poder. Abascal se mostró eufórico en X, donde mostró su entusiasmo con dos fotografías suyas, una con Trump y otra con el que será su vicepresidente, JD Vance. “Hoy tenemos que celebrar también la importancia del voto hispano en esta victoria del mundo libre. Es la hora de los patriotas. Es la hora de la libertad”, clamó el líder de Vox.

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