Logroño se suma a Cantabria en el rechazo a albergar un centro de refugiados

El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, ha anunciado este miércoles que el municipio no albergará un centro de refugiados que pretendía construir en el municipio el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El regidor ha mantenido que su apuesta es “trabajar en un proceso personal de acogida”, “de manera responsable y ordenada”. Sus declaraciones han confirmado los temores del ministerio, que se ha enterado de la negativa del alca...

El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, ha anunciado este miércoles que el municipio no albergará un centro de refugiados que pretendía construir en el municipio el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El regidor ha mantenido que su apuesta es “trabajar en un proceso personal de acogida”, “de manera responsable y ordenada”. Sus declaraciones han confirmado los temores del ministerio, que se ha enterado de la negativa del alcalde por la rueda de prensa.

El centro era uno de los 17 que el equipo de José Luis Escrivá tenía previsto abrir en territorios de toda España gracias a la inyección de más de 230 millones de euros en fondos europeos. El de Logroño, en concreto, tendría unas 300 plazas, instalaciones deportivas abiertas para todos los vecinos y suponía una inversión de 14 millones de euros. “No es la fórmula idónea”, ha dicho Escobar. A última hora de la tarde del miércoles, sin embargo, la secretaria de Estado de Migraciones, Isabel Castro, ha recibido una carta del regidor en la que le pide una reunión. En el encuentro, el alcalde espera “valorar y analizar” las “formas de cooperación que ya se ha constatado que funcionan” para lograr “un verdadero proceso de integración”. Por como lo expresa, el alcalde no parece estar refiriéndose al centro de refugiados.

Aunque Migraciones mantenía la esperanza de que fuese posible continuar con el proyecto, en la última comunicación oficial entre ambos el Ayuntamiento de Logroño daba pistas de que no pretendía hacerlo. En una carta, enviada este martes y a la que ha tenido acceso EL PAÍS, la directora general de Promoción Económica y Fondos Europeos comunicaba al ministerio que hace más de un mes que había archivado el expediente del centro por encontrarse “paralizado administrativamente”. Desde que se firmó el memorándum de entendimiento con la anterior corporación municipal, formada por PSOE, Unidas Podemos y el Partido Riojano, el ministerio y el ayuntamiento se enredaron en detalles técnicos del borrador. El Consistorio planteó algunos “reparos”, como “recuperar la parcela si el proyecto no cuajaba”, puntualizó el alcalde logroñés. Según se interpreta en la carta, dejó de haber avances en marzo por falta de respuesta de Migraciones.

Logroño se suma a la decisión anunciada este lunes por Cantabria, donde el ministerio también había planeado la apertura de un centro de acogida en un antiguo hospital psiquiátrico ubicado en el municipio de Camargo. A pesar de que el proyecto ya estaba en marcha y había un acuerdo con el anterior Gobierno autonómico, la iniciativa se cayó este lunes cuando la presidenta autonómica confirmó que en lugar de un centro para refugiados quiere un espacio para el cuidado de los más mayores. “España es muy grande, los refugiados se pueden acoger en muchos lugares, pero a nuestros mayores hay que atenderlos en Cantabria”, dijo la presidenta autonómica del PP, María José Sáenz de Buruaga, que gobierna con mayoría absoluta. Valladolid, donde también se había previsto la construcción de un nuevo espacio de acogida, ha pedido más información al ministerio, aunque Vox, que gobierna con el PP, ya ha dejado clara su rotunda oposición a este proyecto.

Estos tres municipios se han convertido en el último de los obstáculos que afrontaba Escrivá para implementar su plan de aumentar la red de acogida de refugiados con casi 6.000 nuevas camas. Durante meses el ministerio ha estado buscando espacios y edificios que pudiera comprar y reconvertir en centros de acogida, una tarea que no ha sido fácil, entre otras cosas, por la negativa de autoridades locales y autonómicas (de derechas y de izquierdas) a albergar este tipo de lugares en sus territorios. Cuando por fin estaban identificados los emplazamientos de los 17 centros, las elecciones municipales y autonómicas dejaron en un limbo los acuerdos firmados. El PP pasó a gobernar en Logroño, Valladolid y Cantabria y el Gobierno se temió que los proyectos acabarían bloqueados en estos territorios y que tendría que emprender una nueva búsqueda para cumplir su compromiso con la UE. A falta de la respuesta de Valladolid, Migraciones ya empieza a pensar en alternativas.