El juez concede a Rosalía Iglesias el mismo régimen de semilibertad del que ya disfruta su marido

La Audiencia Nacional admite, en contra del criterio de la Fiscalía, el recurso de la esposa Bárcenas, condenada también por el ‘caso Gürtel’, contra la decisión de Interior de mantenerla en el régimen ordinario

Rosalia Iglesias, esposa de Luis Bárcenas, en 2022.Ballesteros (efe)

El titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, ha ordenado este lunes a Instituciones Penitenciarias que aplique a Rosalía Iglesias, la mujer del extesorero del PP Luis Bárcenas, el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario de flexibilización del régimen de vida penitenciario, lo que le permitirá disfrutar de una situación cercana al tercer grado o semilibertad, se...

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El titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, ha ordenado este lunes a Instituciones Penitenciarias que aplique a Rosalía Iglesias, la mujer del extesorero del PP Luis Bárcenas, el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario de flexibilización del régimen de vida penitenciario, lo que le permitirá disfrutar de una situación cercana al tercer grado o semilibertad, según ha adelantado Vozpópuli y ha confirmado EL PAÍS en fuentes jurídicas. El magistrado toma la decisión después de que el Ministerio del Interior rechazase en febrero la pretensión de Iglesias de acceder al régimen abierto, y la mantuviera en segundo grado penitenciario (el ordinario en el que está el 73% de los reclusos) al considerar que la “gravedad y complejidad delictiva” de los hechos por los que fue condenada y el tiempo que le queda de condena (más de la mitad) desaconsejaban la medida y situaban el riesgo de reincidencia en “medio-alto”. La mujer del extesorero recurrió entonces esta decisión y el juez De Castro, en contra de la opinión de la Fiscalía, le da ahora la razón, aunque solo en parte. La decisión no es firme y puede ser recurrida por el ministerio público. El magistrado ha rechazado sin embargo este lunes dar al propio Bárcenas el tercer grado.

Tras la decisión judicial, Iglesias ―que fue condenada a 12 años y 11 meses de prisión por la primera etapa del caso Gürtel― alcanza la misma situación penitenciaria que su marido, quien desde diciembre del año pasado también se le aplica el mismo artículo del Reglamento Penitenciario y disfruta de salidas diarias de prisión. Iglesias ingresó en prisión el 8 de noviembre de 2020 y la Audiencia Nacional le fijó un tiempo máximo de estancia en la cárcel de siete años y seis meses. De este tiempo, ha cumplido dos años y nueve meses. Ahora, y tras justificar que tiene una oferta de trabajo en la productora Voltereta Records, de su hijo Guillermo, músico y líder de la banda Taburete, y que va a colaborar en labores administrativas y en el comedor con una ONG de ayuda a personas con discapacidad intelectual ―dos cosas que también alegó el extesorero―, la Audiencia Nacional le permitirá salir de lunes a viernes de prisión, aunque tendrá que volver para pernoctar todos los días y pasará los fines de semanas en un Centro de Inserción Social (CIS), recinto penitenciario destinado a presos en semilibertad. El auto destaca que su colaboración con la ONG “permitirá a la penada concienciarla de las consecuencias de la actividad delictiva cometida”.

Programas de reinserción

No obstante, el auto plantea obligaciones a Iglesias, entre ellas que participe en programas de reinserción al considerar que, si bien ha asumido su delito, “debe trabajar tratamentalmente para obtener una asunción plena y ‘directa” de los hechos cometidos. Uno son los llamados Talleres de Justicia Restaurativa, que concluye con un encuentro entre el recluso y una víctima simbólica para que le pidan perdón. Bárcenas lo siguió en la cárcel de Soto del Real antes de que se le concediera la semilibertad que ahora disfruta. El otro es el bautizado como Pideco (Programa de Intervención en Delitos Económicos), destinado a presos por corrupción y que también contempla un encuentro con alguna víctima. El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria también planteó al extesorero la obligación de seguir este programa.

En el auto por el que da la semilibertad a Iglesias, el magistrado explica que, pese a “la lejanía de la actividad delictiva, las fechas de cumplimiento [no extinguirá condena hasta el 11 de abril de 2028] impiden” que pueda acceder al tercer grado como pretendía la interna pese a que los informes de Instituciones Penitenciarias admiten “la evolución de la penada y las posibilidades de reinserción”, así como “un buen compartimiento” que, por ejemplo, le llevan a “evitar el verse envuelta en conflictos”, destaca la resolución judicial citando un informe penitenciario. No obstante, el juez concluye que ello no impide que dé un paso más en su situación penitenciaria y que se le flexibilice al constatar que, hasta la fecha, ha disfrutado de tres permisos de salida por un total de 16 días y que tiene pendiente otro de seis días sin que haya habido incidencias.

La junta de tratamiento volverá a analizar la clasificación penitenciaria de Iglesias seis meses después de la última vez. En ella, la mujer del extesorero aspira a que entonces se le clasifique en tercer grado, lo que le permitiría extender a los fines de semana sus salidas de prisión y aumentar los días de permisos ordinarios. Además, esa progresión en su régimen penitenciario es clave para que pueda pedir la libertad condicional. En mayo de 2026 habrá cumplido dos terceras partes de la pena de 7 años y seis meses, y podrá solicitarla. Algo similar ocurre con Bárcenas, quien ha pedido en varias ocasiones su pase al tercer grado, aunque sin éxito. La última fue rechazada por Interior el pasado junio al considerar que desde que accedió a la semilibertad no se observa en el extesorero “una evolución lo suficientemente favorable” para dar ese paso. El juez De Castro, con el respaldo de la Fiscalía, ha respaldado ahora la decisión de Instituciones Penitenciarias.

Según la sentencia que la condenó, Iglesias tuvo un papel “activo” en la ocultación, junto a su marido, del dinero que obtenían ilegalmente gracias a la extensa red de corrupción que anidó en el PP y que tenía como eje las empresas de Francisco Correa. Iglesias fue condenada por la Audiencia Nacional en 2018 a 15 años y un mes de prisión en la sentencia sobre el caso Gürtel, aunque el Tribunal Supremo rebajo la pena a 12 años y 11 meses al considerar que la esposa de Bárcenas conocía la procedencia delictiva del dinero de su marido, al igual que el incremento no justificado de su patrimonio.Los magistrados corroboraron que tenía “pleno control y capacidad de gestión sobre las cuentas bancarias de su titularidad, suizas o españolas, a través de las que el matrimonio ocultó su patrimonio y lo hizo circular”.

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