EL PAÍS

Nadia Nemeh, alcaldesa de Bermeo por EH Bildu: vasca y palestina a partes iguales

Nadia Nemeh toma el mando del Ayuntamiento de Bermeo (Bizkaia) tras renunciar su antecesor a las 24 horas de ser elegido, tras tener un accidente conduciendo bebido. Se declara “guerrera” y con “pensamiento propio”

Nadia Nemeh Shomaly, alcaldesa de Bermeo (Bizkaia), tras su toma de posesión el día 28 de junio.
Nadia Nemeh Shomaly, alcaldesa de Bermeo (Bizkaia), tras su toma de posesión el día 28 de junio.AYUNTAMIENTO DE BERMEO (AYUNTAMIENTO DE BERMEO)

Nadia Nemeh Shomaly ejerce como alcaldesa de Bermeo (Bizkaia) desde este pasado miércoles y en apenas 24 horas la Wikipedia en euskera ya había publicado su biografía. Nació hace 43 años en Bermeo y tiene ascendencia palestina. Estudió Derecho y Economía en la Universidad de Deusto y trabaja como asesora financiera en la sucursal del BBVA de la citada villa marinera. Representa a EH Bildu desde hace cuatro años y se siente vasca y palestina a part...

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Nadia Nemeh Shomaly ejerce como alcaldesa de Bermeo (Bizkaia) desde este pasado miércoles y en apenas 24 horas la Wikipedia en euskera ya había publicado su biografía. Nació hace 43 años en Bermeo y tiene ascendencia palestina. Estudió Derecho y Economía en la Universidad de Deusto y trabaja como asesora financiera en la sucursal del BBVA de la citada villa marinera. Representa a EH Bildu desde hace cuatro años y se siente vasca y palestina a partes iguales: “Soy las dos cosas, al 50%. Soy muy euskaldun por nacimiento y quiero a Euskal Herria. De sangre soy 100% palestina y eso lo voy a llevar siempre”, ha declarado recientemente en un informe sobre refugiados. Nadia Nemeh ha tomado el mando del Ayuntamiento de Bermeo por accidente. El cabeza de lista de la formación independentista, Asier Larrauri, dimitió al día siguiente de resultar elegido alcalde tras sufrir un siniestro con su coche de madrugada y dar positivo en la prueba de alcoholemia.

La súbita renuncia de Larrauri ha permitido aupar a la alcaldía a Nadia Nemeh, una mujer “guerrera y con pensamiento propio y filosofía propia”, según se autodefine en las redes sociales, y a la que le gusta “alzar la voz para hacer valer los derechos que no han sido respetados”. Amante del deporte, los viajes y la lectura, desde los 15 años ha estado implicada en varias ONG y en movimientos de izquierda. En 2019, EH Bildu le propuso presentarse en su lista para las municipales de aquel año (fue en el cuarto lugar). Durante esta pasada legislatura ha participado en la Comisión Ciudadana y en la de Fiestas. En los últimos comicios locales, Nemeh dio el salto al segundo puesto. Es alcaldesa gracias al apoyo que EH Bildu (cinco ediles) ha recibido de la plataforma ciudadana Guzan (cuatro concejales) para desbancar al PNV, primera fuerza con ocho representantes.

Nadia (significa “esperanza” en las lenguas eslavas) es la mayor de tres hermanas que nacieron en Bermeo. Su padre vino a estudiar medicina en Pamplona y acabó la especialidad de psiquiatría. Logró una plaza como becario en el hospital psiquiátrico de Bermeo, donde desarrolló su carrera profesional como facultativo. “Mi padre quería casarse con una palestina y decidió volver a su país, donde se casó con mi madre”, cuenta la alcaldesa. Sus padres, ambos católicos, decidieron instalarse en Bermeo en 1978. Él tenía 33 años y su madre —hablaba árabe, inglés y francés— era 16 años más joven: “En aquella época no había inmigrantes aquí, así que llamaban mucho la atención”, aunque Nadia precisa que tuvieron una buena acogida. “A nosotros nos han querido mucho [en Bermeo] y nos han ayudado muchísimo. Mi padre estaba bien reconocido, era médico y eso daba otro caché”, recuerda.

La causa palestina siempre ha estado presente en la vida de Nadia. “Al ser una persona de raíces palestinas, mi vida siempre estará unida a la política; de lo contrario, no sería palestina”, asegura a este diario por escrito. Cuando tenía un año, su madre se la llevó a Amman (la capital de Jordania) para que esta terminara sus estudios. Allí vivió un año, aunque después la familia ha realizado varios viajes a Palestina en los veranos. “Mi identidad es vasco-palestina o palestino-euskaldun, en el orden que se quiera porque soy las dos cosas”, afirma. Sus apellidos y sus rasgos físicos le delatan. Habla perfectamente euskera, sobre todo la variante bermeana del dialecto vizcaíno.

Nadia reivindica “la liberación de Palestina y el fin del genocidio del Estado de Israel”. Ha participado como voluntaria en varias misiones de ONG en el territorio del que proceden sus antepasados, así como con el Banco de Alimentos y la asociación Ongi Etorri Errefuxiatuak, entre otras. “He dado muchas conferencias sobre la situación de la mujer en el mundo y sobre Palestina, por supuesto”, comenta. En 2003 acudió como “escudo humano” e hizo de traductora para ONG en una acción humanitaria en los territorios de Gaza y toda Cisjordania “para ver desde dentro la lucha”. “Me expuse muchísimo y estuve detenida en el checkpoint de Nablus”, explica. Hacía 40 grados y se formó una fila muy larga con muchas personas esperando: “Les dije a los militares que hacía mucho calor y que les dejara pasar. Me contestaron: ‘¿a esos perros?, ni agua ni nada’. Les amenacé con que iba a hidratar a esas personas con el agua que llevábamos en la ambulancia. Como castigo, me tuvieron detenida unas tres horas, con los ojos tapados y unas bridas en las piernas”.

Es madre de dos hijos menores y está divorciada —”eso fue un escándalo para mi familia paterna”, admite—. Procede de una familia cristina, aunque se declara atea, y recuerda que de pequeña “le discutía a la profesora si Jesús era palestino o judío”. Además de su defensa de la causa palestina, Nadia completó las licenciaturas de Derecho y de Economía, y desde 2006 ha trabajado como asesora financiera en la sucursal del BBVA en Bermeo. Este trabajo lo dejará ahora porque, según dice, “la dedicación a la Alcaldía de Bermeo exige exclusividad”. También ha renunciado al acta de procuradora de las Juntas Generales [Parlamento provincial] de Bizkaia logrado en las pasadas elecciones forales del 28-M para dedicarse a tiempo completo a las tareas municipales.

Nadia lee “unos 150 libros al año más o menos”, sobre todo novela histórica. “El amor por la lectura es algo que se aprende, pero no se enseña. De la misma forma que nadie puede obligarnos a enamorarnos, nadie puede obligarnos a amar un libro. En algún lugar de la biblioteca hay una página que ha sido escrita para nosotros”, escribió en su perfil de Facebook. Hace mucho deporte, sobre todo correr, y ha tomado parte en alguna media maratón (21 kilómetros) y en la Behobia-San Sebastián de 2016 (la terminó en poco más de dos horas). Y es aficionada a viajar “para conocer mundo”.

Este pasado martes, durante la toma de posesión como alcaldesa de Bermeo tuvo un recuerdo especial para su antecesor en el cargo, el fugaz Larrauri, y denunció haber recibido “ataques sexistas y xenófobos” por su origen palestino de los que no quiere dar ningún detalle. Pero lanzó este aviso: Voy a decir alto y claro que si los fascistas se han enfadado, vamos por muy buen camino en este pueblo”.

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