El acuerdo entre el PSOE y EH Bildu en Pamplona congela las posibilidades de pactos entre Sánchez y Feijóo
El PP lo equipara a una línea roja que el PSOE ha cruzado y dificulta cualquier acuerdo mientras deja en el aire la reunión con Sánchez
La rendija que parecía haberse abierto para un acercamiento entre el PSOE y el PP, con Alberto Núñez Feijóo dispuesto a reunirse con Pedro Sánchez en el arranque de la nueva legislatura, ha vuelto a cerrarse. El clima entre los dos grandes partidos ya se había incendiado desde el primer debate de la ley de amnistía el martes en el Congreso, pero el acuerdo anunciado entre los socialistas navarros y EH Bildu para que los abertzales se hagan con la alcaldía de Pamplona ha terminado por hacer saltar todo por los aires. El líder del PP anunció el miércoles que, tras ese pacto en Navarra, se...
La rendija que parecía haberse abierto para un acercamiento entre el PSOE y el PP, con Alberto Núñez Feijóo dispuesto a reunirse con Pedro Sánchez en el arranque de la nueva legislatura, ha vuelto a cerrarse. El clima entre los dos grandes partidos ya se había incendiado desde el primer debate de la ley de amnistía el martes en el Congreso, pero el acuerdo anunciado entre los socialistas navarros y EH Bildu para que los abertzales se hagan con la alcaldía de Pamplona ha terminado por hacer saltar todo por los aires. El líder del PP anunció el miércoles que, tras ese pacto en Navarra, será imposible para su partido mantener “relaciones normalizadas” con el PSOE y metió, por tanto, en el congelador los posibles acuerdos de Estado. “Si las posibilidades de entendimiento entre el Gobierno y el Partido Popular no eran muchas, desde hoy son muchas menos”, advirtió Feijóo, que también enfría ahora su reunión con el presidente del Gobierno, para la que se resiste a consensuar una fecha.
La noticia del acuerdo entre el PSN y EH Bildu para presentar una moción de censura en el Ayuntamiento de la capital navarra saltó a primera hora de la mañana, poco antes de que los diputados se sentaran en sus escaños para la primera sesión de control al Gobierno de la legislatura. El PP, con poco tiempo para reaccionar, metió con calzador en sus preguntas a los ministros el pacto que convertirá de nuevo en alcalde de Pamplona a Joseba Asiron (EH Bildu), quien ya ocupó la Alcaldía entre 2015 y 2019.
Socialistas y abertzales desalojarán así del poder a UPN, que tras las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo retuvo la Alcaldía de Pamplona por ser la fuerza más votada y ante la falta de acuerdo del resto del pleno. EH Bildu, que se hará ahora con el bastón de mando, es la segunda fuerza, con ocho de los 27 concejales del Ayuntamiento, uno menos de los que tiene UPN. Los socialistas son la tercera fuerza, con cinco concejales, por lo que EH Bildu y PSN suman 13 votos de los 27.
El coordinador general de la coalición abertzale, Arnaldo Otegi, negó que haya existido “un cambio de cromos” de la alcaldía de Pamplona por la investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno. Pero el acuerdo, el primero por el que los socialistas aúpan a un candidato de Bildu al poder en una ciudad importante, mete más tensión y agita el tablero político nacional.
La primera consecuencia es la voladura de puentes entre el PSOE y el PP, aunque fuentes del equipo de Feijóo evitaron confirmar que esta sea total. La relación entre ambos partidos estaba ya muy deteriorada, pero el líder del PP quiso anunciar el miércoles de forma solemne que a partir de ese acuerdo en Pamplona le va a costar mantener una interlocución normalizada con los socialistas. “ERC, PNV, Bildu, Sumar, Bloque y Junts pusieron precio a sus votos. Sánchez ya conoce lo que valen los del Partido Popular para los temas que ahora plantea. Sus socios no hicieron descuento, yo tampoco lo haré”, advirtió Feijóo. “Las condiciones son la unidad de nuestro país y de nuestra sociedad, la igualdad de los españoles y el prestigio de las instituciones democráticas españolas. Cuando esté dispuesto a hablar de estos términos será posible recuperar la normalidad, mientras continúe por el camino elegido y con estos acompañantes, quizás sea imposible”, reflexionó, cerrando al máximo la rendija para los posibles pactos de Estado. Feijóo calificó el acuerdo entre el PSN y Bildu de “pacto encapuchado” y lamentó que supusiera “entregar Pamplona a los herederos de ETA”.
En consecuencia, el PP deja en el aire la reunión a la que el presidente ha convocado al líder popular, para la que se resiste a consensuar una fecha. Antes de conocerse el pacto del PSOE con Bildu, el PP ya venía dando largas al Gobierno, sin fijar un día para el encuentro, aunque Feijóo dijo que sí acudiría, con el argumento de que el Ejecutivo no les remite previamente el orden del día por escrito. Pero tras hacerse público el acuerdo del PSOE con EH Bildu para la Alcaldía de la capital navarra, el PP insiste en que la reunión no está garantizada porque La Moncloa no cumple sus condiciones. “Analizaremos el contexto y daremos una respuesta. No hay reunión de momento porque no hay orden del día”, subrayan fuentes oficiales del partido, enfriando las posibilidades de que se celebre pronto. “Es difícil pactar con Bildu y con el PP a la vez”, advierten en el equipo del líder popular.
La Moncloa, por su parte, rechaza de plano cumplir la exigencia del PP de pactar un orden del día por escrito, así que las posiciones de ambos apuntan a que la cita va a quedar paralizada por el momento. Fuentes gubernamentales consideran que la exigencia del PP se trata de una excusa con la que Feijóo pretende dilatar los plazos y ganar tiempo para evitar la reunión con Sánchez. El Gobierno insiste, frente a las demandas del PP, en que ha actuado con transparencia y ya ha comunicado en público los tres asuntos prioritarios y de Estado que Sánchez quiere exponer en persona a Feijóo: un nuevo sistema de financiación autonómica —el modelo vigente caducó en 2014—, la reforma del artículo 49 de la Constitución —para sustituir el término “disminuidos” por “personas con discapacidad” como reclaman los colectivos del sector— y la renovación del Consejo General del Poder Judicial, que debería haberse llevado a cabo hace cinco años.
El Gobierno reconoce que el PP puede llevar los asuntos que considere a la reunión, pero consideran una trampa la petición de Feijóo. “A lo largo de la historia, cuando un presidente convocaba [al líder de otro partido] se acudía, es algo de absoluta normalidad y responsabilidad. Estamos esperando [saber] qué fecha prefiere el PP y, faltaría más, si quieren incluir otros temas adelante. Solo esperamos la respuesta por parte del PP para celebrar esa reunión”, recalcó la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, el martes tras el Consejo de Ministros. El Ejecutivo ha ofrecido tres días posibles para la reunión con el fin de encajar las agendas de Sánchez y Feijóo. Dos son antes de Navidad y uno, antes del 31: la idea es que el encuentro se produzca antes de que finalice el año, pero el Gobierno no concreta las fechas para que el PP no se agarre a eso como una excusa para no acudir.
Contrarrestar las críticas
El PSOE destaca que el pacto suscrito con Bildu incluye “el reconocimiento y reparación de las víctimas generadas por la violencia de ETA” y otras cuestiones como el consenso sobre el tratamiento al euskera atendiendo “a las premisas de voluntariedad e igualdad de oportunidades”. Lo hace para contrarrestar las críticas por facilitar un Gobierno a Bildu y haber traspasado lo que hasta ahora era una línea roja de los socialistas ―el PSN ya permitió en octubre que presidiera la Federación Navarra de Municipios y Concejos―. El PSOE ofreció al PP entrar en el Gobierno de Ceuta, donde los populares gobiernan en minoría, para “dar estabilidad a la legislatura”. La propuesta fue rechazada por el alcalde-presidente, Juan Jesús Vivas, en el cargo desde 2001 y que, a diferencia de otros barones populares, se opone a los acuerdos con Vox.
Fuentes gubernamentales reconocen que el gesto con Bildu en Pamplona supone otro elemento de “distorsión” en la relación con el PP. Feijóo anunció el miércoles, por su parte, que el PP va a crear una comisión de investigación en el Senado sobre los pactos que han dado lugar a la investidura de Sánchez, mientras la veta que se había abierto con el PSOE ha vuelto a cerrarse.