Sánchez rechaza las críticas del PP sobre el asilo de Edmundo González: “Es un gesto de humanidad”

El presidente, de viaje en China, se reunirá con el candidato opositor en cuanto vuelva a Madrid, a partir del jueves

Pedro Sánchez, durante su visita a China.ALEX PLAVEVSKI (EFE)

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está siguiendo con cierta estupefacción desde China las críticas del PP a su decisión de sacar de Venezuela en un avión oficial español y conceder asilo político al candidato de la oposición chavista, Edmundo González. Los po...

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está siguiendo con cierta estupefacción desde China las críticas del PP a su decisión de sacar de Venezuela en un avión oficial español y conceder asilo político al candidato de la oposición chavista, Edmundo González. Los populares insisten, como dijo Esteban González Pons, en que esta decisión “no es hacerle un favor a la democracia, es quitarle un problema a la dictadura de Maduro”. Preguntado sobre esta acusación en Shanghái, donde ha inaugurado un nuevo Instituto Cervantes ―todo un hito que convierte a España en el único país del mundo con dos centros culturales en China, como explicó su director, Luis García Montero―, Sánchez ha respondido, en conversación informal con los periodistas que le acompañan en el viaje, con una visible indignación: “Cualquier lectura política es inapropiada, es una cuestión de humanidad” dar asilo político al veterano diplomático, que ha decidido huir a España con su mujer ante el alto riesgo de acabar encarcelado.

Sánchez asegura que recibirá a González ―probablemente en La Moncloa, aunque aún no está confirmado― esta misma semana, en cuanto vuelva a España, esto es, a partir del jueves. El presidente plantea toda la operación como una cuestión humanitaria, y por eso señala que le preguntará al opositor por situación personal y familiar.

Sánchez admite que el hecho de que el candidato de la oposición se vea forzado a salir de Venezuela pidiendo asilo político en España poco después de unas elecciones que, según la oposición, que ha aportado miles de actas, ganó de forma aplastante, es una prueba evidente de que la situación está muy complicada en Venezuela.

Otras fuentes del Gobierno español presentes en el viaje a China también muestran su malestar por la reacción del PP, que está tratando de instalar la idea de que la salida de González de Venezuela es una prueba de la cercanía entre el régimen de Maduro y el Ejecutivo de Sánchez. Estas fuentes señalan que estas críticas son una muestra de “hipocresía” del PP porque el Gobierno español es el que con más claridad está exigiendo desde el primer momento a Maduro que muestre las actas de las elecciones.

España no reconocerá en ningún momento la victoria que se atribuye Maduro mientras no muestre esas actas. De hecho, Sánchez llamó “héroe” al opositor González el sábado, cuando ya estaba ultimándose la operación para su salida de Venezuela. El PP exige a Sánchez que reconozca a González como presidente electo, pero La Moncloa no cree que ese camino sea ahora el adecuado. Sánchez ya hizo eso con Juan Guaidó, y se demostró como una operación inútil.

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España y la Unión Europea están ahora en otra posición, que consiste en ejercer presión para que Maduro reconozca su derrota y abandone el poder, pero lo están haciendo con otros métodos, no reconociendo como presidente electo a un González que parece haber tirado la toalla al pedir asilo en España.

El Gobierno no rechaza de plano la idea de reconocer a González, pero no lo hará porque lo exija el PP ni el Congreso ni cree que sea el momento porque ahora mismo Maduro es presidente hasta enero, cuando debería producirse el relevo si el régimen admitiera su derrota. Será entonces cuando habría que plantearse este tipo de reconocimientos, explican estas fuentes, pero ahora es mejor concentrarse en no reconocer la victoria de Maduro y mantener la presión para buscar una salida negociada. Estas fuentes señalan que aunque saliera adelante la iniciativa del PP con el voto del PNV, no tendría ningún efecto porque “la política exterior la decide el Gobierno y no el Congreso”, como quedó demostrado cuando Sánchez aprobó en Consejo de Ministros el reconocimiento de Palestina y no necesitó ninguna votación en el Congreso.

Las fuentes del Ejecutivo insisten en que España no ha promovido la salida de González ni ninguna otra, simplemente ha ofrecido su ayuda por si los opositores la necesitan en un ambiente de creciente tensión en Caracas donde la embajada española, territorio inviolable según los acuerdos internacionales, se puede convertir en un lugar de refugio para personas perseguidas por el régimen.

El Gobierno está especialmente molesto con la idea que está difundiendo el PP de que Sánchez ha negociado con Maduro la salida de González. No ha habido ninguna negociación política, insisten en el entorno del presidente, no hay ninguna contrapartida, solo ha habido conversaciones técnicas para permitir la entrada del avión oficial español que lo sacó de Caracas y también para garantizar que no había ningún incidente en el traslado. Nada más. España, insisten, se ha convertido con el Gobierno de Sánchez en un refugio para 100.000 venezolanos, entre ellos varios líderes opositores, precisamente porque es una democracia consolidada que defiende los derechos humanos y no apoya en absoluto al régimen de Maduro, todo lo contrario.

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