La Policía sitúa al principal representante del islam en España como “máximo responsable” de una red yihadista
Aiman Adlbi “engañó” desde 2018 a sus fieles para que no supieran que sus donaciones nutrían a grupos ligados a Al Qaeda en Siria, según los investigadores
El principal representante del islam en España, Aiman Adlbi, actuó como “máximo responsable” de una trama que transfirió fondos a milicias yihadistas en Siria, según concluye un reciente informe confidencial de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Desde la organización que preside, la mayoritaria Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide), una federación que aglutina a 900 asociaciones musulmanas, Adlbi conoció y participó desde 2018 presuntamente en un esquema financiero para sufragar a grupos ligados a Al Qaeda en Siria, seg...
El principal representante del islam en España, Aiman Adlbi, actuó como “máximo responsable” de una trama que transfirió fondos a milicias yihadistas en Siria, según concluye un reciente informe confidencial de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Desde la organización que preside, la mayoritaria Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide), una federación que aglutina a 900 asociaciones musulmanas, Adlbi conoció y participó desde 2018 presuntamente en un esquema financiero para sufragar a grupos ligados a Al Qaeda en Siria, según el documento policial.
El informe de los investigadores, de más de 2.000 páginas, está fechado el pasado noviembre y forma parte de las pesquisas por financiación yihadista que instruye el Juzgado Central 6 de la Audiencia Nacional, que mantiene imputado al responsable islámico.
Junto a la presidencia de Ucide, Adlbi es también el líder de la Comisión Islámica de España (CIE), la entidad que gestiona las actividades de los musulmanes con el Gobierno y las comunidades autónomas sobre mezquitas, cementerios y escuelas.
La evidencia de que Adlbi conocía desde hace seis años el circuito de envío de fondos surge tras descubrir un vídeo que compartió el dirigente por WhatsApp en el que un líder de Jaysh Al Islam, grupo insurgente salafista conectado a Al Qaeda y Daesh, agradece a representantes de Ucide su generosidad tras recibir en febrero de 2018 una donación.
Fuentes de Ucide niegan que este dirigente y la institución hayan participado en un esquema de financiación terrorista.
Jaysh Al Islam, a través de su facción Organización General de la Sharía, está ligada al secuestro de la abogada y activista pro derechos humanos Razan Zaitouneh, que denunció que el grupo entrenaba como francotiradores a menores huérfanos para cometer asesinatos, según los investigadores.
Para enviar fondos a Siria desde España sin levantar sospechas, la red simuló una falsa campaña humanitaria de apadrinamiento de huérfanos a través de la ONG yihadista Al Bashaer. La iniciativa recaudó 300.000 euros entre 2013 y 2021 y el dinero fue a parar a detenidos y viudas de combatientes yihadistas en la región siria de Guta.
Pese a conocer desde 2018 esta treta, el principal responsable del islam en España ejecutó un “engaño continuado en el tiempo” al ocultar a los donantes el destino real del dinero, según las pesquisas. Fuentes de su organismo precisan que las donaciones a la ONG Al Bashaer se emitieron a través de la Asociación Musulmana de España y no de Ucide.
Adlbi fue arrestado y puesto en libertad tras declarar ante la policía en 2021 por financiación del yihadismo en una causa que afloró dos años antes tras detener en Madrid a una decena de miembros del denominado clan yihadista Kutayni.
El papel del responsable islámico en el mecanismo de envío de fondos fue capital. Las pesquisas destacan que compartió en grupos de WhatsApp vídeos, propaganda y “directrices” sobre cómo ejecutar las transferencias. Y que, para ello, exprimió su esfera de influencia sobre la comunidad musulmana.
“Manos a la acción”, escribió Adlbi en marzo de 2018 en un chat de la aplicación de mensajería. La misiva estaba acompañada del titular “Apadrina a un niño de Siria”, una foto de la mezquita Abu Bakr de Madrid, un número de cuenta de la Comunidad Islámica de Madrid (CIM) y el logo de Al Bashaer. Adlbi precisó por WhatsApp a sus colaboradores la importancia de incluir en el concepto de la transferencia el término “huérfanos”, una indicación que buscaba despistar sobre el destino real de los fondos, según la Policía.
Adlbi, un septuagenario médico sirio, desembarcó en Ucide como presidente a mediados de 2020 tras el fallecimiento por COVID del histórico dirigente Riay Tatary. Sin embargo, ya formaba parte antes de la cúpula de esta organización que promueve el islam. En 2013, perteneció a un comité de cinco dirigentes que aprobó por consenso colaborar con la ONG Al Bashaer. Una institución que, tras su fachada humanitaria, oculta una estructura vinculada a la milicia Jaysh Al islam, organización que opera para recaudar donaciones dirigidas a instaurar un califato global regido por la sharía (ley islámica) y que extiende sus tentáculos por Turquía, Arabia Saudí y Siria, según Europol.
La estrategia de recaudación contó con dos imanes de la Mezquita Central de Madrid, de la que Adlbi es dirigente, según los investigadores. Los religiosos solicitaban a sus fieles tras el sermón que prosigue a la oración del viernes a mediodía, conocido como Dhuhr y que es el más importante de la semana, la colaboración para la supuesta campaña de apadrinamiento de huérfanos. El dinero se entregaba en efectivo en buzones instalados en el templo y la carnicería del complejo religioso.
La Policía relata que los dirigentes de Ucide se valieron del prestigio de su federación para captar fondos y usaron sus cuentas de WhatsApp, Facebook e Instagram para propagar la campaña.
EL PAÍS ha intentado, sin éxito, recabar la versión de Aiman Adlbi.
Rastreo de fondos
El rastreo de los envíos ha revelado que parte del dinero de la red fue al bolsillo de Manaf Kutayni, líder de una milicia de Al Qaeda en Siria y hermano de Fares Kutayni, dirigente de Ucide, de la mezquita Abu Bakr y uno de los presuntos líderes de la célula.
Fares Kutayni, sirio de 76 años, conoció desde junio de 2013 el alambicado sistema de financiación yihadista. Y, junto al resto de miembros, participó en el “engaño continuado” a la comunidad musulmana en España. Este dirigente de Ucide, que fue uno de los 10 arrestados en Madrid en junio de 2019, gestionó el envío de 8.400 euros entre 2015 y 2018 a la ONG yihadista, según la documentación hallada en su domicilio. Fares fue informado por su hermano Manaf de que parte del dinero recaudado en España acababa en grupos próximos a Al Qaeda en Siria, según un mensaje de WhatsApp.
Las nuevas pruebas también cercan a otro de los presuntos cerebros de esta organización, el extesorero de Ucide Mohamad Hatem Rohaibani. La investigación enmarca la falsa campaña de envío de fondos con una estancia de este dirigente en Arabia Saudí entre enero y febrero de 2018.
Junto a Adlbi, Hatem Rohaibani, sirio de 65 años, fue arrestado en marzo de 2021, y, según la Policía, conocía desde abril de 2014 que Ben Anis Alsaour, director de la ONG Al Bashaer, participaba en el Consejo Islámico Sirio, entidad que legitimó organizaciones terroristas y milicias.
El extesorero de Ucide confesó por teléfono en 2020 haber destruido documentos un año después de la primera fase de detenciones del clan Kutayni. Y tenía interlocución directa con el jefe de la ONG yihadista. En septiembre de 2013, Hatem recibió un correo de Alsaour que comparaba la falsa campaña de recaudación de fondos para los huérfanos con la lucha de un muyahidín por Alá.
El cruce de mensajes ha confirmado que el extesorero de Ucide era preguntado por WhatsApp sobre dirigentes yihadistas de alto nivel. Así, un español residente en Arabia Saudí arrestado por financiación del terrorismo inquirió a Mohamad Hatem Rohaibani en 2015 sobre Zahran Alloush, quien, hasta su fallecimiento, en 2015, fue el máximo dirigente militar de Jaysh Al islam. Este diario ha intentado recabar sin éxito la versión de Hatem Rohaibani.
El secreto circuito de fondos yihadista al que pertenecieron Aiman Adlbi, Fares Kutayni y Mohamad Hatem Rohaibani integró a 32 personas. Con tentáculos en Bélgica, Italia y Turquía, la trama tejió un engranaje de envío de fondos a Siria que recurría para sus transacciones a la hawala, el oscuro sistema de transferencia entre particulares basado en la confianza que, en ocasiones, usa Al Qaeda.
Ucide: “No hemos financiado al terrorismo”
La dirección de la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide) confía en el archivo de la causa que instruye la Audiencia Nacional por un presunto delito de financiación yihadista y que apunta como máximo responsable al presidente de esta entidad, Aiman Adlbi. “Estamos totalmente seguros de que se va a archivar el caso. Adlbi es un doctor muy respetado en la comunidad islámica. Tenemos nuestra confianza depositada en él”, responden desde esta institución en conversación con EL PAÍS.
La organización niega que la entidad conociera que el dinero recaudado iba a parar al terrorismo, como sostienen los investigadores. Y precisa que las donaciones bajo sospecha no se enviaron a través de Ucide, sino mediante la Asociación Musulmana de España.
Ucide rechaza que la ONG Al Bashaer sea una tapadera para enviar fondos desde España a las milicias terroristas sirias. “Se trata de una organización que sigue recibiendo ayuda de todos los países del mundo y que destina los fondos a los huérfanos. Esta ONG ha sido premiada por el Gobierno británico”, zanjan estas fuentes.