El gerente de Vox cesa en plena polémica por las irregularidades económicas del partido ultra

Los cambios en la cúpula de la formación incluyen también a la responsable jurídica nacional, Marta Castro, a la que sustituye Buxadé

Santiago Abascal, a la derecha, abraza al hasta ahora gerente de Vox, Juan José Aizcorbe, en un acto en Barcelona, en julio pasado.Albert Garcia Gallego

Juan José Aizcorbe, gerente de Vox, ha presentado su dimisión en plena polémica por las cuentas del partido ultra. El máximo responsable de la gestión económica de Vox, junto al tesorero Pablo Sáez, será relevado en breve, según fuentes del partido que preside Santiago Abascal. En la formación se asegura que su sustituto será Javier Co...

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Juan José Aizcorbe, gerente de Vox, ha presentado su dimisión en plena polémica por las cuentas del partido ultra. El máximo responsable de la gestión económica de Vox, junto al tesorero Pablo Sáez, será relevado en breve, según fuentes del partido que preside Santiago Abascal. En la formación se asegura que su sustituto será Javier Cortés, economista y presidente del grupo parlamentario ultra en el Parlamento andaluz, un veterano de Vox. El del gerente no es el único cese en la cúpula de esta fuerza política: la vicesecretaria nacional jurídica, Marta Castro, ha sido relevada de sus funciones. La “coordinación jurídica” ha pasado a manos del vicepresidente de Acción Política y hombre fuerte del partido, Jorge Buxadé.

Vox ha publicado este viernes un comunicado en el que califica de “falsas las informaciones sobre ceses y dimisiones” en la cúpula del partido y acusa de “falta de rigor y profesionalidad al diario de Prisa [en referencia a EL PAÍS], que una vez más miente”, al tiempo que lamenta que otros muchos medios de comunicación se hayan hecho eco de la noticia publicada por este diario. Sin embargo, en el mismo comunicado, tras asegurar que Aizcorbe “seguirá con funciones de control y fiscalización” en el partido, Vox reconoce que se ha decidido “nombrar a un nuevo gerente”, lo que Aizcorbe habría pedido “hace meses” para “reducir su carga de trabajo”. Del mismo modo, asegura que Marta Castro seguirá siendo la responsable de la asesoría jurídica del partido, pero a continuación admite que Buxadé ha asumido la “coordinación de todo el área jurídica del partido, que incluye la asesoría jurídica de Marta Castro”. Es decir, Aizcorbe ha dimitido como gerente y Marta Castro deja de ser la máxima responsable del área jurídica, con rango de vicesecretaria nacional, quedando a las órdenes de Buxadé.

La firma de Aizcorbe, diputado por Barcelona, aparece en las cuentas de Vox para 2018 y 2019, que el Tribunal de Cuentas acaba de aprobar “con salvedades”. Entre otras, las trabas para identificar sus donantes privados, cuando en el segundo de esos años recaudó más de 1,5 millones, casi el doble que el PP, el PSOE, Ciudadanos y Podemos juntos. El informe de fiscalización advierte de que algunas conductas de Vox pueden ser sancionadas, como el ingreso en cajeros automáticos de más de 20.000 euros en 2018 y de 300.000 al año siguiente de origen incierto. Sin embargo, uno de los puntos que más revuelo interno ha causado en el partido ha sido el pago de 516.670 euros solo en el año 2019 a la empresa de Kiko Méndez-Monasterio, asesor personal de Abascal, y de Gabriel Ariza, hijo del exdueño de la quebrada Intereconomía TV, el canal que encumbró a Vox.

Aizcorbe también ordenó los trasvases millonarios de fondos a la fundación Disenso, que preside el propio Abascal. El partido creó la fundación en 2020 y, desde entonces, además de la asignación fundacional de 30.000 euros, le ha trasvasado las siguientes cantidades: 370.000 euros (2020), 2,5 millones (2021), 2 millones (2022) y 999.000 euros (2023). Un total de 5.899.000 euros, según las cuentas de Disenso.

Para intentar calmar la inquietud de las bases del partido ante estas donaciones multimillonarias, el propio secretario general del partido, Ignacio Garriga, ha escrito una carta a los afiliados en la que justifica los pagos señalando que la fundación es la “punta de lanza de la batalla cultural” y que “Vox y Disenso son lo mismo”. Pero jurídicamente no lo son, ya que Abascal es patrono de Disenso a título personal y no como presidente de Vox. Es decir, que seguiría en el primer cargo aunque dejara el segundo.

Las propias cuentas de Abascal se han puesto en entredicho después de que EL PAÍS publicara que su declaración de rentas ante el Congreso omitía los 1.500 euros mensuales que cobra como presidente del grupo parlamentario. El mismo día que este diario pidió explicaciones a Vox sobre esta omisión, Abascal presentó una nueva declaración ante el Congreso con 18.000 euros más de ingresos anuales.

La salida del gerente del partido coincide con el cese de la hasta ahora vicesecretaria jurídica, Marta Castro. Al igual que sucede con la dimisión de Aizcorbe, Vox no ha informado de su salida ni ha explicado las causas, pero en la web del partido ya no figura su nombre y ni siquiera su cargo. En su lugar, aparece el vicepresidente primero de Vox, Jorge Buxadé, como nuevo responsable de “coordinación jurídica”, por lo que acapara aún más poder interno. Marta Castro está considerada una persona muy próxima al anterior secretario general, el defenestrado Javier Ortega Smith, quien el pasado fin de semana advirtió en una entrevista con Europa Press de que “Vox no nació como una agencia de colocación de amigos”.

Otra caída en desgracia en la nueva cúpula de Vox es la de la vicesecretaria de Portavocía Patricia Rueda, cuyo cargo ha desaparecido también del organigrama que figura en la web del partido. Hacía meses que Rueda, diputada por Málaga, no comparecía en las ruedas de prensa celebradas en la sede de Vox, función en la que había sido sustituida por Jorge Buxadé o Ignacio Garriga.

La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, ha asegurado este viernes, en un acto contra la ley del solo sí es sí ante el Congreso, que el responsable económico del partido “no ha sido cesado”, y ha alegado que los cambios en la dirección de la formación ultra se deben a la “necesidad de aligerar la estructura”, ya que el partido “tiene responsabilidades de gobierno en muchas partes de España y hay que centrar el esfuerzo en ello”. También en la nota del partido se asegura que “la reestructuración [de la cúpula de la formación] persigue un funcionamiento más ágil y coherente con la nueva situación del partido, presente ya en cinco gobiernos autonómicos y numerosas instituciones en toda España”.

Además de las vicesecretarías nacionales de Marta Castro y Patricia Rueda, se han eliminado las de Relaciones Internacionales (que ostentaba el exportavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros) y Recursos (Víctor Sánchez del Real, próximo al anterior y exdiputado depurado de las listas electorales en la pasada campaña); así como las de Relaciones con las Cortes (José María Figaredo) y Formación (Begoña Conde, tía de Abascal).



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