La Fiscalía estalla contra el tribunal que juzga a Camps y le acusa de poner “obstáculos” a su trabajo
Anticorrupción protagoniza un tenso choque con el magistrado José Antonio Mora durante la vista oral contra el expresidente valenciano por el ‘caso Gürtel’
La tensión en el juicio contra Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana (2003-2011), ha marcado un nuevo pico este miércoles. Durante la sesión número 21 de la vista oral, que se desarrolla en la Audiencia Nacional desde enero, la Fiscalía Anticorrupción ha chocado abiertamente con el tribunal. Tras semanas de protestas de la acusación por celebrar los interrogatorios a muchos testigos por videoconferencia, el ministerio público ha denunciado finalmente que no se le “está dej...
La tensión en el juicio contra Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana (2003-2011), ha marcado un nuevo pico este miércoles. Durante la sesión número 21 de la vista oral, que se desarrolla en la Audiencia Nacional desde enero, la Fiscalía Anticorrupción ha chocado abiertamente con el tribunal. Tras semanas de protestas de la acusación por celebrar los interrogatorios a muchos testigos por videoconferencia, el ministerio público ha denunciado finalmente que no se le “está dejando hacer uso pleno de la prueba” y que se ponen “obstáculos” a sus funciones. “La quiebra del principio de igualdad [de armas] en este procedimiento es más que evidente”, ha subrayado la fiscal Concepción Nicolás durante un nuevo encontronazo con el presidente del tribunal, José Antonio Mora.
La tirantez entre los magistrados y el ministerio público se había intensificado en las últimas jornadas. A raíz de la huelga de funcionarios de la Administración de Justicia, que ha obligado a suspender el juicio a Camps en cuatro ocasiones, el tribunal decidió que buena parte de los testigos declaren por videoconferencia, para evitar así que se desplacen hasta Madrid de forma innecesaria. Sin embargo, la Fiscalía ha considerado que esta opción no ofrece todas las garantías procesales —ha habido dificultades para exhibirles documentos con nitidez—, y ha mostrado sus recelos ante la posibilidad de que se les esté contaminando de alguna forma. “¿Ha hablado alguien con usted antes de hoy sobre este tema?”, han preguntado las fiscales a varios testigos. Anticorrupción también había protestado ante Mora por no dejarle hacer algunas preguntas, que el juez consideró improcedentes.
Pero el choque ha escalado a un nivel superior este miércoles, mientras Concepción Nicolás preguntaba a Inmaculada Guaita, ex responsable de la empresa pública Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana y exdiputada del PP en el Congreso. En un momento del interrogatorio, la fiscal ha comenzado a mirar su teléfono y el presidente del tribunal le ha espetado: “Por favor, ¿el ministerio fiscal quiere dejar de utilizar el móvil durante el interrogatorio? [...] No tiene por qué mirarlo ahora”. A lo que la representante de Anticorrupción ha dicho: “Voy a buscar un artículo [de la Ley de Enjuiciamiento Criminal] para referirlo literalmente porque no me lo sé de memoria [...] No tengo red [en mi ordenador] para buscar el articulo 730. Pero su señoría me lo prohíbe...”.
El cruce de reproches ha conducido, finalmente, a que la Fiscalía haya denunciado que se le impide desarrollar su trabajo de forma adecuada. “La quiebra del principio de igualdad [de armas] en este procedimiento es más que evidente”, ha incidido Concepción Nicolás, que ha acusado al tribunal de poner “obstáculos” que agravan “la situación para el ejercicio” de sus “facultades” como acusación pública. El juez Mora le ha contestado: “No tiene nada que ver el principio de igualdad con el tema de que usted utilice el teléfono móvil durante el interrogatorio”.
En este juicio, cuya sentencia no se espera antes de noviembre, 26 personas se sientan en el banquillo de los acusados, como presuntos responsables del desembarco de la trama Gürtel en la Administración Valenciana. Entre otros, Francisco Camps. La Fiscalía Anticorrupción pide dos años y medio de cárcel para el expresidente de la Generalitat por maniobrar presuntamente en favor de la red corrupta para adjudicarle contratos, después de haber ayudado a la propia trama a adentrarse en la comunidad debido a su relación de amistad con Álvaro Pérez, alias El Bigotes, un hombre de confianza del líder de Gürtel, Francisco Correa.