Meritxell Batet renuncia a su acta de diputada y anuncia su retirada de la política

La socialista pone fin a una trayectoria de 19 años en los que ha sido presidenta del Congreso, ministra, diputada y número uno en las listas por Barcelona del PSOE en las pasadas elecciones generales

Meritxell Batet, en el Congreso de los Diputados.MARISCAL (EFE)

La expresidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha anunciado este miércoles a través de Twitter que renuncia a su acta de diputada socialista y se retira de la política después de 19 años en los que también ocupó el cargo de ministra de Política Territorial y Función Pública entre 2018 y 2019. Batet ...

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La expresidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha anunciado este miércoles a través de Twitter que renuncia a su acta de diputada socialista y se retira de la política después de 19 años en los que también ocupó el cargo de ministra de Política Territorial y Función Pública entre 2018 y 2019. Batet ya había desistido de reeditar su mandato de la Cámara baja el pasado mes de agosto, justo antes de que se constituyese una nueva Mesa con Francina Armengol, también socialista, como su sucesora al frente de la tercera institución del Estado.

En el anuncio de hoy, Batet explica que, tras los buenos resultados electorales obtenidos por su formación en Cataluña en las elecciones del 23-J —en las que fue cabeza de las listas de su partido— y con la esperanza de que Pedro Sánchez sea reelegido como presidente, es el momento de marcharse con la “satisfacción del trabajo hecho y el deber cumplido”.

Batet (Barcelona, 50 años) también ocupó el cargo de ministra de Política Territorial durante el primer Gobierno de Pedro Sánchez, y empezó a ejercer como diputada en 2004. Como presidenta del Congreso, tuvo que enfrentarse a varias decisiones complicadas. Al poco tiempo de acceder a su cargo, tuvo que afrontar la emergencia derivada de la pandemia del covid, que tiempo después provocaría una sentencia en contra del Tribunal Constitucional —que actuó a petición de Vox— que consideraba que la restricción de las actividades parlamentarias durante las primeras semanas del confinamiento, en marzo de 2020, había vulnerado los derechos de los diputados.

Otra de las polémicas que tuvo que afrontar llegó tras su decisión de expulsar de la Cámara al diputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez, inhabilitado por el Tribunal Supremo tras una condena por agredir a un policía durante una manifestación. Batet recibió entonces duras críticas por parte de Podemos, el socio minoritario del Gobierno de coalición, desde donde la acusaron de plegarse ante el Supremo. Los frecuentes incidentes, la polarización de la pasada legislatura y el tono hostil que protagonizaba la mayoría de las sesiones en el hemiciclo, sobre todo por la actitud agresiva de algunos diputados de Vox, forzaron a la presidenta a realizar recurrentes llamadas al orden que acabaron por erosionar su voluntad de repetir al frente de la Mesa, según explicaron fuentes próximas a la política catalana. Esta última decisión obedece a razones personales.

Uno de los primeros en reaccionar a la noticia ha sido su compañero en el PSC, Salvador Illa, que ha agradecido el “compromiso”, el “rigor” y el “talante generoso” de una política que “siempre será un activo para el socialismo”.

La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, también le ha dedicado unas palabras en la red social: “Fue un placer ser tu vecina de escaño en 2012 y un orgullo seguir de cerca tu desempeño como presidenta del Congreso de los Diputados durante estos últimos años. Además, el presidente de Asturias, Adrián Barbón, le ha deseado sus mejores “deseos” para el futuro.

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