La avalancha de solidaridad de toda España desborda Valencia tras la dana

Las Generalitat crea una plataforma para garantizar la gestión y distribución de las donaciones a los municipios damnificados

Una mujer carga con productos de primera necesidad en Paiporta.Eva Manez (REUTERS)

La otra cara de la devastación que trajo la dana a los municipios valencianos ha sido la oleada de solidaridad de miles de personas que, tras la tragedia, se echaron a la calle y acarrearon al hombro, en carros o en bicicleta botellas de agua, comida, palos, escobas y cubos para ayudar ...

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La otra cara de la devastación que trajo la dana a los municipios valencianos ha sido la oleada de solidaridad de miles de personas que, tras la tragedia, se echaron a la calle y acarrearon al hombro, en carros o en bicicleta botellas de agua, comida, palos, escobas y cubos para ayudar a los damnificados por la catástrofe. A la solidaridad espontánea de los ciudadanos, se unieron Cruz Roja, Cáritas, el Banco de Alimentos, la Unidad Militar de Emergencias (UME), las asociaciones de vecinos o la propia Generalitat, que este lunes ha puesto en marcha una plataforma —https://presidencia.gva.es/somsolidaritat— para canalizar la avalancha de donaciones a los afectados que, reconocen, los ha desbordado.

La Generalitat comenzó con un centro logístico para almacenar camiones cargados con agua, comida no perecedera o material de limpieza y ahora dispone de 13. Aseguran que están sobrepasados porque en los últimos días han llegado a la zona cero camiones de todas partes del país e incluso del extranjero. La vicepresidencia primera de la Generalitat, de la que dependen los servicios sociales, explica que existe un grupo, formado por la comunidad autónoma, la Diputación de Valencia, Emergencias, Protección Civil, Policía Nacional y Guardia Civil, que se ocupa de organizar la logística y coordinar la recepción y envío de material. De momento, no facilitan datos de las cantidades movilizadas.

El movimiento vecinal de Valencia se puso manos a la obra y organizó la recogida de materiales en cinco barrios de la capital, en coordinación con el Ayuntamiento. “El problema no es la recogida de alimentos, sino que se distribuya y llegue a los lugares afectados”, explica Tito Alapont, responsable de comunicación de la Federación. Primero recogieron agua y comida, y más tarde palas, rastrillos, botas de agua, gafas de protección o guantes para los voluntarios que acudían en masa a esos municipios sin herramientas de trabajo. “Una empresa de toallas húmedas de Alicante contactó con nosotros para traer 20 palets, pero nosotros no teníamos capacidad de recibirlo ni almacenarlo, así que hablamos con el consistorio para que lo recogiesen”, pone de Alapont. María José Broseta, presidenta de la federación, que agrupa a 80 asociaciones de la capital, insiste en que la colaboración con el Ayuntamiento de la capital ha sido “rápida y eficiente”.

“La ayuda es importante, pero que venga de forma racional, es decir por productos y necesidades, dependiendo del día, de la semana y del mes porque esto va para largo”, explica Xavi, portavoz de la Asociación vecinal de Benimaclet, uno de los barrios de la capital, que se ha autogestionado ante el vacío que, asegura, ha encontrado estos días. “Hacen falta, sobre todo, almacenes para depositar los productos donados. Es preciso que los donantes no traigan los camiones directamente a los sitios sino a puntos logísticos. El suministro de alimentos está medio cubierto, creo que ahora toca más gestionar la logística y no lo veo por parte de las Administraciones Públicas”, considera. “Hemos llevado furgonetas y camiones cargados de donaciones de vecinos de todas las nacionalidades y razas hasta la zona cero”, remarca Xavi.

“Estamos poniendo toda el alma de Cruz Roja en atender a los afectados, pero sabiendo que tenemos que hacer tropecientas cosas más”, reconoce Miguel Ángel Rodríguez, coordinador de Cruz Roja en la Comunidad Valenciana. La organización desplegó desde primera hora 1.667 voluntarios en la zona cero, albergaron 3.129 personas en diferentes centros y han montado 17 puntos de distribución y entrega en los diferentes municipios afectados, desde Utiel-Requena a l’Horta Sud. Entre todos ellos se han repartido 60.800 manutenciones, 1.273 prendas de abrigo y 21.000 kits de higiene. La organización está a pleno rendimiento a pesar de que también se ha visto afectada, con cuatro sedes y un almacén logístico inundados. “La gente está en shock y lo agradecen todo, también el acompañamiento. Tenemos una sensación tremenda porque a las ocho de la tarde del pasado martes yo estaba comprando pan y cayó una debacle sobre nosotros”, añade.

“Todas las organizaciones queremos ayudar, cada vez nos estamos organizando mejor, cada vez traemos más recursos: el Ejército, el Estado, las ONG; y cada vez nos acercamos más a todas las personas que lo necesitan. Pero sabemos que no hemos podido llegar a todos y sabemos que hay gente que ha estado muy sola. Es un trabajo de largo plazo”, concluye Rodríguez, que reconoce lo complicado que es canalizar toda esa intensidad de colaboraciones.

Olivia Pérez, portavoz de Cáritas Diocesana de Valencia, confirma el aluvión de ayuda. “Empresas, particulares, asociaciones, camiones de no sé donde… Estamos viendo qué necesidades hay y coordinándonos con las sedes parroquiales, aunque está siendo complicado porque siguen fallando las comunicaciones. Todos estamos haciendo lo que podemos”. Esta asociación solo recoge material de empresas o grandes entidades y de particulares, donaciones económicas.

Jaume Serra, presidente del Banco de Alimentos, asegura que han recogido desde el pasado miércoles y hasta el domingo más de un millón de kilos de alimentos y productos de primera necesidad en el punto de recepción y reparto establecido en Mestalla, el campo de fútbol. “El Valencia puso a disposición de la ciudadanía el estadio como un punto de depósito de alimentos y de productos de primera necesidad y la respuesta solidaria del valencianismo y del resto de la sociedad ha sido masiva”, concluye. Además, el Ejército de Tierra y los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias han entregado entre la población 120.000 litros de agua embotellada y más de 37.420 raciones de comida en las localidades arrasadas por la riada, según Defensa.

La llamada a los voluntarios el pasado fin de semana en Valencia superó todas las expectativas. Unas 10.000 personas respondieron a la petición de la plataforma del voluntariado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de la capital. La idea era organizar a las multitudes, enviándolos en autobuses a las zonas afectadas, pero el dispositivo era complejo y conforme fue avanzando el día arreciaron las quejas y críticas de los presentes en las redes sociales. El domingo la afluencia fue mucho menor ―unos 1.300 voluntarios― y este lunes se ha decidido hacer un paréntesis en el envío de autobuses para no entorpecer las labores de los servicios de emergencias. De momento, pequeños grupos de voluntarios están siendo enviados a aquellos ayuntamientos que lo solicitan para descargar camiones con provisiones o para repartir comida entre los damnificados.

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