Aragón quiere ser Virginia

La comunidad ofrece territorio, energía y alfombra roja administrativa y se convierte en paraíso tecnológico con el aval de Amazon y Microsoft

Un trabajador del centro logístico de Amazon en la Plataforma Logística de Zaragoza.Javier Cebollada (EFE)

Primero fueron granjas de porcino, luego parques de renovables, pero ahora son centros de datos. Aragón se está convirtiendo en polo tecnológico —como lo es la Virginia norteamericana— gracias a la apuesta de grandes tecnológicas. Desde que Amazon anunció la instalación de tres centros de datos en esta comunidad, en marcha ya desde hace año y medio, el sector no ha parado de crecer. Esta semana, un congreso con nombre de ola —...

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Primero fueron granjas de porcino, luego parques de renovables, pero ahora son centros de datos. Aragón se está convirtiendo en polo tecnológico —como lo es la Virginia norteamericana— gracias a la apuesta de grandes tecnológicas. Desde que Amazon anunció la instalación de tres centros de datos en esta comunidad, en marcha ya desde hace año y medio, el sector no ha parado de crecer. Esta semana, un congreso con nombre de ola —The Wave— ha servido para exhibir el músculo de una región que aspira a convertirse en paraíso tecnológico.

Las cifras son la prueba del algodón. Y la accesibilidad energética, así como la colaboración política, independientemente de su signo ideológico, han sido los puentes de plata para propiciarlas. Hace 25 años, en Aragón no había ni un centenar de empresas tecnológicas, ahora hay 1.312, facturan más de 800 millones de euros, generan 16.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos y suponen ya el 3% del PIB de la economía regional. Y la clave está en la nube.

Hace cinco años, con tanta discreción como apoyo administrativo, Amazon eligió Aragón para instalar tres centros de datos: en Huesca y en el cinturón de Zaragoza, en las localidades de Villanueva de Gállego y el Burgo de Ebro. Fue el comienzo del ascenso. Cuatro años después se ha unido Microsoft, que también ha apostado por Aragón para instalar su campus de datos y otros tres data center más. Y ambas siguen reservando suelo industrial, que ahora hay de sobra, para futuras instalaciones que recelan confirmar por aquello de la confidencialidad y secretismo del sector. “Lo siento —repite a EL PAÍS y la SER la directora general de Amazon Web Services en España, Suzana Curic—, pero no comentamos nuestros planes más allá de los centros ya en marcha”. Y también rechaza precisar cuántos trabajadores emplean actualmente en sus centros ya abiertos. En lo que sí insisten, tanto ella como su homólogo en Microsoft, el presidente en España, Alberto Granados, es en el potencial de Aragón como región tecnológica y su proyección en el sur de Europa. “Con la demanda de inteligencia artificial, hay una oportunidad enorme para Aragón”, dice Granados. Microsoft ha elegido esta comunidad, además de Madrid, para sus principales inversiones en los próximos años. En Zaragoza instalará su campus de datos que supondrá, según los datos de la consultora externa IDC, una inyección de 267 millones de euros al PIB de Aragón y la generación de 2.100 puestos de trabajo de aquí al 2030.

“La instalación de las grandes tecnológicas en Aragón —dice Felix Gil, CEO de Integra y presidente del clúster Tecnara que representa a las empresas aragonesas del sector— son una oportunidad para los demás porque atraerán nuevas empresas y permitirán seguir creciendo a las que ya estamos”. El efecto locomotora ha sido similar al que ya ejerció, en la logística, la instalación de Inditex en Zaragoza, desde donde ya se distribuye toda la ropa de Zara Mujer al mundo, animando el tráfico de carga del aeropuerto y la logística de toda la comunidad.

El congreso The Wave, con un auditorio repleto y más de 2.000 inscritos, ha sido una muestra para exhibir lo conseguido desde entonces. “Visibilizar el potencial tecnológico que ya tenemos y proyectarlo, reivindicamos que somos un hub digital en el sur de Europa”, presume la vicepresidenta del gobierno y consejera de Industria Mar Vaquero. Aunque la historia la comenzó, en la legislatura pasada, el gobierno de su adversario, el socialista Javier Lambán. Fue el insólito cuatripartito del socialista que impulsó una ley pionera en España, la Ley cloud de medidas para la implantación y desarrollo en Aragón de tecnologías en la nube, aprobada en febrero de 2023, y pensada para democratizar estas herramientas y acelerar la transformación digital en la comunidad. De hecho, todos los centros de Amazon ahora ya instalados, y ahora los de Microsoft, fueron y son tramitados a toda velocidad, acortando a la mitad los plazos administrativos gracias a las declaraciones de interés estratégico que ambos gobiernos no dudan en aprobar cuando se trata de estas inversiones tecnológicas.

Vista panorámica del congreso 'The Wave', celebrado en Aragón en mayo de 2024, en una imagen cedida por la organización.

Y aunque ahora el PP reconozca poco o nada, lo cierto es que sigue esta estela. Esta semana, el presidente Azcón anunció un nuevo parque tecnológico en Zaragoza, ocupará 40 hectáreas y supondrá, dice, “impulsar a las pymes, crear espacios colaborativos y acelerar la creación de empleo especializado”. Y en esto último, el empleo, se enfoca también la oferta formativa de la FP en Aragón. También esta semana, el Ejecutivo presentó 25 nuevos grados con un dato revelador: de los 30.000 alumnos matriculados previstos, casi la mitad —alrededor de 14.000— irán a disciplinas tecnológicas y de telecomunicaciones.

La formación es clave y la necesitan en el sector como agua de mayo porque es difícil encontrar trabajadores. El 46% de los proyectos necesitan mano de obra y no la encuentran, explica Granados, de Microsoft. Por eso todos ellos quieren contribuir a formarlos. “El acceso al talento —dice también Curic, de Amazon— es muy importante, nosotros estimamos que crearemos 1.300 puestos de trabajo al año de aquí a los próximos diez años”. Y explica sus programas educativos con 19 proyectos en Aragón para conseguir ese talento. A nivel mundial, Amazon quiere formar —dice Curic— a 29 millones de personas en cloud de aquí al 2025.

La competencia por conseguir esos trabajadores perjudica a los pequeños y lo denuncia la presidenta de Cepyme Aragón, Maria Jesús Lorente, y hasta los sindicatos UGT y CC OO se hacen eco. “Hay dumping social —dice la empresaria— porque no podemos pagar los pequeños lo que pagan los grandes”. Aun así, las PYMES aragonesas despuntan en lo tecnológico y algunas ya, como HIBERUS del grupo HENNEO, protagonizan expansiones internacionales y crecimientos de dos dígitos que la hacen jugar en ligas mayores.

El sol, el viento y el agua propician lo demás. Aragón, pila de energía renovable que produce ya el doble de lo que necesita, es paraíso para unos centros de datos que, según los expertos, multiplicarán por mucho su consumo en los próximos años por las exigencias de la nube. Ellos se amparan en los “algoritmos verdes” para innovar en sostenibilidad, pero habrá que cuantificar qué supone el que estén enganchados a la red cuando solo los tres centros de Amazon ya en marcha suponen un 20% más del consumo total en Aragón. Y también está por ver si tanto paraíso tecnológico supondrá la llegada de nuevos pobladores amparados en el teletrabajo o este rincón de la España vacía se llenará de más “Siris” o “Alexas” en remoto que “Pilares” reales en el territorio.

Charla de Microsoft durante el congreso 'The Wave', en Aragón.

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