La derecha recurre a sus últimos cartuchos para girar la campaña

El PP y Vox se aferran a la amnistía y la investigación contra Begoña Gómez para movilizar a los suyos, pero el Gobierno cree que se impone el eje del freno a la ultraderecha, cada vez más protagonista

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el de Vox, Santiago Abascal, en el pleno en el Congreso para la aprobación de la ley de amnistía, este miércoles.Foto: CLAUDIO ÁLVAREZ | Vídeo: EPV

La derecha y la ultraderecha españolas parecían soñar con otra campaña similar a la de las autonómicas y municipales de 2023. Entonces, la decisión de Bildu de llevar a siete terroristas de ETA con delitos de sangre en sus listas locales —que finalmente rectificó— reventó la estrategia del PSOE, centrada en la gestión y los buenos datos económicos. Los socialistas parecían fuera de juego, mientras triunfaba el ¡que te vote Txapote! de la derecha más...

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La derecha y la ultraderecha españolas parecían soñar con otra campaña similar a la de las autonómicas y municipales de 2023. Entonces, la decisión de Bildu de llevar a siete terroristas de ETA con delitos de sangre en sus listas locales —que finalmente rectificó— reventó la estrategia del PSOE, centrada en la gestión y los buenos datos económicos. Los socialistas parecían fuera de juego, mientras triunfaba el ¡que te vote Txapote! de la derecha más radical, que contagió al PP hasta el punto de que llegó a gritarlo Isabel Díaz Ayuso en el mitin de cierre de campaña.

Pero esta carrera para las europeas está siendo muy diferente. Las noticias internacionales, con el reconocimiento de Palestina por parte de España, Irlanda y Noruega, y la visita de Volodímir Zelenski a Madrid, donde logró el compromiso de un envío de 1.000 millones en armamento, sumadas a pasos arriesgados del bloque de derecha como el hecho de que Alberto Núñez Feijóo asuma la posibilidad de acuerdos con la italiana Giorgia Meloni o la visita de Santiago Abascal a Jerusalén para apoyar a Netanyahu, han generado un ambiente más cómodo para el PSOE y Sumar que esa dramática campaña de las municipales de 2023, desastrosa para la izquierda.

Sin embargo, el PP y Vox aún creen contar con cartuchos para españolizar la campaña y movilizar a la derecha contra Pedro Sánchez, reactivando un antisanchismo que sigue siendo el mejor activo de la oposición, o al menos así lo ven sus estrategas. La amnistía y la investigación contra Begoña Gómez, que el juez está intentando reactivar justo esta semana con el levantamiento del sumario y citaciones de los empresarios en plena recta final de la campaña, parecen los últimos cartuchos del PP y Vox para intentar volver a un esquema similar al de mayo de 2023.

Esto es tan evidente que hasta Dolors Montserrat, la candidata del PP, plantea casi todo su discurso alrededor de este eje. En un mitin en Ponteareas (Pontevedra), Montserrat trató de ligar la amnistía con las europeas, dijo que va “contra la democracia y los valores europeos” y llegó a plantear que “el PP va a exigir a la Comisión Europea que actúe y frene esta corrupta ley que entrega impunidad para unos pocos a cambio de poder”.

En la cúpula del PP piensan que la agenda internacional no mueve un solo voto, y que lo que moviliza son las cuestiones españolas. Ni Palestina ni Ucrania van a decidir las elecciones europeas, insisten dirigentes al máximo nivel del PP consultados. Ellos creen que lo importante es la movilización del voto de rechazo a Sánchez, con la sensación de que la legislatura se puede acabar si el presidente se lleva un golpe duro en las europeas. Por eso Alberto Núñez Feijóo insiste en todo momento en dar por acabada la legislatura con la aprobación de la ley de amnistía.

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (derecha), protagoniza su primer mitin de las elecciones europeas en Euskadi junto a la cabeza de lista y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera (segunda por la derecha), durante el acto celebrado este jueves en la localidad vizcaína de Barakaldo. Miguel Toña (EFE)

Pero en el Gobierno creen que, además de la agenda internacional, que les favorece y está siendo más importante en la campaña de lo que se podía pensar en un principio, hay otro elemento central de esta batalla electoral que es la movilización frente a la “internacional ultraderechista”, en palabras de Sánchez, que puede ser decisiva en las europeas. En La Moncloa están convencidos de que Vox está reventando la campaña de Feijóo, y está logrando un gran protagonismo con sus excesos, como el intento de paralizar el pleno este jueves cuando se votaba la amnistía, o el viaje de Abascal a Israel, o la cumbre con el argentino Milei en Madrid, que deja oscurecido al líder del PP.

De hecho, los populares están cada vez más molestos con Vox y el miércoles enviaron a Cayetana Álvarez de Toledo, con clara influencia en el votante más conservador, a golpearles con dureza. “Vox está de romería electoralista contra el PP, hasta Jerusalén ha llegado”, les dijo por el encuentro de Abascal con Netanyahu. “Como siga así, habrá que concluir que su agenda 2030 es que Pedro Sánchez siga en el poder”, remató. Los socialistas creen que el PP no para de alimentar el monstruo de Vox al normalizarlo, y después este les devora en las campañas. En el PP, por el contrario, creen que tienen a Abascal más controlado de lo que parece e incluso recuerdan que le ha salido un rival a su derecha en las europeas con Alvise Pérez.

Pero para el PSOE la clave es que los progresistas entiendan que el riesgo de la ultraderecha cada vez más poderosa en el corazón de Europa es real, y se movilicen para frenarlo. “El mundo nos mira”, clamó Sánchez en Barakaldo. “Porque ven cómo democracias importantes están sucumbiendo ante la internacional ultraderechista y en España la frenamos en julio de 2023. ¿Qué sería de este país si aquellos que han montado bronca hoy en la aprobación de la amnistía gobernaran con Feijóo como presidente y Abascal como vicepresidente? Estaríamos en la confrontación permanente. Pero hoy, con la amnistía, ha ganado la convivencia. Hemos superado la mayor crisis territorial de nuestra historia en Cataluña. Lo que rompe España son los pactos de la derecha y la ultraderecha, lo que lo une a España son las políticas de convivencia que estamos poniendo en marcha. Yo veo que hay remontada, veo que vamos a ganar las elecciones y el PSOE va a ser la primera fuerza”, remató el presidente.

Los socialistas parecen convencidos de que la campaña les está favoreciendo, aunque aún quedan muchos días y el PP sigue confiando en el desgaste de la amnistía, de los pactos con los independentistas y de la investigación judicial contra Begoña Gómez, a pesar de que el informe de la Guardia Civil pedido por el juez es rotundo y no encuentra rastro de delito. Y Feijóo, en un mitin en Pamplona, explotó al máximo esos cartuchos que cree que aún le quedan para movilizar a la derecha y dar un duro golpe al PSOE. De nuevo, la agenda era clara: Bildu, ETA, amnistía, corrupción, un poco de Begoña Gómez y siempre con el eje alrededor de los pactos con los independentistas, como en 2023. “Me siento muy orgulloso de no haber vendido mi país por siete votos”, clamó el líder del PP. Ahora queda por saber si esta vez funciona como en mayo de 2023, o las cosas se parecen más a julio de ese año, y el PSOE logra esa remontada que augura Sánchez.

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