Un jefe de la ‘Mocro Maffia’ detenido en España huye tras ser excarcelado por un desajuste judicial

Karim Bouyakhrichan, alias ‘Taxi’, quedó en libertad por orden de la Audiencia Provincial de Málaga cuando la Audiencia Nacional tramitaba la orden de detención para extraditarle a Países Bajos

Karim Bouyakhrichan, alias 'Taxi', tras su detención el pasado diciembre, en una imagen facilitada por la Policía Nacional.Foto: POLICÍA NACIONAL | Vídeo: EPV

Lo que inicialmente fue un gran éxito de la policía española se ha convertido en un fiasco por culpa de un desajuste judicial. Karim Bouyakhrichan, alias Taxi, considerado uno de los principales capos de la Mocro Maffia y, por ello, uno de los delincuentes más buscados por las autoridades de Países Bajos, está en paradero desconocido después de que fuera excarcelado tras una supuesta descoordinación entre la Audiencia Provincial de Málaga ―que ordenó su ...

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Lo que inicialmente fue un gran éxito de la policía española se ha convertido en un fiasco por culpa de un desajuste judicial. Karim Bouyakhrichan, alias Taxi, considerado uno de los principales capos de la Mocro Maffia y, por ello, uno de los delincuentes más buscados por las autoridades de Países Bajos, está en paradero desconocido después de que fuera excarcelado tras una supuesta descoordinación entre la Audiencia Provincial de Málaga ―que ordenó su puesta en libertad menos de mes y medio después de que ingresara en prisión por blanqueo de capitales en España― y la Audiencia Nacional ―que tramitaba la extradición que habían solicitado las autoridades del país europeo―, según ha adelantado la Cadena SER y ha confirmado EL PAÍS en fuentes policiales y judiciales. Un juez de la Audiencia Nacional ya ha dictado una orden de búsqueda y detención, según confirman fuentes de este órgano judicial. El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha calificado este martes la huida de “preocupante”.

Cuando se produjo el arresto e Bouyakhrichan en Marbella, el pasado 9 de enero, el Ministerio del Interior destacó que se trataba del “delincuente más buscado y peligroso de Países Bajos”. De hecho, la justicia holandesa lo acusa de ser uno de los supuestos cabecillas de un clan de la Mocro Maffia, una estructura criminal cuyos integrantes son principalmente de origen magrebí que se asienta en Países Bajos y donde ha llegado a desafiar al estado con amenazas a la princesa Amalia de Orange ―que tuvo que residir un año en España por motivos de seguridad― y el primer ministro Mark Rutte. La Mocro Maffia es señalada como la responsable de introducir en Europa ingentes cantidades de cocaína a través de los puertos de Amberes (Bélgica) y Róterdam (Países Bajos), pero también se la vincula con asesinatos, extorsiones y secuestros.

Los reyes de España junto a los reyes de Países Bajos, durante la cena de gala con motivo de su visita de Estado al país, el 17 de abril en Ámsterdam (Países Bajos).Foto: chema moya (EFE) | Vídeo: EPV

El arresto de Bouyakhrichan fue fruto de una larga investigación iniciada en 2022 que había tenido una primera fase el pasado 18 de diciembre, cuando la Policía Nacional detuvo a dos testaferros en Ceuta. Entonces, Taxi ―que vivía a caballo entre Dubái y Marbella, y se movía por Marruecos― y otros investigados consiguieron huir. Un juez de Marbella dictó por ello una orden de detención contra él que, finalmente, se materializó el 9 de enero, cuando Bouyakhrichan hizo lo que fuentes policiales tildan de “amago” de presentarse de manera voluntaria en los juzgados de la ciudad madrileña. Incluso llegó a entrar al edificio, pero antes de ver al juez salió. Fue entonces cuando acabó arrestado. Otras seis personas fueron detenidas en aquella operación por su presunta implicación en el blanqueo en la Costa del Sol de 6 millones de euros procedentes del narcotráfico. Interior informó de que se habían bloqueado 172 propiedades, entre ellas varias mansiones en Marbella, valoradas en más de 50 millones de euros; y se habían embargado 178 cuentas bancarias con tres millones de euros en saldo. La relación del cabecilla mafioso con España venía de antiguo. Su hermano Samir había sido asesinado a tiros a la salida de un pub de Benahavís (Málaga) en agosto de 2014 en un supuesto ajuste de cuentas con otro clan rival de la Mocro Maffia, este encabezado por Ridouan Taghi.

Tras el arresto, el titular del Juzgado de Instrucción 4 ordenó, a petición de la Fiscalía, el ingreso en prisión de Bouyakhrichan al apreciar que existía riesgo de fuga. Mientras, la justicia de Países Bajos iniciaba los trámites para solicitar su entrega ante las autoridades españolas por un delito de narcotráfico mediante la emisión de una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE), un mecanismo puesto en marcha en enero de 2004 en la Unión Europea para acortar los dilatados procedimientos legales de las extradiciones y conseguir la entrega de delincuentes en un menor espacio de tiempo. Esta solicitud recayó en el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, quien dictó su propia orden de ingreso en prisión contra el delincuente.

Sin embargo, el magistrado tuvo que desactivarla después de plantear al juez de Marbella la entrega del presunto capo a las autoridades holandeses y este se opusiera con el argumento de que el detenido estaba siendo investigado por en España en una causa por blanqueo, tráfico de drogas y organización criminal, y no procedía su extradición hasta que fuera juzgado por estos hechos. Según explican fuentes de la Audiencia Nacional, esta repuesta llevó al juez Moreno a suspender la orden de prisión para no incumplir el plazo legal de 60 días que tenía para dar cumplimiento a la OEDE.

Mientras tanto, la defensa del presunto mafioso recurrió el encarcelamiento ante la Audiencia Provincial de Málaga. Alegaba que no existía riesgo de fuga, ya que Bouyakhrichan tenía arraigo en España, donde afirmaba vivir con su pareja. El fiscal especial antidroga de Marbella, Carlos Tejeda, se opuso frontalmente a la puesta en libertad al considerar que tal arraigo no existía, que el capo tenía una gran capacidad económica para intentar eludir la justicia y que, además, tenía nacionalidad marroquí, país al que podía intentar escapar ya que este no entrega a otros estados a sus ciudadanos. Ya entonces, el ministerio público recalcaba en su escrito que las autoridades judiciales holandesas habían solicitado su entrega y esta se estaba tramitando en la Audiencia Nacional, donde la Fiscalía apoyaba la extradición. En el escrito se reclamaba expresamente que se le mantuviera en prisión para poder ejecutar esta entrega.

Pese a ello, el pasado 22 de febrero, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga admitía el recurso de la defensa y dictaba un auto en el que ordenaba su excarcelación. En este auto, al que ha tenido acceso EL PAÍS, los tres magistrados reconocían que existía la posibilidad de que el presunto capo huyera si salía de prisión ―señalaban que el argumento de que vivía con su pareja en España no era real porque esta había admitido que residía en Dubái y solo acudía esporádicamente a Marbella―, pero consideraban que para evitarlo eran suficientes otras medidas “menos gravosas”, como la imposición de una fianza de 50.000 euros y la obligación de entregar su pasaporte y personarse en un juzgado cada 15 días. En el auto no se citaba en ningún momento la existencia de la OEDE. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía aseguran que la excarcelación fue comunicada inmediatamente a la Audiencia Nacional.

Los reyes de Holanda, Guillermo y Máxima, junto a la princesa Amalia, el 18 de abril, durante la visita oficial de los Reyes de España a Países Bajos.Carlos Álvarez (Getty Images)

Tras depositar la fianza, Bouyakhrichan abandonó la prisión. Al día siguiente entregó el pasaporte en el juzgado y desde entonces cumplió con las otras medidas cautelares impuestas. Consta que acudió cada día 1 y 15 de cada mes a diferentes juzgados de la provincia de Málaga ―entre ellos los de Fuengirola y Rincón de la Victoria― como le impuso el tribunal. La última vez, el pasado 1 de abril, según confirman fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Aún no hay constancia de si lo hizo el 15 de este mes.

La excarcelación provocó la reacción de las autoridades judiciales de Países Bajos, que enviaran a la Audiencia Nacional una ampliación de la orden de entrega en la que se hacía hincapié en la urgencia de que el presunto capo de la Mocro Maffia fuera entregado por la gravedad de los delitos que pesaban sobre él en aquel país. El magistrado de la Audiencia Nacional, que ya sabía que había sido puesto en libertad, decidió el 15 de marzo reactivar la orden de detención y citó al presunto mafioso. Sin embargo, Bouyakhrichan no acudió. Desde entonces está en paradero desconocido y en busca y captura por la Audiencia Nacional. Según detallan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el juzgado de Marbella aún no ha dictado una medida similar a la espera de constatar formalmente si se confirma que no compareció el pasado 15 de abril a ningún juzgado y, por tanto, ha incumplido las medidas cautelares.

La noticia sobre su posible huida ha provocado un enorme malestar en las fuerzas de seguridad española, que recuerdan que su captura fue compleja y que, incluso, un día antes de su arresto había logrado huir en una moto de los agentes que ya le perseguían. “Nos sorprendió que pusieran en libertad a un tipo de esta entidad. Hemos informado en reiteradas ocasiones de su peligrosidad”, destacan fuentes policiales. También las autoridades holandesas han mostrado su inquietud tanto por la decisión de la Audiencia Provincial de Málaga de dejarle en libertad provisional como ahora por su huida. De hecho, el juez de enlace de Países Bajos en España se ha reunido en persona con el juez Moreno para trasladarle su preocupación por ambos hechos. En un comunicado emitido este martes, la Fiscalía holandesa ha confirmado que solicitó en enero pasado la entrega de Bouyakhrichan y que sigue “teniendo la intención de procesar al acusado”. La nota indica que España les “está informando sobre los pasos de la petición de entrega”, informa Isabel Ferrer.

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