Sánchez descarta someter al Congreso la entrega de armas a Ucrania por valor de 1.000 millones
Sumar, Podemos y el PP critican que el Gobierno ignore al Parlamento, pero Feijóo apoya la medida “por lealtad”
El presidente Pedro Sánchez descarta someter a la aprobación del Congreso el Acuerdo de Cooperación en Materia de Seguridad entre España y Ucrania que ha firmado este lunes en La Moncloa con el jefe del Estado ucranio, Volodímir Zelenski. “Es un memorándum de entendimiento, no es necesario pasarlo por el Congreso de los Diputados. No es un tratado inte...
El presidente Pedro Sánchez descarta someter a la aprobación del Congreso el Acuerdo de Cooperación en Materia de Seguridad entre España y Ucrania que ha firmado este lunes en La Moncloa con el jefe del Estado ucranio, Volodímir Zelenski. “Es un memorándum de entendimiento, no es necesario pasarlo por el Congreso de los Diputados. No es un tratado internacional”, ha respondido a la demanda del portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun.
Los memorándums de entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés) son declaraciones de intenciones, compromisos políticos que no vinculan jurídicamente. El acuerdo de seguridad con Ucrania no es legalmente vinculante, pero sí taxativo. “En 2024, España aportará 1.000 millones de euros en concepto de apoyo militar”, afirma el acuerdo con Kiev.
En el texto del acuerdo se establece que “los gastos a que den lugar los compromisos asumidos por los participantes estarán sujetos a la disponibilidad del presupuesto ordinario”. Fuentes de La Moncloa explican que los 1.000 millones saldrán del acuerdo aprobado el pasado 16 de abril por el Consejo de Ministros “para el suministro de diverso material para el refuerzo de capacidades militares por un valor estimado de 1.129.648.285,92 euros”, según decía la nota oficial, que no hacía referencia alguna a Ucrania. Los 129,6 millones de diferencia, según las mismas fuentes, se dedicarán a necesidades urgentes de las Fuerzas Armadas españolas. Los 1.000 millones que se entregarán este año triplican los 330 que España ha suministrado en ayuda militar a Kiev desde el inicio de la invasión, en mazo de 2022, según el Instituto de Kiel (Alemania).
Urtasun ha criticado la “falta de transparencia” de su socio de coalición. “Fue un acuerdo muy opaco, donde no estaba establecido el destino y sobre el cual manifestamos al PSOE nuestra discrepancia. No compartimos que se hagan ampliaciones de gasto en Defensa fuera de los Presupuestos Generales del Estado, pero en este caso no se sabía para qué se hacía”, ha subrayado.
La líder de Podemos, Ione Belarra, ha ido más allá. “No se puede hurtar a la soberanía popular medidas que nos involucran de manera directa en una guerra”, ha dicho Belarra, quien ha anunciado que su grupo tomará medidas y ha plantado al presidente ucranio, que se ha reunido en el Congreso con los portavoces parlamentarios. Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado que el Gobierno no haya informado al Congreso de la ayuda militar a Ucrania. “Eso que se va a firmar”, ha declarado a primera hora de la mañana a Onda Cero, “le aseguro que no ha sido informado el Congreso y no sé si ha sido informada la otra parte del Gobierno”, ha añadido, en alusión a Sumar. Pese a ello, ha anticipado su respaldo a la medida, “por lealtad”.
Según el texto del acuerdo, esta partida de 1.000 millones, a desembolsar este mismo año, tiene carácter bilateral y es independiente de la aportación española al Fondo para la Paz de la UE que, desde el inicio de la guerra, ha comprometido un total de 11.100 millones en el apoyo a Ucrania, a los que hay que añadir otros 5.000 para el periodo 2024-27.
En su comparecencia en La Moncloa, Zelenski ha elogiado al Gobierno español, del que ha dicho que ha sido un “socio fiable, que no ha cerrado los ojos” ante la invasión rusa, “ni ha sido débil cuando había que tomar decisiones políticas difíciles”, y ha agradecido la nueva entrega de armamento, especialmente blindados y misiles. No obstante, ha insistido en la imperiosa necesidad de aumentar, “en cantidad y en calidad”, el suministro de sistemas antiaéreos a su país para hacer frente a las “más de 3.000 bombas dirigidas” que Rusia está lanzando sobre Ucrania cada mes y que el pasado fin de semana causaron 16 muertos y más de 40 heridos en “un ataque deliberado y calculado” contra un supermercado de Járkov.
“No hay suficientes defensas antiaéreas para poder parar los miles de misiles que están lanzando contra nosotros”, se ha lamentado el presidente ucranio. Zelenski ha concretado su demanda en siete nuevas baterías Patriot, dos de ellas para la defensa de esta última ciudad bajo hostigamiento ruso, y ha reconocido que ha abordado este asunto con su anfitrión. “España por sí sola no puede ayudarnos, pero hay suficiente número de sistemas de este tipo en el mundo”, ha apostillado.
Sánchez ha recordado que España ya está suministrando misiles Patriot a Kiev —una docena, entre los que se mandaron en abril y los que se enviarán ahora— y ha descartado implícitamente que pueda entregar una de las tres baterías de las que dispone el Ejército español, tal como Zelenski reclama, al agregar que tratará con los aliados de resolver este problema “con otros sistemas alternativos”.
Zelenski se ha mostrado confiado en que de la conferencia de paz convocada en Lucerna (Suiza), los días 15 y 16 de junio, salga un documento consensuado de respaldo a su país que luego se le pueda presentar a Rusia. A la conferencia han confirmado su asistencia casi un centenar de líderes mundiales, incluido el presidente español, y Zelenski ha restado importancia a la ausencia de Moscú, alegando que su presencia solo serviría para “bloquear” cualquier avance.
El acuerdo bilateral de seguridad tiene una vigencia de 10 años, pero se revisará su continuidad si Ucrania ingresase en la OTAN antes de ese plazo. El texto, muy similar a los que ya ha suscrito Kiev con una decena de países occidentales, no incluye una garantía de seguridad y asistencia mutua ante una agresión exterior, como el previsto en el artículo 5º del Tratado de Washington, pero sí el compromiso de celebrar, “en caso de un futuro ataque armado ruso” (nada dice de la actual invasión), consultas con Ucrania para determinar “los pasos apropiados a dar”.