La decisión de Sánchez da estabilidad a los socialdemócratas europeos a las puertas de las elecciones
Las izquierdas de la UE aguarda las propuestas del español para evitar los efectos políticos de los bulos y se prepara para dar la batalla contra la ultraderecha en los comicios de junio
La socialdemocracia europea respira aliviada ante la decisión de Pedro Sánchez de permanecer al frente del Gobierno de España, tras cinco días de reflexión ante lo que calificó como ataques de “la máquina del fango” contra su familia por el caso judicial abierto contra su esposa. El líder español, uno de los políticos más respetados en Bruselas, ha elevado el papel de España en el club comunitario y logrado importantes...
La socialdemocracia europea respira aliviada ante la decisión de Pedro Sánchez de permanecer al frente del Gobierno de España, tras cinco días de reflexión ante lo que calificó como ataques de “la máquina del fango” contra su familia por el caso judicial abierto contra su esposa. El líder español, uno de los políticos más respetados en Bruselas, ha elevado el papel de España en el club comunitario y logrado importantes réditos políticos. Así que su permanencia da estabilidad a la socialdemocracia europea en la previa de unas elecciones al Parlamento Europeo claves para el futuro de la UE, que pueden estar marcadas por el auge de la ultraderecha y los populismos, como marcan las encuestas. La incertidumbre, que tan poco gusta en Bruselas, se ha despejado: Sánchez no va a tener “resistencia incondicional”, como ha dicho en su comparecencia, pero se queda. Y la izquierda de la UE aguarda ahora las propuestas del líder español para evitar una escena política marcada por los bulos y la polarización, una realidad que no solo sacude España.
“Es crucial que el impresionante trabajo y las políticas progresistas de los Gobiernos liderados por los socialistas continúen”, apunta en un mensaje de texto el comisario europeo de Derechos Sociales Nicolas Schmit, que es el candidato principal de los socialdemócratas europeos para presidir la Comisión Europea. “La derecha, con su trumpización de la política, nunca ganará. Junto con Pedro [Sánchez] defenderemos nuestra democracia, equidad y decencia en la vida pública”, añade el político luxemburgués. Iratxe García, líder de los Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo habla de “alivio”. “Somos conscientes de lo que significa el Gobierno de España en Europa, donde lidera muchas decisiones socialdemócratas”, afirma por teléfono la eurodiputada.
El presidente español tendrá que despejar también ahora ante sus colegas europeos todas las dudas sobre el caso abierto por supuesto tráfico de influencias contra su esposa, Begoña Gómez, impulsado por organizaciones de ultraderecha. Aun así, su salida habría dejado dañada a la izquierda europea, que sin Sánchez se habría quedado solo con tres líderes en el Consejo Europeo: el canciller alemán, Olaf Scholz; la primera ministra danesa, Mette Friederiksen; y el maltés, Robert Abela. En Rumania, el primer ministro es socialista, Marcel Ciolacu, pero el país está representado en esa institución por su presidente, el conservador Klaus Iohannis (Partido Popular Europeo). También la habría privado de una voz clave cuando se repartan los grandes puestos de la UE tras las elecciones europeas (en España se vota el 9 de junio), aunque para uno de esos puestos, el de presidente del Consejo Europeo, ahora ocupado por Charles Michel y que queda libre a final de año, ya se barajaba el nombre del propio Sánchez tras una hipotética salida.
Ha habido mucho silencio en Bruselas durante el periodo de “reflexión” de Sánchez. La mayoría de los altos cargos no conocen a fondo el caso y han rehusado opinar en una situación inédita, que ha dejado a todos descolocados. Sin embargo, también ha habido simpatía y comprensión desde altas instancias, como el presidente Michel, que también fue foco de duros ataques personales a principios de año cuando comunicó su decisión de renunciar antes de tiempo para presentarse a las listas europeas; una decisión que finalmente aparcó por esos golpes, según explicó. Para García, esa reflexión de la que ha hablado Sánchez, que ha prometido medidas de “regeneración” democrática y ha puesto el foco en la difamación y los bulos, no debe ser solo para España. “Lo que ha sucedido no marca solo un debate puntual, tiene que abrir los ojos a algo más amplio, porque tiene mucho que ver con las amenazas al discurso europeo de los populismos y la ultraderecha, con los bulos, la polarización”, dice la líder de los socialistas y demócratas en la Eurocámara.
La polarización es inmensa y debate es pertinente, pero también “extremadamente delicado”, indica una alta fuente comunitaria, porque atañe directamente contra la libertad de información. Una discusión que da un paso más al que han emprendido las instituciones de la UE, que en los últimos meses ya han abordado parte al apuntalar medidas para garantizar el derecho a la información, con la ley de libertad de medios, que habla por ejemplo contra las presiones de las autoridades a los informadores, y con la directiva europea contra los litigios abusivos que se emplean para acallar a los informadores y defensores de los derechos civiles ahogándoles con demandas. Algo que está pasando en toda Europa con las activistas por los derechos sexuales y reproductivos, acosadas por cientos de causas judiciales interpuestas por organizaciones de ultraderecha.