El Rey afirma que la guerra de Ucrania “ha hecho evidente la importancia de invertir en Defensa”

La guerra de Ucrania ha protagonizado este viernes el acto central de la Pascua Militar, que ha recobrado la normalidad tras dos años de restricciones debido a la pandemia. Tal como hizo en su discurso de Nochebuena, el Rey ha vuelto a condenar la “injustificable, ilegal y brutal agresión rusa a Ucrania, que ha devuelto la guerra a nuestro continente, ha alterado gravemente el orden internacional y pone en serio riesgo la seguridad europea”. Pero esta agresión, ha agregado Felipe VI, “lejos de socavar la unidad y provocar fisuras entre todos aquellos que creemos en el Derecho Internacional, la...

La guerra de Ucrania ha protagonizado este viernes el acto central de la Pascua Militar, que ha recobrado la normalidad tras dos años de restricciones debido a la pandemia. Tal como hizo en su discurso de Nochebuena, el Rey ha vuelto a condenar la “injustificable, ilegal y brutal agresión rusa a Ucrania, que ha devuelto la guerra a nuestro continente, ha alterado gravemente el orden internacional y pone en serio riesgo la seguridad europea”. Pero esta agresión, ha agregado Felipe VI, “lejos de socavar la unidad y provocar fisuras entre todos aquellos que creemos en el Derecho Internacional, la paz, los valores democráticos y un orden internacional basado en reglas, lo que ha conseguido es reforzar nuestra cohesión y presentar un frente común a la invasión de Ucrania. Qué duda cabe que este conflicto a las puertas de la OTAN nos afecta a todos los países y de ahí la importancia de mantener la unidad de acción con nuestros socios y aliados”, ha insistido.

En su intervención ante las comisiones militares reunidas en el Salón del Trono del Palacio Real en representación de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, el Rey ha vinculado la invasión rusa con el aumento del presupuesto militar español, al asegurar que “la guerra de Ucrania ha hecho evidente la necesidad de invertir en Defensa”. “En un entorno geoestratégico como este”, ha alegado, “para que nuestros ejércitos y Armada puedan cumplir con todo lo que se les demanda, es preciso dotarlos de los recursos necesarios que garanticen una formación de alta calidad, unas capacidades militares suficientes y de vanguardia tecnológica y una operatividad flexible y adecuada”.

Tras recordar el “aumento significativo en el capítulo de inversiones destinado a la mejora y modernización de las capacidades militares” previsto en el presupuesto de Defensa para este año, que aumenta casi el 26% respecto a 2022, ha añadido: “El reto ahora es adquirir los medios y dotar a las unidades con lo necesario para lograr una Fuerza Conjunta aún más moderna, eficaz, viable y sostenible a medio y largo plazo”.

Vestido con uniforme de capitán general del Ejército del Aire y del Espacio (la nueva denominación de la Fuerza Aérea, como él mismo ha señalado), Felipe VI ha recordado la cumbre celebrada por la OTAN en Madrid el pasado mes de junio y ha calificado de “acontecimiento histórico y trascendental que nos facilitó afianzar nuestro proceso de transición hacia una sociedad moderna y democrática” el ingreso de España en la Alianza Atñantica, del que el año pasado se cumplieron cuatro décadas.

También se cumplieron en 2022 tres décadas del envío del primer contingente español a Bosnia-Herzegovina, que inauguró la participación española en las misiones en el exterior, de las que el Rey ha querido destacar, además del “alto grado de formación y preparación” de los militares españoles, “su cercanía e implicación con la población local”. El hecho de que dos generales españoles estén liderando las misiones de la ONU en Líbano y de la UE en Malí y un tercero vaya a mandar a partir de mayo la de la OTAN en Irak es, a su jucio, una “prueba inequívoca del prestigio internacional” del Ejército español.

El Rey, que ha comenzado su discurso recordando su doble condión de “jefe del Estado y Mando Supremo de las Fuerzas Armadas”, ha concluido subrayando que lo que más anima a los militares es haberse ganado “el reconocimiento y la admiración de toda la sociedad” y, dirigiéndose a ellos, ha apostillado: “Me tenéis a vuesto lado y contáis así con el apoyo incondicional de la Corona”.

La guerra de Ucrania también ha centrado el discurso de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Tras pasar revista a las medidas de solidaridad tomadas por España ante una guerra de la que “Putin es el único culpable” y elogiar “el coraje y el heroismo con el que el pueblo ucraniano se está enfrentando a esta ilegítima agresión”, la minsitra ha prometido que no flaquerá el apoyo español a Kiev. “No les vamos a dejar solos. Su sufrimiento, es el nuestro, porque cada vez que un misil cae en tierra ucraniana todos quienes creemos en la paz y libertad, somos también su objetivo”, ha dicho.

También se ha referido al aumento del presupuesto de su departamento, que ha calificado de “esfuerzo responsable” y del que ha asegurado que, “además de suponer un inequívoco compromiso por la paz y nuestra seguridad, constituye una apuesta clara y decidida por la industria española y por la creación de puestos de trabajo”. Igualmente, ha asegurado que el crecimiento presupuestario “permitirá consolidar las mejoras retributivas realizadas estos últimos años; afianzar políticas de igualdad y continuar con la implementación de medidas que permitan la conciliación de la vida personal, familiar y profesional” de los militares.

Tras recordar la aprobación del nuevo Concepto Estratégico de la OTAN, en la cumbre aliada de Madrid, y la luz verde a la Brújula Estratégica, su equivalente en la UE, la ministra ha asegurado que la presidencia española de la Unión, en el segundo semestre de este año, “pondrá nuevamente de relieve el compromiso de España” con los valors europeos y reforzará su “liderazgo internacional”.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Defensa y su homólogo de Interior, Fernando Grande-Marlaska, han recibido a los Reyes frente a la fachada de La Almudena. A continuación, seguido por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López-Calderón, Felipe VI ha pasado revista en la Plaza de la Armería a la Guardia Real, que le ha rendido honores. Los Reyes han saludado luego en la Saleta de Gasparini a sus 169 invitado a quienes, tras los discursos y la imposición de una veintena de condecoraciones, han ofrecido un vino español, al que no han podido acceder los periodistas.

Sánchez, que por razones de protocolo no interviene en el acto del Palacio Real, ha puesto un tuit en el que, además de felicitar la Pascua Militar a las Fuerzas Armadas, dice: “En estos tiempos tan convulsos por la guerra provocada en Ucrania por Rusia, sois los garantes de nuestro Estado de Derecho. Gracias por vuestro compromiso al servicio de España, de la paz y la seguridad.”

El discurso de la Pascua Militar es el primero que pronuncia el Rey cada año, tras el de Nochebuena. El pasado día 24 el Monarca alertó de los riesgos de la “erosión de las instituciones”, hizo un llamamiento a la responsabilidad y pidió “reflexionar” sobre las graves consecuencias del “deterioro de la convivencia” y la creciente división social. Las palabras de Felipe VI se produjeron en medio del mayor choque institucional de las últimas décadas, después de que el Tribunal Constitucional suspendiera la tramitación en las Cortes de la reforma legal que modificaba el sistema de elección de sus magistrados y que el Gobierno había intentado aprobar por un procedimiento exprés. Tres días después, el Poder Judicial eligió por unanimidad a los magistrados propuestos por el sector conservador para el Constitucional.

Esta Pascua Militar, cuyo origen se remonta al reinado de Carlos III, es la novena que preside el rey Felipe. El 6 de enero del año pasado, el Rey aprovechó la Pascua Militar para destacar el “orgullo de la sociedad española” por sus Fuerzas Armadas y su “sentimiento de admiración y aprecio” por la “inmediatez y eficacia” con la que habían reaccionado ante emergencias como la pandemia de la covid, la erupción del volcán de La Palma o la tormenta Filomena. También quiso homenajear a las víctimas de ETA en el décimo aniversario del fin de la violencia terrorista.