La dirección del PP presionó a Mañueco para que zanjara la crisis por el protocolo antiabortista
La cúpula de los populares celebra la rectificación del presidente de Castilla y León, a quien cree que “le metió un gol Vox”
El PP cree que ha logrado al fin zanjar la polémica por el protocolo antiabortista en Castilla y León con la rectificación de este lunes de Alfonso Fernández Mañueco. El presidente de la Junta negó ayer en una declaración institucional que su Gobierno vaya a adoptar ningún protocolo de actuación con las mujeres embarazadas que “pueda suponer coacciones directas o indirectas” a aquellas que hayan decidido abortar, por lo que “no se obligar...
El PP cree que ha logrado al fin zanjar la polémica por el protocolo antiabortista en Castilla y León con la rectificación de este lunes de Alfonso Fernández Mañueco. El presidente de la Junta negó ayer en una declaración institucional que su Gobierno vaya a adoptar ningún protocolo de actuación con las mujeres embarazadas que “pueda suponer coacciones directas o indirectas” a aquellas que hayan decidido abortar, por lo que “no se obligará a nada a lo médicos, ni se obligará a las mujeres embarazadas a nada”; es decir, ni deberán oír el latido fetal ni someterse a una ecografía anticipada en 4D, como había anunciado el jueves su vicepresidente y aliado de Vox, Juan García-Gallardo. La marcha atrás de Mañueco fue celebrada por el equipo de Alberto Núñez Feijóo, que se confiesa “satisfecho por el cambio de criterio” del Gobierno castellanoleonés. Génova presionó a Mañueco para que zanjara cuanto antes la polémica y este terminó de moverse apremiado por el requerimiento del Gobierno en el que le instaba a que desistiera de sus planes, según fuentes populares.
Con el movimiento de este lunes, Feijóo respira y gana tiempo, pero en Génova son conscientes de que Vox va a seguir torpedeando su estrategia de moderación tensionando el Gobierno de Castilla y León. “Esto va a ser un suma y sigue”, reconocen fuentes de la cúpula. De momento, el PP se queda en este escenario asumiendo el desgaste. Los populares no consideran que lo sucedido sea suficiente para dar un paso adelante y prescindir de sus socios ultras en el Ejecutivo autonómico, pero la dirección popular no es ajena a este debate.
La dirección nacional del PP está molesta con la gestión que el presidente de Castilla y León ha hecho de su crisis con sus aliados de Vox a cuenta del aborto. En la cúpula creen que el partido de extrema derecha “metió un gol” a Mañueco con su protocolo antiabortista y que este tardó demasiado en reaccionar zanjando la controversia. “Tendría que haberlo dejado zanjado el viernes pasado”, lamentan. Este sábado, en Zaragoza, en el acto de presentación de candidatos autonómicos del PP que reunió a Feijóo con todos los barones, Mañueco habló con los principales pesos pesados de la dirección, tratando de tranquilizarlos, según fuentes presentes en esas conversaciones. El barón popular transmitió a sus colegas de partido que no iba a ir adelante con ninguna de las polémicas medidas que había anunciado su vicepresidente de Vox, pero sus explicaciones no terminaron de convencer a la dirección. “Zánjalo ya”, se pidió a Mañueco.
El propio sábado, impelido ya por Génova y en el transcurso del acto del PP, el presidente de Castilla y León trató de cortocircuitar la polémica afirmando que el protocolo solo se aplicaría si era solicitado por las mujeres y bajo criterio médico. Mañueco recordó que la sociedad de ginecología y obstetricia no recomienda la prueba de latido fetal por debajo de la 12ª semana de gestación, porque puede provocar daños al feto. Pero no fue hasta este lunes cuando el barón popular desautorizó definitivamente a su vicepresidente, anunciando con claridad que no se va a obligar a nada ni a las mujeres ni a los médicos. El giro discursivo de 180 grados llegó cuando reconoció, de forma explícita, que ese tipo de prácticas, que Vox ha copiado del Gobierno ultra de Hungría, implican “coaccionar” a las mujeres para que no aborten.
Mañueco terminó de moverse con la presión de la cúpula, pero también a consecuencia del requerimiento que le envió el Gobierno de Pedro Sánchez este domingo instándole a paralizar ese nuevo protocolo antiabortista. A primera hora, además, la ministra de Sanidad se había comprometido a combatir con todos los medios legales a su alcance estas medidas limitativas de la ley del aborto. “No se puede ir contra la evidencia clínica”, dijo Carolina Darias en una entrevista en la SER. El Gobierno de Pedro Sánchez estaba dispuesto a llegar hasta el final en defensa de los derechos de las mujeres, lo que incluía llevar las medidas al Tribunal Constitucional. “La bola estaba creciendo demasiado y había que pararla”, reconocen en el Ejecutivo de Castilla y León, donde sostienen que Gallardo “manipuló” lo acordado con el PP.
Según el PP castellanoleonés, lo hablado con Vox, porque no se pactó por escrito, es que se llevarían adelante una serie de medidas para ampliar las prestaciones para las mujeres embarazadas, que incluían facilitar la ecografía 4D en más hospitales y la prueba del latido fetal, “pero sin hablar de fechas en las que se ofrecería ni de obligaciones”. “Gallardo se lo sacó de la manga”, sostienen en el PP, aunque el vicepresidente compareció el jueves junto al consejero portavoz del Gobierno, Carlos Fernández Carriedo, del PP, que no le desautorizó en ningún momento.
La dirección de Feijóo se felicita por la rectificación de Mañueco, consciente de que el tema del aborto “no interesa” a la estrategia de moderación de Feijóo y además el planteamiento de Vox “está alejado de la realidad social”, reconocen fuentes de la cúpula. El nuevo portavoz del PP, Borja Sémper, enfatizó en rueda de prensa en la sede popular que Mañueco “ha dicho que en ningún caso la Junta de Castilla y León va a actualizar protocolo alguno” e insistió en que, por tanto, “no cambia ningún protocolo”. Es decir, el PP quiere dar por zanjado este asunto y Génova sostiene que el protocolo anunciado por Gallardo directamente no va a existir.
Sémper, además, habló sin paños calientes revelando el malestar de la cúpula con lo sucedido. “Los gobiernos tienen que intentar serenar la política de un país, y tienen que ser responsables y sensatos. Lo que hemos tenido que ver en Castilla y León no es eso, así que nuestra valoración no puede ser positiva”, dijo de forma contundente. “La polémica en Castilla y León nunca se debería haber producido”, enfatizó el portavoz de Feijóo. “Es una polémica que ha afectado fundamentalmente a las mujeres. Ha generado una polémica artificial que para Vox y para Sánchez ha sido positiva, para la política española, no. Utilizar algo tan sensible para obtener algún tipo de rentabilidad partidista es algo que no compartimos”, se quejó, calificando después al partido de extrema derecha como “chollo para el Gobierno de Sánchez y Podemos”.
El PP reaccionó al unísono esta vez, y hasta Isabel Díaz Ayuso se alineó criticando la “improvisación” del vicepresidente de Castilla y León. El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, abundó: “El PSOE y Vox se necesitan y buscan polémicas estériles”.
La incógnita ahora es cómo reaccionará Vox a la desautorización de Mañueco. Tras las palabras del presidente de Castilla y León, el partido de Santiago Abascal difundió un tuit con la imagen de unos bebés levantando una bandera de la comunidad autónoma y la siguiente leyenda: “Castilla y León se convierte gracias a VOX en la región de España donde las mujeres embarazadas tienen más información, libertad y apoyo. Un primer paso que demuestra que hay alternativa a las oscuras y nefastas leyes de la izquierda”.
El Gobierno de Pedro Sánchez no las tiene todas consigo sobre que el asunto haya quedado zanjado, y demandó ayer a Mañueco la respuesta al requerimiento que se le ha enviado sobre el posible cambio en el protocolo en la irrupción voluntaria del embarazo. “O se cumple con la ley o se cumple con Vox”, instó al Ejecutivo regional la ministra portavoz, Isabel Rodríguez.