Marruecos y España refuerzan la seguridad en la frontera de Ceuta ante otro llamamiento a un salto a la valla

Marruecos y España van a reforzar este fin de semana la seguridad en la frontera de Ceuta ante la amenaza de un nuevo intento de salto a la valla de separación territorial. La delegada del Gobierno en la ciudad autónoma, Cristina Pérez, ha adelantado que el incremento de los efectivos “está llegando de manera constante” a la frontera y al puesto del Tarajal. La medida se ha adoptado ante la ...

Marruecos y España van a reforzar este fin de semana la seguridad en la frontera de Ceuta ante la amenaza de un nuevo intento de salto a la valla de separación territorial. La delegada del Gobierno en la ciudad autónoma, Cristina Pérez, ha adelantado que el incremento de los efectivos “está llegando de manera constante” a la frontera y al puesto del Tarajal. La medida se ha adoptado ante la “alarma” desatada en las redes sociales por la convocatoria fijada para el lunes, día 30, a una entrada de numerosos jóvenes migrantes como la que se produjo hace dos semanas, cuando un despliegue de seguridad marroquí sin precedentes cerró el paso a cientos de jóvenes.

En un encuentro mantenido en Nueva York en paralelo a la Asamblea General de la ONU, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abordó con su homólogo marroquí, Aziz Ajanuch, la creciente presión migratoria en las fronteras comunes, entre otros asuntos bilaterales. Durante el mes de agosto, las fuerzas de seguridad del país magrebí impidieron la entrada a 11.300 migrantes irregulares que pretendían irrumpir en Ceuta, en su mayoría a nado, y a otros 3.300 en Melilla.

Marruecos ha asegurado que sus fuerzas de seguridad bloquearon el pasado día 15 a cerca de 3.000 jóvenes en torno a la frontera de Ceuta, aunque la prensa marroquí eleva hasta 4.500 la cifra de participantes en la concentración para forzar una entrada masiva. El portavoz del Gobierno de Rabat, Mustafá Baitas, afirmó que ninguno de los migrantes, en su gran mayoría marroquíes, consiguió atravesar entonces el perímetro de la valla de la ciudad autónoma española, a pesar de los sucesivos intentos de salto. El también ministro de Relaciones con el Parlamento se felicitó de que no se hubiese producido ninguna muerte entre los migrantes, aunque un joven marroquí fue hallado ahogado el domingo en una playa de la vecina población de Fnideq (Castillejos).

“Muchos jóvenes han sido incitados por desconocidos [a entrar ilegalmente en Ceuta] a través de las redes sociales”, aseguró Baitas, quien informó de que la policía detuvo a 152 personas, en el norte del país y varias de las principales ciudades marroquíes, “en el marco de la lucha contra los llamamientos movilizando a los jóvenes a la inmigración irregular”. Un tribunal de Tetuán, 40 kilómetros al sur de Ceuta, condenó el lunes a penas de entre tres meses y seis meses de prisión a cinco acusados de “incitación a la inmigración ilegal” en el intento de salto masivo a la valla de Ceuta del pasado día 15.

El paso fronterizo del Tarajal ha operado con normalidad en los últimos 10 días, una vez que los jóvenes que permanecían en la zona de Castillejos contigua a Ceuta fueran interceptados por las fuerzas policiales marroquíes y evacuados en autobuses con las ventanillas cubiertas con cartones a zonas alejadas del país.

El gobernador del Banco del Magreb, la banca central de Marruecos, Abdelatif Juahri, ha advertido de que el desempleo entre los jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años ha aumentado casi tres puntos en apenas un año al pasar del 46,1% en el segundo trimestre de 2023 al 48,8% en el mismo periodo de 2024. “La economía nacional perdió 82.000 empleos en el segundo trimestre de 2024, la mayoría en el sector agrícola a causa de la sequía”, precisó Juahri. El país magrebí acumula seis años con escasas precipitaciones, que han dejado las reservas de los embalses rebajadas a un 28% de su capacidad. Aunque la agricultura solo representa un 14% del producto interior bruto marroquí, da empleo a un 40% de la población activa.

“Han perdido la esperanza”

La presión migratoria de los jóvenes en la frontera de Ceuta se produce en medio de un pujante desarrollo de la economía marroquí que parece discurrir a dos velocidades. “Los indicadores macroeconómicos no se corresponden con la realidad de los pueblos y barrios en situación de precariedad, donde los jóvenes han perdido la esperanza en un Marruecos mejor (...) ante la creciente desigualdad”, cuestiona Jalid Muna, profesor de la Universidad de Mequinez especialista en migraciones, citado por el semanario Tel Quel.

El Barómetro Árabe, estudio que mide la economía y la evolución social en Oriente Próximo y el Norte de África, del pasado 15 de agosto destacaba que más de que el 55% los marroquíes menores de 30 años quieren abandonar el país. Más de la mitad de estos aseguran además que están dispuestos a emigrar de forma ilegal, en uno de los porcentajes más altos entre los países árabes. Un millón y medio de jóvenes marroquíes, uno de cada cuatro con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, ni estudian ni trabajan, de acuerdo con un informe del Consejo Económico Social. Si se amplía la horquilla hasta los 35 años, el número de ninis —como se conoce a este colectivo— se dispara hasta los 4,3 millones.

Multimillonarios proyectos de infraestructuras, como la ampliación de la red de autopistas y de ferrocarril de alta velocidad, están ya en marcha junto con la construcción de grandes estadios para el Mundial de Fútbol de 2030, que Marruecos coorganiza con España y Portugal. Sin embargo, los programas para crear 200.000 empleos anuales prometidos por el actual Gobierno se han estancado con un incremento de la tasa de desempleo hasta el 13,1% en el segundo trimestre de este año. Entre los menores de 24 años, el índice de paro se dispara, según estadísticas oficiales. Ni los titulados universitarios, uno de cada cinco no encuentra trabajo, se libran del agobio de un mercado laboral debilitado que empuja a buscar fuera una vida mejor.