Una decena de ciudades revisan las licencias de sus discotecas tras la tragedia de Murcia
El abogado de uno de los locales incendiados admite que no tiene licencia, aunque asegura que sí cumplía con las medidas de seguridad
La muerte de 13 personas en el incendio de dos discotecas de Murcia que carecían de licencia ha activado la alarma en más de una decena de ayuntamientos españoles. Ciudades como Madrid, Valencia, Alicante, Sevilla, Málaga, Granada, Asturias, Oviedo y la propia Murcia y las localidades de la Región de Cartagena y Lorca han decidido revisar las licencias de actividad de las discotecas y salas de fiesta...
La muerte de 13 personas en el incendio de dos discotecas de Murcia que carecían de licencia ha activado la alarma en más de una decena de ayuntamientos españoles. Ciudades como Madrid, Valencia, Alicante, Sevilla, Málaga, Granada, Asturias, Oviedo y la propia Murcia y las localidades de la Región de Cartagena y Lorca han decidido revisar las licencias de actividad de las discotecas y salas de fiesta de sus territorios. Y lo han hecho después de que un juzgado haya abierto una investigación por 13 homicidios imprudentes. La tragedia de Murcia y la respuesta de muchos responsables políticos desvela que el hecho de que haya establecimientos funcionando sin las autorizaciones preceptivas no es inusual.
En el caso de Madrid, el alcalde José Luis Martínez-Almeida anunció el martes el inicio de un proceso de control y revisión sobre las clausuras decretadas y se topó con un local que no solo estaba abierto pese a tener una orden de cierre, sino que ya había sufrido un incendio. Pese a la urgencia repentina y tras cerca de un año sin hacer cumplir su decisión, el Ayuntamiento no podrá precintar el establecimiento hasta que pasen los tres días preceptivos para hacerlo.
En Málaga, los funcionarios del Consistorio también llevan dos días revisando las licencias de las discotecas y pubs para comprobar si todos ellos tienen en regla toda la documentación. Las inspecciones en la ciudad de Granada han dado lugar, de momento, a la certificación de que cinco locales carecen de seguro y dos no han presentado licencia, además de otras infracciones, como no tener libro de reclamaciones o permitir a menores el consumo de cachimbas que podían contener tabaco, tal como ha publicado la policía local en redes sociales.
Este miércoles, los alcaldes de Alicante, Luis Barcala, y Valencia, María José Catalá, anunciaron también la revisión de todas las licencias concedidas a discotecas. Según Barcala, el fin es dar “tranquilidad” a los ciudadanos. “No está de más hacer repaso” para comprobar si todas tienen licencia y que “está todo en orden y no hay ningún expediente pendiente de resolución”, añadió.
En Sevilla, la idea del Ayuntamiento es “intensificar” los controles en las discotecas. Además, el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, tras la tragedia de Murcia ha decidido revisar “algunos de los nuevos últimos negocios, a ver si tienen todos los permisos”. En Oviedo, la respuesta del Ayuntamiento ha sido abrir expedientes informativos.
El abogado de una de las discotecas incendiadas reconoce que no tenía licencia en vigor
El abogado de la discoteca Teatre, José María Caballero, ha admitido que su cliente no tenía la licencia de actividad en vigor. En declaraciones a EL PAÍS, el letrado ha reconocido que la licencia se había revocado, tal como anunciaron los dos últimos responsables del urbanismo municipal del Ayuntamiento de Murcia, pero mantiene que la sala cumplía con todas las medidas de seguridad exigidas por la normativa. Caballero sostiene que su cliente presentó al Ayuntamiento un proyecto de legalización de su negocio visado por un ingeniero en el que se recogen todas las medidas de seguridad que requiere la normativa.
En cualquier caso, y de la misma manera que hizo el abogado de la otra discoteca incendiada, Fonda Milagros, el abogado de Teatre considera que el Ayuntamiento ha actuado con una “aceptación tácita” de funcionamiento de los establecimientos, al no ejecutar la orden de cierre vigente desde octubre de 2022. Como muestra de esta “aceptación tácita”, Caballero asegura que la discoteca tiene un sonómetro para medir decibelios e índices de ruidos que emite los datos directamente al Ayuntamiento de Murcia para su control.