La Fiscalía pide cuatro años y medio de prisión para los dos acusados de robar las botellas del restaurante Atrio
El estudio de ADN ha detectado material genético de Constantin Dumitru y Priscila Guevara en la habitación de hotel donde presumiblemente se hospedaron antes de la sustracción del vino
La Fiscalía ha pedido una pena de cuatro años y seis meses de prisión para los dos acusados de robar botellas de vino valoradas en 1.648.500 euros en el restaurante Atrio de Cáceres. El ministerio público considera a los dos responsables, el ciudadano rumano-holandés Constantin Dumitru y la exmiss mexicana Priscila Guevara, coautores de un delito de robo con fuerza en establecimiento público que reviste una especial gravedad por...
La Fiscalía ha pedido una pena de cuatro años y seis meses de prisión para los dos acusados de robar botellas de vino valoradas en 1.648.500 euros en el restaurante Atrio de Cáceres. El ministerio público considera a los dos responsables, el ciudadano rumano-holandés Constantin Dumitru y la exmiss mexicana Priscila Guevara, coautores de un delito de robo con fuerza en establecimiento público que reviste una especial gravedad por la elevada cuantía de objetos sustraídos. Por otra parte, los resultados del estudio de ADN solicitado por la acusación han concluido que había material genético de los dos sospechosos en la habitación en la que presumiblemente se hospedaron. Ambos acusados se encuentran en prisión provisional a la espera que se señale fecha para el juicio.
El escrito de calificación, que ha sido presentado ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 4 de Cáceres, recoge que la pareja, puesta “de común acuerdo” y guiada por un “ánimo de lucro”, se alojó el 26 de octubre de 2021 en el hotel Atrio de Cáceres con intención de poder acceder a la bodega de su restaurante y hacerse con vinos de elevado valor. Entre ellos figuraba una botella de Château d’YQuem 1806 valorada en 350.000 euros.
Tras cenar en el restaurante del hotel, explica el escrito de la Fiscalía, la pareja realizó una visita guiada a la bodega del establecimiento, y sobre las 00.20 subieron a su habitación. En ejecución del plan urdido anteriormente, “sobre las 02.10 del día 27 de octubre, la acusada llamó a recepción, pidiendo una ensalada e interesándose por el tiempo en que tardaría en ser servida”, según relata el escrito del ministerio fiscal. El empleado de recepción comunicó a la mujer que estaba solo y que tardaría unos 10 minutos en poder llevarle la ensalada. El acusado entonces aprovechó ese momento para dirigirse a la recepción y coger una llave electrónica “con la que acudió a la bodega”, pero no pudo abrir al no tratarse de la “la llave adecuada”.
Así, el trabajador volvió a recepción tras subirle la ensalada a la mujer, y minutos después ella volvió a llamar para pedir que le sirvieran un postre. Entonces, puntualiza la calificación fiscal, su acompañante “de nuevo acudió a recepción donde se apoderó de la llave maestra, abriendo con ella la bodega y accediendo a la sala de catas donde se apoderó de botellas de vino valoradas en un 1.648.000 euros”. Finalmente, sobre las seis de la mañana la pareja abandonó el hotel llevándose consigo las botellas.