Justicia argumenta que la reforma de Podemos beneficia a los reincidentes y puede provocar penas desproporcionadas

El partido de Irene Montero rechaza crear un nuevo subtipo penal, que reduciría la capacidad de interpretación de los jueces

La ministra de Justicia, Pilar Llop, el 3 de abril en un acto en Segovia.PABLO MARTIN (EFE)

La entrada en vigor de la ley del solo sí es sí ha provocado, en cinco meses, casi 800 rebajas de penas y más de 70 excarcelaciones de agresores sexuales. Tanto el PSOE como Podemos, partido al que pertenece Irene Montero, titular del Ministerio de Igualdad, que elaboró la norma, así como ERC y EH-Bildu coinciden en que no era eso lo que se pretendía cuando se aprobó la ley, por lo que hay que reformarla, aunque plantean diferentes fórmulas para hacerlo.

La propuesta del PSOE consiste en crear u...

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La entrada en vigor de la ley del solo sí es sí ha provocado, en cinco meses, casi 800 rebajas de penas y más de 70 excarcelaciones de agresores sexuales. Tanto el PSOE como Podemos, partido al que pertenece Irene Montero, titular del Ministerio de Igualdad, que elaboró la norma, así como ERC y EH-Bildu coinciden en que no era eso lo que se pretendía cuando se aprobó la ley, por lo que hay que reformarla, aunque plantean diferentes fórmulas para hacerlo.

La propuesta del PSOE consiste en crear un subtipo agravado de agresión que se aplique a aquellos casos cometidos con violencia, intimidación o sobre una víctima que tenga anulada por cualquier causa su voluntad (por ejemplo, la sumisión química). Además, incrementa el castigo en las agresiones a menores, elevando las penas mínimas en unos supuestos y las máximas en otros.

La propuesta de reforma de Podemos incide, sobre todo, en el artículo 180 del Código Penal, la de las agresiones sexuales agravadas, en lugar de modificar los artículos 178 y 179 que quieren modificar los socialistas para crear un nuevo subtipo de agresión. Al igual que en las enmiendas presentadas por ERC y EH-Bildu, se elimina la palabra “extrema” cuando se refiere a la violencia, y se añade en la redacción: “sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 194 bis”, es decir, el que recoge que las penas previstas en el título relativo a los delitos contra la libertad sexual se impondrán “sin perjuicio de la que pudiera corresponder por los actos de violencia física o psíquica que se realizasen”.

Desde el Ministerio de Justicia rechazan “frontalmente” las enmiendas presentadas por Unidas Podemos, y las de ERC-Bildu, que ven “muy similares”, según fuentes del Gobierno. Aseguran que no solucionan los problemas creados por la ley del solo sí es sí y que, además, pueden provocar “penas desproporcionadas —por demasiado altas o demasiado bajas— en algunos casos”. Es especialmente grave, añaden, “en el caso de agresiones sexuales de menores de 16 años, en los que la ley rebajó las penas mínimas de los supuestos agravados”. Además, aseguran que la ley produce —y las enmiendas de Unidas Podemos no corrigen— la bajada de penas a reincidentes en las agresiones sexuales con violencia o intimidación. Por otro lado, insisten en que retirar la calificación de “extrema” a la violencia descrita en el artículo 180 “incumple” el Convenio de Estambul. “Se puede condenar hechos menos graves con penas más altas y hechos más graves con penas más leves”, resumen.

Desde Podemos, aseguran que con la propuesta del PSOE se altera el concepto del consentimiento porque “se vuelve al antiguo esquema judicial”, aunque el artículo que describe el consentimiento no se toca en la reforma planteada por los socialistas. Aseguran que en la propuesta del PSOE, “la sumisión química es más grave que la violencia o intimidación” y niegan que los jueces vayan a tener mayor margen a la hora de aplicar las penas de triunfar sus planteamientos. “El problema está en las penas mínimas, no en las máximas. Y nuestra propuesta está en la línea de lo que ha argumentado la Fiscalía General del Estado”. La circular enviada por el fiscal general del Estado asegura que el consentimiento es el “elemento nuclear” del nuevo delito de agresión sexual. Y que, por tanto, ese delito ya no “gravita” en torno a si hubo violencia o intimidación, como ocurría en el anterior Código Penal. Eso no quiere decir que durante el juicio no se tengan que exponer las pruebas tanto de la violencia, como de la intimidación o anulación de la voluntad.

Un reputado jurista consultado por EL PAÍS y ajeno a la bronca entre partidos, afirma que la opción del PSOE de crear un subtipo penal impide que se impongan penas más desproporcionadas, al reducir el margen de interpretación de los jueces, y le da la razón también a los socialistas en el caso de los reincidentes: “Las agravantes se aplican en la mitad superior y en agresiones con penetración, la ley del sí es sí supone, en la práctica, bajar un año la condena” a quienes ya habían cometido agresiones sexuales. Las enmiendas de Podemos, añade, no corrigen ese aspecto. También comparte la denuncia del PSOE en cuanto a las agresiones a menores, algo que la propuesta de reforma del partido dirigido por Ione Belarra no plantea modificar, y que el planteamiento de Podemos y el de ERC y Bildu, que presentaron sus enmiendas la semana pasada, “es prácticamente coincidente, siendo la propuesta de ERC y EH Bildu algo más detallada”.

Tanto el PSOE como Podemos insisten en que urge corregir la ley cuanto antes, pero las posturas entre los dos partidos del Gobierno de coalición siguen muy enfrentadas. El PP apoya en principio la propuesta de reforma del PSOE, que tendría, por ese motivo, los apoyos suficientes para sacarla adelante, pero desde Podemos subrayan ese visto bueno del PP como un argumento más a su favor en un ambiente casi electoral por la proximidad de las elecciones autonómicas y municipales de mayo.

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