Feijóo garantiza que no tocará la ley de plazos del aborto pero hace equilibrios con el sector ultra del PP
El líder del PP defiende que no considera que la interrupción voluntaria del embarazo sea un derecho fundamental y no cambiará la ponencia ideológica sobre el aborto antes de las generales
El comité de dirección del PP del pasado lunes decidió que esta semana el partido tenía que poner énfasis en defender la maternidad y el “derecho a la vida”, según fuentes de la cúpula. En esos términos compareció después de la reunión el portavoz de la campaña, Borja Sémper, en una rueda de prensa en la calle Génova en la que también dijo que el aborto “no es un derecho” y que Alberto Núñez Feijóo nunca lo había defendido. La dirección nacional del PP quería modular su posición después de que el fin de semana anterior los sectores más conservadores de la derecha, de la Iglesia y Vox hubieran ...
El comité de dirección del PP del pasado lunes decidió que esta semana el partido tenía que poner énfasis en defender la maternidad y el “derecho a la vida”, según fuentes de la cúpula. En esos términos compareció después de la reunión el portavoz de la campaña, Borja Sémper, en una rueda de prensa en la calle Génova en la que también dijo que el aborto “no es un derecho” y que Alberto Núñez Feijóo nunca lo había defendido. La dirección nacional del PP quería modular su posición después de que el fin de semana anterior los sectores más conservadores de la derecha, de la Iglesia y Vox hubieran sacudido a Feijóo por haber aceptado la ley de plazos del aborto tras la sentencia, avalándola, del Tribunal Constitucional. Las presiones surtieron efecto y el PP comenzó la semana con una melodía más próxima a los sectores antiabortistas, pero Feijóo, que habló este miércoles para clarificar la posición del partido tras días de zozobra, también ha resistido sin moverse del compromiso de no tocar el sistema de plazos si gobierna. En un nuevo ejercicio de equilibrismo, el líder del PP ha “actualizado” la posición del PP, según fuentes de su entorno, mientras trata de contentar a los sectores más duros sin reconocer el aborto como derecho fundamental.
En Génova reconocen los equilibrios porque el PP tiene que crecer electoralmente por dos lados, por el de Vox y por el PSOE. “Es más sencillo pescar en el voto de Vox, porque es gente que ya nos ha votado, pero Feijóo está tirando del PP hacia el centro”, defienden en el equipo del líder del PP. “La postura de Feijóo con el aborto, sin ser la que más gusta a los obispos, es la que más gusta a una parte del PSOE”, sostienen estas fuentes, que reconocen que están buscando tener un discurso “competitivo” también en el feminismo.
A Feijóo le perseguía desde el lunes la pregunta de si el PP considera o no que el aborto es un derecho de las mujeres españolas. Se la llegó a formular incluso a los diputados del PP el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, durante el pleno de control en el Congreso, en un intento del Gobierno de meter el dedo en la llaga del embrollo del PP. La respuesta de Feijóo, que llegó ayer, después de tomarse 24 horas para pensárselo, dejó algunas certezas importantes, envueltas en un discurso tibio pensado para contentar también a los sectores más duros de la derecha.
La principal certeza es el compromiso del líder del PP de no derogar la ley de plazos si gobierna, un asunto de calado teniendo en cuenta que Vox —su potencial socio de Gobierno, según todas las encuestas— acaba de registrar en el Congreso una proposición que pide derogar la norma vigente. Feijóo hizo este miércoles, en cambio, una cerrada defensa de la ley de plazos, a pesar de las críticas que ha recibido también por eso de los obispos ―algunos, como el de Orihuela-Alicante, le acusan de “traición”―, y de que algunos dirigentes y exdirigentes del PP son partidarios de volver al sistema de supuestos. “No voy a cambiar de opinión”, enfatizó el líder popular como un mensaje a todos ellos. “De los 27 países de la Unión Europea, en 25 hay una regulación del aborto. En todos, salvo en Malta y Polonia. En nuestro país la última ley lleva en vigor 13 años. Si desde 2010 ha gobernado en España el PSOE y el PP, y esa ley, en lo que se refiere a los plazos, no se ha cambiado, y el Tribunal Constitucional parece indicar que la va a declarar constitucional, entiendo que eso forma parte del consenso”.
Feijóo se compromete, por tanto, a no derogar el sistema de plazos si gobierna, como confirman también fuentes de su entorno directo. El líder del PP sí abre la puerta a tocar algunos aspectos de la ley: para que las menores no puedan abortar sin consentimiento de sus padres, para modificar la regulación de la objeción de conciencia de los médicos, y para volver a obligar a las mujeres a esperar tres días de reflexión antes de interrumpir su embarazo. Feijóo también ha dejado caer en otras ocasiones que se podrían “discutir” las semanas de aborto libre que reconoce la ley, que ahora son 14.
Luego llega el discurso, que el líder del PP envuelve de tibieza para no soliviantar a los más ultraconservadores. Por eso, Feijóo opta por reconocer la interrupción voluntaria del embarazo como derecho legal, pero no como derecho fundamental. “El aborto es una decisión de la mujer que se puede solo adoptar de acuerdo con la legislación. No considero que el aborto sea un derecho fundamental porque no está recogido así en la convención de Derechos Humanos. Se puede producir siempre de forma estricta dentro de los términos de la ley”, subrayó este miércoles. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch sí consideran que el aborto es un derecho humano, porque cuando es restringido sin justificación o no se encuentra plenamente disponible “puede poner en riesgo una variedad de otros derechos humanos protegidos internacionalmente, que incluyen el derecho a no sufrir discriminación y a la igualdad; a la vida, la salud y la información; a no sufrir tratos crueles, inhumanos o degradantes; a la privacidad y la autonomía e integridad física; a decidir sobre número y espaciamiento de hijos; a la libertad; a disfrutar de los beneficios del avance científico, y a la libertad de conciencia y religión”, dice la ONG.
La discusión sobre si el aborto es considerado o no un derecho tiene relevancia también porque la ponencia ideológica del PP vigente, aprobada en el congreso de 2017, dice textualmente que “el aborto no debe considerarse como un derecho, sino como un fracaso de la sociedad”. Fuentes del entorno directo de Feijóo abogan por “actualizar” la ponencia, pero al mismo tiempo advierten de que no lo harán antes de las próximas elecciones generales, porque debe hacerse en un congreso ordinario y este no se celebrará hasta después de los comicios. El PP concurrirá a las urnas con un corpus ideológico que dice que el aborto no es un derecho de las mujeres, aunque el líder haya dicho que piensa lo contrario.