El Gobierno da la máxima relevancia política a la moción de censura de Vox mientras Feijóo ve un “show”

El Gobierno no se toma a broma la moción de censura de Vox, que registrará este lunes y tendrá como candidato al economista y exdirigente del Partido Comunista Ramón Tamames. La Moncloa ha decidido darle la máxima relevancia política a esta iniciativa de Vox, la segunda que presenta. Por el contrario, el PP trata de ridiculizarla y su líder, Alberto Núñez Feijóo, que se reunió con Tamames en su casa y trató de frenar la moción, la cataloga de “...

El Gobierno no se toma a broma la moción de censura de Vox, que registrará este lunes y tendrá como candidato al economista y exdirigente del Partido Comunista Ramón Tamames. La Moncloa ha decidido darle la máxima relevancia política a esta iniciativa de Vox, la segunda que presenta. Por el contrario, el PP trata de ridiculizarla y su líder, Alberto Núñez Feijóo, que se reunió con Tamames en su casa y trató de frenar la moción, la cataloga de “show”.

El Gobierno tiene en su mano controlar los tiempos, porque la Constitución fija un mínimo de cinco días para sustanciar la iniciativa desde que se registra, pero no un máximo. A través de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, persona de confianza de Pedro Sánchez, el presidente puede elegir el momento en que se vota esta moción. Lo habitual en los últimos casos ha sido uno o dos meses en tramitarla, lo que acercaría la votación a las próximas elecciones autonómicas. Pero la decisión no parece aún tomada, según fuentes del Gobierno, que recuerdan que la moción aún no está registrada.

La que se votó a toda velocidad, en una semana, fue precisamente la única exitosa en la historia democrática española, la que presentó el propio Sánchez en 2018. Mariano Rajoy decidió entonces resolverla muy rápido para intentar frenarla, pero consiguió el efecto contrario: esa velocidad facilitó que saliera porque no dio tiempo a largas negociaciones que podrían haber dado al traste con la iniciativa o al menos habrían dado tiempo al presidente para maniobrar en contra. Para cuando se empezó a mover Rajoy, la decisión del PNV, que fue clave, ya estaba tomada: no quería ser el partido que salvara al líder del PP tras una sentencia durísima sobre el caso Gürtel.

Para el Gobierno, esta moción de Vox, que si siguiera la tónica habitual llegaría alrededor de abril, es una “gran oportunidad” para distinguir los dos modelos para gobernar en España, según explicó el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Para él, en el Congreso se verá la disyuntiva a la que se enfrentarán los españoles en las elecciones entre Gobierno de coalición progresista y el bloque de la derecha y la ultraderecha. Bolaños lo dijo en una visita a Barcelona para apoyar la organización de la 37ª edición de la Copa América de Vela que empezará en la capital catalana el 22 de agosto de 2024. Según Bolaños, el modelo del Gobierno sube salarios, becas y pensiones, mientras que el modelo de Vox y el PP “está en contra de todo” y pretende que la ciudadanía española retroceda en derechos y calidad de vida.

El Gobierno utiliza el hecho de que Feijóo se citara con Tamames en su casa para vincularle también a la moción. Por el contrario, en una visita a Ciudad Real, Feijóo confirmó que su formación se abstendrá en la votación de la moción de censura, y la ridiculizó. “A España y a la política hay que tomárselas más en serio que un par de tardes en el Congreso con alguien que sabe que no va a ser presidente, y con un partido al que se le ha ocurrido incrementar el show parlamentario”, censuró el presidente del PP. Feijóo mostró su malestar por que el partido de Santiago Abascal ofrezca una salida al “Gobierno convulso, dividido y en implosión”, en relación con la división de la coalición por la reforma de la ley del solo sí es sí. A juicio del presidente de la formación conservadora, la moción “se hace con poco respeto” por las instituciones públicas. El PP cree que Vox le está haciendo un favor al Gobierno de Pedro Sánchez con esta moción, que los socialistas pueden utilizar para reunificar a su mayoría y contrastar con la ultraderecha en pleno periodo preelectoral.

Por su parte, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha expresado este jueves su respeto por Ramón Tamames, antiguo dirigente comunista. “No puedo más que respetar que haya pasado del Partido Comunista de España a la opción que hoy parece que le representa. Respeto absoluto”, ha afirmado la también ministra de Trabajo en una visita a la feria de arte ARCO.