Jaime Sartorius: héroe modesto y anónimo
El abogado y fundador de Izquierda Unida falleció el pasado viernes a los 83 años
Jaime Sartorius Bermudez de Castro nació en San Sebastián y falleció el pasado viernes a los 83 años. En 2016, sus amigos le organizamos un homenaje en el que yo le dije a Jaime que era un hombre bueno. Añadí que los hombres buenos dan a quienes les rodean mucho más de lo que éstos les dan a ellos. Y que ese era el resultado de la relación personal que habíamos mantenido durante más de cincuenta años. Añadí que los hombres buenos son muy importantes por...
Jaime Sartorius Bermudez de Castro nació en San Sebastián y falleció el pasado viernes a los 83 años. En 2016, sus amigos le organizamos un homenaje en el que yo le dije a Jaime que era un hombre bueno. Añadí que los hombres buenos dan a quienes les rodean mucho más de lo que éstos les dan a ellos. Y que ese era el resultado de la relación personal que habíamos mantenido durante más de cincuenta años. Añadí que los hombres buenos son muy importantes porque mejoran su país y que en su mayoría son desconocidos.
En aquella ocasión, otro amigo común, Marcos Peña, escribió que “Jaime representaba un compromiso permanente con la justicia y la libertad asumido cuando acarreaba riesgo de vida y no aportaba ni a corto ni a largo plazo beneficio de tipo alguno” y le llamó “héroe modesto y anónimo”. Esas palabras me parecieron ciertas y bellas y hoy las hago mías.
Ahora bien, en contraste con los hombres buenos y los héroes modestos, están los malhechores codiciosos que prosperan perjudicando a su país. Me hubiera gustado conocer la opinión de Jaime sobre si hoy en España progresan más los héroes modestos o los malhechores codiciosos. Llevamos 47 años de democracia durante los que hemos tenido siete gobiernos. Para mi gusto ha habido tres que gobernando dieciséis años hicieron más cosas malas que buenas y cuatro que gobernando treinta y un años han hecho más cosas buenas que malas. Además, esta vez la política mundial obedece a la astronomía, el sol asciende por oriente y se pone por occidente. Querida Leslie Sartorius, ¿qué crees que pensaría Jaime de esto?