Monasterio renuncia a su escaño en la Asamblea de Madrid tras ser destituida como líder regional de Vox

La dirigente madrileña rehúsa seguir de portavoz parlamentaria y denuncia la falta de democracia del partido de Abascal

La hasta ahora presidenta de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, este jueves en la Asamblea de Madrid. El primero por la izquierda, sus sustituto, José Antonio Fúster.FERNANDO ALVARADO (EFE)

La hasta ahora líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, ha anunciado este jueves que renuncia a su escaño en la Asamblea de la Comunidad de Madrid después de que el secretario general, Ignacio Garriga, le comunicara que “iba a ser destituida” al frente del partido en la región, rehusando así continuar de portavoz parlamentaria como se le había ofrecido para hacer menos traumático el cese. “A la vista de que hoy no soy la persona de confianza del secretario general y del presidente [de Vox, Santiago Abascal] me parece lógico y me parece honesto también entregar mi acta de diputada”, ha dicho e...

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La hasta ahora líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, ha anunciado este jueves que renuncia a su escaño en la Asamblea de la Comunidad de Madrid después de que el secretario general, Ignacio Garriga, le comunicara que “iba a ser destituida” al frente del partido en la región, rehusando así continuar de portavoz parlamentaria como se le había ofrecido para hacer menos traumático el cese. “A la vista de que hoy no soy la persona de confianza del secretario general y del presidente [de Vox, Santiago Abascal] me parece lógico y me parece honesto también entregar mi acta de diputada”, ha dicho en una breve declaración en el Parlamento regional, leída y sin preguntas, pero cargada de reproches velados.

Tras puntualizar que, aunque fue Garriga quien le comunicó su relevo, la decisión última de su destitución ha correspondido a Abascal, Monasterio ha subrayado que el Comité Ejecutivo Provincial (CEP) de Madrid, cuyo mandato terminaba el próximo mes de noviembre, era el último que quedaba en la formación elegido democráticamente por las bases y también el que contaba con mayor número de afiliados. Ha lamentado, no obstante, que la dirección nacional tenga “la potestad de elegir a dedo al próximo comité de Madrid, gracias a las sucesivas enmiendas presentadas a los estatutos [de Vox], que han dejado de lado la democracia interna que habíamos venido a defender.”

Rocío Monasterio, anuncia que deja su acta de diputada en la Asamblea, durante un pleno en la Asamblea de Madrid, este jueves.Carlos Luján (Europa Press)

Ha señalado que en esas condiciones no considera lógico seguir como diputada y ha anunciado su decisión de retornar a su actividad privada como arquitecta, “donde es probable que haga más viviendas que la señora Ayuso en cuatro años”, ha apostillado. Aludía así a la última pregunta que ha formulado en el pleno de la Cámara a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que ha versado sobre la dificultad de los jóvenes para acceder a una vivienda.

Monasterio ha recordado que formó parte de Vox desde su fundación, “cuando las cosas eran difíciles, cuando el espíritu de todos era limpio y cuando el partido destacaba por la solvencia de muchos de sus miembros”, ha añadido, en alusión a los cuadros de la formación que han sido purgados o ha tirado la toalla en los últimos años. Tras desgranar una lista de agradecimientos a cuantos la han apoyado durante su etapa como presidenta del partido en Madrid y como diputada regional, se ha dirigido al registro de la Cámara para formalizar su renuncia, arropada por un puñado de diputados de Vox, que han aplaudido su intervención. Entre ellos estaban Íñigo Henríquez de Luna, José Ignacio Arias y Jorge Cutillas, pero no José Antonio Fúster, su sucesor como presidente regional de Vox.

Una hora después de que lo adelantara EL PAÍS, Vox confirmó este miércoles, a través de un comunicado, que la dirección del partido había decidido sustituir a Monasterio como presidenta del partido en Madrid, un cargo que ocupaba desde hace ocho años y para el que fue reelegida en las elecciones primarias celebradas en septiembre de 2020.

La salida de la hasta ahora líder profundiza la crisis del partido en la región. En enero, José Luis Ruiz Bartolomé, la mano derecha de Monasterio, renunció a su escaño. Pablo Gutiérrez de Cabiedes, que era quien debía sustituirle, renunció a hacerlo. Y la portavoz fue sancionada en mayo con quince días sin sueldo por votar dos veces en una misma iniciativa, castigo que refleja el desconcierto que vive el grupo parlamentario desde que registró fuera de plazo las enmiendas con las que iba a negociar con el PP los Presupuestos de 2023, lo que dejó a Madrid sin cuentas públicas el año pasado y abrió un conflicto interno a las puertas de las elecciones autonómicas del que tomó buena nota el líder nacional, Santiago Abascal.

A primera hora de este jueves, en declaraciones a Radio Libertad, Abascal ha inscrito en la “absoluta normalidad” el cese de Monasterio. “Lo que se hace es que Rocío va a seguir centrada en el trabajo en la Asamblea y José Antonio Fúster, que es nuestro portavoz nacional, va a dar un nuevo impulso a la organización territorial en Madrid”, ha dicho, antes de conocer que Monasterio había decidido renunciar a su escaño. “Vox toma sus decisiones y va seguir tomándolas para que el partido vaya cada vez mejor”, ha añadido, negando que la destitución de su hasta ahora presidenta madrileña sea un síntoma de división interna.

En una breve comparecencia ante la prensa, Fúster ha manifestado “no compartir” la interpretación que ha hecho Monasterio de su destitución, aunque tampoco ha aclarado el motivo de la misma, alegando que no estuvo presente en la conversación entre esta y Garriga. El nuevo presidente regional de Vox ha agradecido el trabajo realizado por su antecesora y ha insistido en que el deseo del partido es que continuara como portavoz de Vox en la Asamblea regional y que no renunciara al escaño, una decisión de la que ha dicho haberse enterado cuando ella la ha anunciado públicamente. Pese a ello, ha revelado ya el nombre de su sucesora. Será la diputada autonómica Isabel Pérez Moñino, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Fuenlabrada, cuyo nombre se había barajado también como nueva presidenta regional.

El argumento que se ha dado internamente para justificar el cambio es que ya han transcurrido cuatro años desde que, en septiembre de 2020, ganó en elecciones primarias la Presidencia del Comité Ejecutivo Provincial (CEP) de Madrid, por lo que su mandato habría caducado. Sin embargo, su sustituto no ha salido de unas nuevas elecciones primarias ya que, en abril de 2022, Vox cambió sus estatutos para suprimir los comicios internos, de forma que los comités provinciales ya no son elegidos democráticamente por las bases, sino designados a dedo por la dirección, como ha subrayado la propia Monasterio.

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