Urkullu pide al Gobierno que favorezca la participación “institucionalizada” de Euskadi en Europa
El lehendakari plantea el autogobierno como “clave de bóveda” del futuro del País Vasco
El lehendakari, Iñigo Urkullu, aprovechará el arranque del curso parlamentario en el País Vasco, este próximo jueves en la Cámara de Vitoria, para reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez que se comprometa a “favorecer y no obstaculizar una participación institucionalizada de Euskadi en Europa”. Urkullu considera que la presencia del País Vasco “en el ámbito de decisión de la Unión Europea” constituye “una expresión indubitada del autogobierno”, por lo que volverá a pedir, como ha hecho en otras ocasiones, la intervención de...
El lehendakari, Iñigo Urkullu, aprovechará el arranque del curso parlamentario en el País Vasco, este próximo jueves en la Cámara de Vitoria, para reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez que se comprometa a “favorecer y no obstaculizar una participación institucionalizada de Euskadi en Europa”. Urkullu considera que la presencia del País Vasco “en el ámbito de decisión de la Unión Europea” constituye “una expresión indubitada del autogobierno”, por lo que volverá a pedir, como ha hecho en otras ocasiones, la intervención de las instituciones vascas en la UE. “La salud de nuestro autogobierno y nuestra capacidad de internacionalización serán claves en el futuro de nuestro país”, sostiene el presidente del Ejecutivo vasco.
Este será uno de los ejes del discurso que Urkullu ofrecerá este jueves en el debate de Política General en el Parlamento autónomo. En un resumen de su intervención que Lehendakaritza ha hecho público este lunes, Urkullu plantea el autogobierno como “la clave de bóveda” del presente y el futuro del País Vasco, y recuerda que en este terreno hay claros y sombras. Los “progresos” que se han dado en la ponencia de autogobierno, afirma, no han sido suficientes para posibilitar un acuerdo entre los partidos políticos que dé lugar a una reforma del Estatuto de Gernika.
En el lado negativo, Urkullu coloca la “erosión” que, a su juicio, ha sufrido el autogobierno vasco por varias vías. Por un lado, cita “la expansión de la normativa estatal, incluso en materias cuya competencia normativa es exclusiva de Euskadi”. También criticará en ese discurso “la evolución de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, cada vez más restrictiva con el ejercicio competencial autonómico”. “Su función de arbitraje es motivo de cuestionamiento creciente”, subrayará Urkullu en el último debate de Política General de esta legislatura antes de las elecciones vascas, que podrían celebrarse el 9 de junio de 2024, coincidiendo con las europeas.
También ha jugado en contra del desarrollo del autogobierno, según el mandatario vasco, la negativa a que las instituciones vascas estén presentes en los órganos de decisión de la UE. Pese a ello, Urkullu destacará el trabajo que ha liderado para impulsar la macrorregión atlántica y las alianzas que se están forjando “con instituciones y actores socioeconómicos de todos los territorios de la fachada atlántica europea”.
En el adelanto de su discurso no se incluye ninguna referencia a la última propuesta política del lehendakari, que dio a conocer en un artículo en EL PAÍS el pasado 31 de agosto. En aquel texto, Urkullu abogaba por promover un nuevo “pacto territorial” en España, que se articularía a través de la creación de una “convención constitucional” para reconocer “la realidad plurinacional del Estado”. Ese nuevo modelo, que partiría del necesario acuerdo entre el Estado y el País Vasco —y que, según sugería, se extendería al resto de “comunidades históricas”, en referencia a Cataluña y Galicia—, no implicaría una reforma de la Constitución sino la “reinterpretación” de todos los artículos referidos a la organización territorial de España. La propuesta fue recibida con tiento por el Gobierno, que la calificó de “legítima” aunque sin respaldarla.
En su discurso del próximo jueves, además de poner sobre la mesa “la incompleta asunción de las transferencias pendientes”, Urkullu dedicará un capítulo específico a la protección del euskera. El lehendakari argumentará que “el cuestionamiento intensivo que algunos tribunales han planteado” sobre la lengua vasca representa un ataque contra el autogobierno vasco. Aludirá así a la sentencia del Tribunal Constitucional que, el pasado julio, anuló el artículo de la Ley de instituciones locales de Euskadi que obligaba a los concejales y trabajadores municipales a manifestar su desconocimiento del euskera si querían recibir la documentación en castellano.
Fuera de los asuntos referidos a la actualidad política, Urkullu incidirá en dos aspectos que marcarán el tramo final de su mandato: el objetivo de aumentar en un 10% la tasa de natalidad en el País Vasco, con medidas de apoyo, y la promesa de lograr que las energías renovables representen el 20% del consumo final energético.