De la alfombra de Cannes al tráfico de cocaína en Marbella
Policía Nacional y Guardia Civil detienen a 15 personas de una organización que traía droga desde el Caribe hasta Europa, entre ellas el pintor y cineasta exconvicto francés Jean-Claude Pautot
Jean-Claude Pautot paseaba sonriente en la primavera de 2022 por la alfombra roja del festival de cine de Cannes. Tenía un papel secundario como ladrón en la película The Innocent, de Louis Garrel y, a sus 66 años, los medios lo aupaban como gran ejemplo de la reinserción. Delincuente habitual y atracador de bancos reincidente, pasó 25 años en prisión, de donde llegó a escapar en varias ocasiones. Tras cumplir su condena se dedicó a la pintura con cierto éxito. También a la escritura: es guionista del cómic Frente al muro, inspirado en su propia historia y publicado en España a f...
Jean-Claude Pautot paseaba sonriente en la primavera de 2022 por la alfombra roja del festival de cine de Cannes. Tenía un papel secundario como ladrón en la película The Innocent, de Louis Garrel y, a sus 66 años, los medios lo aupaban como gran ejemplo de la reinserción. Delincuente habitual y atracador de bancos reincidente, pasó 25 años en prisión, de donde llegó a escapar en varias ocasiones. Tras cumplir su condena se dedicó a la pintura con cierto éxito. También a la escritura: es guionista del cómic Frente al muro, inspirado en su propia historia y publicado en España a finales del año pasado. Viajero frecuente a la Costa del Sol, lo que no se sabía entonces es que Pautot ejercía también de enlace entre las ramas españolas y francesas de narcotraficantes que traían cocaína a Europa desde el Caribe. Fue detenido el pasado 27 de diciembre en Marbella en una operación conjunta entre Francia y España donde han caído también miembros de la mafia marsellesa.
La llegada de un velero al Puerto de Santa María (Cádiz) en verano de 2021 hizo saltar las alarmas de la Guardia Civil. Su capitán era un ciudadano francés que se vinculaba al narcotráfico. De hecho, en 2018 fue rescatado en el canal de la Mancha después de que la embarcación que capitaneaba se hundiera, presuntamente, cargada de cocaína. Tras su llegada a tierras gaditanas mantuvo el contacto con un compatriota al que la Policía Nacional le seguía la pista por su relación con el tráfico internacional de estupefacientes. Este no tenía antecedentes policiales, pero su apellido está ligado al de una familia estrechamente ligada con la cocaína en París. Ambos se reunían con frecuencia con franceses asentados en Marbella, algunos de ellos “históricos miembros de la mafia marsellesa”, según fuentes de la investigación. También había conversaciones con Pautot.
El grupo se dedicaba a traer cocaína a España para distribuirla en Málaga y Cádiz, pero también en París y su área metropolitana. La organización tenía una estructura clara. A un lado, la parte española, asentada en Marbella y que se dedicaba a contactar con suministradores de la droga de Colombia y Venezuela. Al otro lado, la francesa, que se ocupaba de la distribución de la mercancía. El papel del antiguo atracador de bancos, Pautot, era el de poner en contacto a ambas ramas. “No ejercía de cabecilla, pero sí tenía un papel relevante”, subrayan fuentes de la operación.
El seguimiento policial permitió conocer que en otoño de 2022 la organización había puesto en marcha lo que parecía ser un nuevo transporte de cocaína. Uno de los investigados viajaba por España para reunirse con sus socios venezolanos y también se desplazaba hasta París donde, junto a su hermano, metía y sacaba distintos bultos de un piso en apariencia vacío. Mientras, el capitán del velero que había atracado en Cádiz un año antes se desplazó hasta Martinica, isla francesa en el Caribe, al norte de Venezuela, donde adquirió, reparó y acondicionó un velero. En noviembre partió rumbo a Europa, pero primero se desvió de su ruta unas horas hacia Isla Margarita, junto a la costa venezolana. Más tarde volvió a su curso hacia el continente europeo por la ruta de las Azores.
A unas 150 millas náuticas de estas islas portuguesas, precisamente, el velero fue abordado el pasado 27 de diciembre por un barco de la Armada Española, donde viajaban también agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Oficina Antiestupefacientes francesa. En su interior se encontraron 740 kilos de cocaína distribuida en 25 fardos. Los agentes arrestaron tanto al capitán como a un hombre de nacionalidad venezolana que había embarcado en calidad de notario para asegurarse que la mercancía llegaba al lugar acordado.
Ese mismo día se practicaron otras detenciones en tierra, tanto en Marbella como en otras ciudades de España y Francia. En un domicilio de Salamanca se hallaron dos armas de fuego y en un piso de París se localizaron otros 345 kilos de cocaína y una pistola. Además, se intervinieron casi 800.000 euros en metálico. La operación, denominada Galankore y coordinada por la agencia de cooperación judicial europea Eurojust, finalizó con un total de 15 personas detenidas, entre las que se encuentran tanto los líderes de la organización como quienes la transportaban, la distribuían o la financiaban, además de colaboradores cercanos.
A finales de noviembre la Policía Nacional consiguió interceptar a otro velero que, en esta ocasión, viajaba desde España hasta Argentina cargado con 56 kilos de éxtasis distribuidos en 28 paquetes. La embarcación era la misma con la que en 2020 se habían transportado 1,5 toneladas de cocaína hasta Marbella. La operación culminó con la detención de cinco personas, tres en la Costa del Sol y otros dos en la localidad gaditana de Tarifa.