Yolanda Díaz adelanta su presentación oficial

La vicepresidenta y las ministras de Podemos guardaron las formas durante la moción, pero la unidad en torno al acto de Sumar el próximo 2 de abril está pendiente de una complicada negociación

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, este martes en el Congreso de los Diputados. Foto: LUIS SEVILLANO | Vídeo: EFE

Mucho antes de que Yolanda Díaz anunciara que el domingo 2 de abril presentará su candidatura a la presidencia del Gobierno, en La Moncloa ya estaba abierto el debate sobre qué miembros del Gobierno iban a intervenir en la moción de censura de Vox. Desde el primer momento no hubo dudas de que la vicepresidenta segunda y principal rostro institucional de Unidas Podemos iba a subir a la tribuna. No se trataba de una decisión inéd...

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Mucho antes de que Yolanda Díaz anunciara que el domingo 2 de abril presentará su candidatura a la presidencia del Gobierno, en La Moncloa ya estaba abierto el debate sobre qué miembros del Gobierno iban a intervenir en la moción de censura de Vox. Desde el primer momento no hubo dudas de que la vicepresidenta segunda y principal rostro institucional de Unidas Podemos iba a subir a la tribuna. No se trataba de una decisión inédita: dos años atrás, en octubre de 2020, en la misma situación, el entonces vicepresidente Pablo Iglesias intervino después de Pedro Sánchez para responder a Santiago Abascal.

El discurso de la vicepresidenta hubiera sido muy parecido en el supuesto de que aún no hubiera anunciado que el período de escucha estaba tan nutrido de apoyos, que va a dar un paso al frente electoral desde la plataforma Sumar. Pero todo ha cuadrado para que la celebración de la moción de censura le haya permitido presentarse como la aspirante que será. Su extenso discurso de réplica a Ramón Tamames le sirvió para defender con pasión la utilidad del Gobierno de coalición para la inmensa mayoría de los españoles. De presente y de futuro. Los elogios a la mayoría de los ministros y singularmente a las ministras Irene Montero y Ione Belarra tuvieron una significación especial en un contexto de enfrentamiento abierto con estas últimas, en tanto que dirigentes de Podemos.

Los aplausos generalizados no ocultan la realidad de lo que ocurre dentro de ese grupo parlamentario. En él conviven parlamentarios claramente afines a Yolanda Díaz, como los procedentes de Izquierda Unida y los diputados de En Comú Podem, junto a los de Podemos, que recelan de Díaz por su resistencia a discutir de inmediato la composición de las candidaturas para las elecciones generales. Se invocan las primarias, aceptadas por todos, pero la discrepancia está en si se hacen de inmediato —posición defendida por Podemos— o tras las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo —como quiere Díaz—. Ese dilema no es baladí, sino que puede conducir a la ruptura y a que no haya una candidatura común.

La discrepancia en los tiempos, si no hay cambios inesperados de aquí al día 2, tendría como primera consecuencia la ausencia de los dirigentes de Podemos en la presentación electoral de Sumar. Pero este martes sí escucharon a su líder, necesariamente. La vicepresidenta aprovechó la ocasión que le brindaba Vox para dirigirse a la opinión pública interesada en el proyecto que quiere encabezar, a los partidos representados en el Parlamento que sí apuestan por ella como cabeza de lista presidencial, y a Podemos. Un anticipo de su próxima presentación en el polideportivo Magariños de Madrid. Nada de lo que dijo y defendió sobre políticas económicas, sociales y de derechos resulta contradictorio con lo que pueda defender Podemos. Tampoco lo fue para ella la exposición de la portavoz de Podemos en esta sesión, Lucía Muñoz. Pero no es el programa lo que les aleja. No se adivina en este momento una imagen de unidad en Magariños, sino la imagen de la fractura. De momento.

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