El PP orilla en la campaña vasca el fantasma de ETA que agita en el resto de España

Los populares renuncian al discurso duro contra los ‘abertzales’ que defienden en el Congreso, ante el temor a activar un voto del miedo que recoja el PNV

El presidente del PP del País Vasco y candidato a lehendakari, Javier de Andrés (a la izquierda), y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a su llegada a un acto de campaña electoral del PP vasco en el Museo Artium, el lunes en Vitoria.Iñaki Berasaluce (Europa Press)

Getxo, siete de la tarde. Jarrea agua en el exterior de un elegante palacete de 1916 que el PP ha alquilado para el mitin de la campaña vasca. En uno de los salones interiores, ante unos 400 simpatizantes, hablan durante una hora el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo; el candidato a lehendakari, Javier de Andrés; el secretario general del PP de Vizcaya, Eduardo Andrade; y la secretaria general del partido en el País Vasco, Esther Martínez. Ninguno de los cuatro cita a ETA. Y apenas se detienen en criticar a EH Bildu.

La única referencia velada de Feijóo a la banda aparece al p...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Getxo, siete de la tarde. Jarrea agua en el exterior de un elegante palacete de 1916 que el PP ha alquilado para el mitin de la campaña vasca. En uno de los salones interiores, ante unos 400 simpatizantes, hablan durante una hora el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo; el candidato a lehendakari, Javier de Andrés; el secretario general del PP de Vizcaya, Eduardo Andrade; y la secretaria general del partido en el País Vasco, Esther Martínez. Ninguno de los cuatro cita a ETA. Y apenas se detienen en criticar a EH Bildu.

La única referencia velada de Feijóo a la banda aparece al principio, después de felicitarse de que Euskadi viva hoy en “libertad”. El líder del PP recuerda que “algunos dieron la vida por la libertad” mientras “otros intentaron segar, y lo consiguieron, la vida de otros”. Esa misma tarde ha muerto el exlehendakari José Antonio Ardanza, promotor en 1988 del Pacto de Ajuria Enea contra la violencia de ETA, y De Andrés, candidato popular a la Lehendakaritza, aprovecha para reivindicar que el político del PNV contribuyó a definir un “suelo ético respecto de una formación que no respetaba la vida, que no respetaba a las personas y a la libertad”. Tampoco él cita de forma explícita a EH Bildu ni a ETA. Hasta ahí las alusiones al terrorismo y las críticas a la coalición abertzale, una fuerza política que los populares demonizan en Madrid identificándola permanentemente con ETA.

El mitin de Getxo no es una excepción. La campaña del PP vasco está discurriendo hasta ahora sin que los populares agiten el fantasma de ETA, algo que hacen a menudo en el Congreso. El portavoz popular en la Cámara baja, Miguel Tellado, contestó así hace unos días a una pregunta sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial: “Yo creo que el presidente del Gobierno no está en condiciones de poner ultimátums”, dijo, después de que Pedro Sánchez conminara a los populares a encauzar ya la negociación. Y añadió: “Los que ponían ultimátums son sus socios de Gobierno, que ponían ultimátums y luego asesinaban a políticos del PP”.

El propio Feijóo está conteniendo su discurso en Euskadi. En cambio, en su investidura fallida, el pasado septiembre, Feijóo trató a EH Bildu como si fuera directamente ETA, cinco años después de la disolución de la banda: “¿A cuántos trabajadores se cargaron?”, espetó a la portavoz de la coalición abertzale, Mertxe Aizpurua.

Una visita a Euskadi en campaña da pistas de por qué ese discurso del PP nacional sobre ETA se ha ido decolorando en los populares vascos. En los balcones de Vitoria y de Bilbao no se observan casi ikurriñas, sino banderas del Athletic de Bilbao, ganador de la Copa del Rey después de 40 años. De camino a Getxo, un histórico trabajador del PP vasco cuenta que sus propios hijos no saben casi nada de lo que fue ETA, incluso a pesar de que su padre llevó escolta por trabajar para el PP. Y que ahora, aunque el PP sufre la falta de cuadros tras décadas en las que nadie quería presentarse en sus listas y de que todavía necesitan enviar las papeletas a domicilio porque cuesta dejarse ver escogiéndola en los colegios, el partido prefiere mirar hacia adelante. “Estamos viendo a ver si la sociedad quiere pasar página”, reconoce con un punto de melancolía.

El candidato del PP a lehendakari, Javier de Andrés, cree que no es necesario que él se detenga en las críticas a EH Bildu por su pasado. “Todo el mundo sabe cuál es nuestra posición: yo no voy a entenderme en ningún caso con Bildu. No tengo que dedicar mi tiempo a justificarme, a diferencia de otros como el PNV y el PSE”, argumenta en conversación con EL PAÍS. Sobre el discurso de la derecha en Madrid, con la banda terrorista y la censura a la coalición abertzale mucho más presente en el debate público, De Andrés apunta que Euskadi está en una nueva etapa. “La batalla política nacional va muy por detrás de la realidad política aquí”, reflexiona. Él, explica, prefiere hablar de la “fatiga” de la situación económica del País Vasco, y de que “los servicios públicos no están al nivel de la renta per cápita que tiene la comunidad” por “la obsesión del nacionalismo por ideologizar la Administración”. “El PNV”, defiende, “ha segmentado el mercado laboral y educativo y eso nos ha aislado. Lo que tenemos que hacer es abrirnos”. “Abiertos” es precisamente el lema de campaña de los populares para las elecciones autonómicas.

Hay, también, razones de táctica electoral en la atípica campaña del PP vasco. En el mitin en Getxo, el secretario general del PP de Vizcaya advierte a los suyos: “Todos sabéis que hay mucha gente nuestra que está pensando en votar a otras formaciones políticas y no al PP por miedo a Bildu”. E insiste: “Todos tienen miedo a Bildu, y nos dicen por la calle que van a votar a otras formaciones. Pero eso no es lo que hay que hacer, hay que votar por el PP porque somos los únicos con un planteamiento distinto”.

El fuerte ascenso de la coalición abertzale, a la que varias encuestas, incluido el CIS, sitúan en condiciones de ganar las elecciones del 21 de abril, ha activado un voto del miedo que se va en masa al PNV, el partido que aparece como el único que puede impedir que los de Arnaldo Otegi lleguen al poder. Para el PP eso es un problema, porque se ha abierto una preocupante fuga de votos populares hacia el PNV, que están obligados a taponar. “Si el PP habla mucho de Bildu, se le van los votos al PNV”, analiza un exlíder del PP vasco. “Y si habla mucho de ETA, aumenta el voto a Vox. Así que no es pasar página, es tacticismo electoral”. Ese discurso soft del PP vasco sobre EH Bildu ha causado sorpresa y malestar en algunos sectores del partido. “Tampoco es bueno quedarse corto, tienes que mantener el discurso ético”, cuestiona el mismo veterano.

En el ecuador de la campaña vasca, la derecha no ha agitado el fantasma de ETA, pero tampoco los nacionalistas han hablado casi de independencia. Según las encuestas, el próximo domingo habrá más voto nacionalista que nunca, pero de alguna manera ese voto será menos nacionalista que nunca.

La dirección del PP ha rebajado sus expectativas y ahora se conforma con conservar los seis escaños con los que cuenta en el Parlamento vasco, aunque espera sumar alguno e impedir que Vox revalide el escaño por Álava. El líder del PP ni siquiera está dedicando todos sus esfuerzos al País Vasco: reparte sus viajes con la precampaña catalana, consciente de que en Cataluña, y no en Euskadi, es donde puede jugarse la legislatura. Pese a ello, la campaña vasca “plana y sin tensión” inquieta a algunos en el partido, y el candidato estará acompañado en la recta final por Isabel Díaz Ayuso. Parece difícil, sin embargo, que la líder madrileña pase por Euskadi sin agitar el fantasma que el PP vasco está queriendo evitar. “Que te vote Txapote”, en referencia al exetarra, fue una de sus frases célebres contra Pedro Sánchez durante la pasada campaña de las generales.

Sobre la firma

Más información

Archivado En