Feijóo imputa a Sánchez la deuda pública de los 44 años de democracia

El líder del PP y la presidenta de la Comunidad de Madrid esquivan sus diferencias sobre el CGPJ y escenifican unidad en un acto de partido

Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo, este lunes en un acto del PP con jóvenes en Madrid.Foto: ANDREA COMAS | Vídeo: Europa Press

Con jersey de cuello vuelto y americana, al estilo de las fotos que han dado que hablar en la revista masculina Esquire, un Alberto Núñez Feijóo de look más juvenil ha comparecido este lunes ante varias decenas de jóvenes convocados por las Nuevas Generaciones del PP, muchos de los cuales han tenido que saltarse las clases para escucharle. El líder del PP se ha disculpado por convocarles a un acto de partido en Madrid en horario lectivo, y a renglón seguido les ha advertido de que el Gobierno pretende “controlar su libertad”, como al resto de jóvenes españoles, “con cheques direc...

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Con jersey de cuello vuelto y americana, al estilo de las fotos que han dado que hablar en la revista masculina Esquire, un Alberto Núñez Feijóo de look más juvenil ha comparecido este lunes ante varias decenas de jóvenes convocados por las Nuevas Generaciones del PP, muchos de los cuales han tenido que saltarse las clases para escucharle. El líder del PP se ha disculpado por convocarles a un acto de partido en Madrid en horario lectivo, y a renglón seguido les ha advertido de que el Gobierno pretende “controlar su libertad”, como al resto de jóvenes españoles, “con cheques directos y con pancartas”. Feijóo ha buscado el apoyo de la juventud acusando al Ejecutivo de Pedro Sánchez de “financiar sus campañas” electorales con una deuda que ha cifrado en “un billón y medio de euros” que pagarán ellos en el futuro, aunque ese montante es la deuda pública acumulada desde que hay democracia. Sánchez heredó una deuda de 1,2 billones cuando llegó al Gobierno, así que el líder popular ha tergiversado el dato para que pareciera que el socialista ha disparado el gasto hasta niveles estratosféricos.

El PP pretende acercarse al electorado joven, que se le resiste tradicionalmente más que a la izquierda. Los populares han dedicado por eso a la juventud la segunda de sus convenciones sectoriales, que están celebrando en ruta por España. La primera se celebró en Barcelona sobre ocupaciones ilegales. El acto de este lunes se ha celebrado en Madrid, y ha servido también para que Feijóo e Isabel Díaz Ayuso escenificaran unidad después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid expresara sus diferencias sobre el pacto que el PP negocia con el Gobierno para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Este lunes, ni uno ni otro ha hecho una sola referencia al asunto que les separa.

La escenografía también ha buscado presentar a Feijóo rejuvenecido a sus 61 años. En lugar del clásico atril, que sí ha utilizado Ayuso, Feijóo ha comparecido a la americana, con micrófono de diadema y desplazándose por el escenario. En su discurso, el líder popular ha cargado contra el presidente del Gobierno por “hipotecar a la juventud española para mantenerse” en el poder. Su argumento es que al elevar la deuda pública, el Ejecutivo está lastrando el futuro de los jóvenes. “No merece la pena que levante la bandera de la juventud aquél que pretende financiar sus campañas en el año 2023 con una deuda a razón de 200 millones de euros [al día], endosando a la juventud una hipoteca de más de un billón y medio de euros”, ha criticado Feijóo. Según su equipo, un billón y medio es la deuda que dejará el Gobierno de Sánchez al final de la legislatura si sigue la dinámica de incrementarla en 200 millones de euros diarios, en los cálculos del PP. Solo que ese importe total de un billón y medio no lo ha generado el mandato del presidente socialista, sino, en todo caso, todos los presidentes de la democracia: Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y ahora Pedro Sánchez.

Además, con la deuda, más que su cuantía absoluta, importa su evolución sobre el PIB, y en realidad está reduciéndose su peso. Según los últimos datos trimestrales del Banco de España, el pasivo del conjunto de las Administraciones alcanzó en junio los 1,47 billones de euros, un récord en términos absolutos que sin embargo supone una disminución en ratio sobre el PIB (116,1%) tras el pico alcanzado por la pandemia (superior al 125% en marzo de 2021). La serie estadística del organismo arranca en 1995, cuando el tamaño de la economía española era mucho menor y la deuda rondaba los 260.000 millones, entonces equivalentes a un 63% del PIB. En 2004, tras dos Gobiernos de José María Aznar, esta ratio había bajado en 15 puntos porcentuales. José Luis Zapatero la redujo en 12 puntos más durante su primera legislatura (2004-2008). En marzo de 2008 estaba en el 35% del PIB, su nivel más bajo desde mediados de los ochenta. La mejora se fue al traste con el segundo mandato del socialista (2008-2011) y el crac financiero: el pasivo experimentó una subida repentina y volvió al 70% del PIB. Siguió creciendo con el PP de Mariano Rajoy, hasta alcanzar los 1,2 billones, el 101,7% del PIB. Esta es la factura que se encontró el primer Gobierno de Sánchez al llegar a La Moncloa.

Fuentes del PSOE han reaccionado así a la acusación de Feijóo: “Desde hace mucho tiempo venimos diciendo que no hay ninguna diferencia entre Casado y Feijóo. Los dos caminan sin proyecto, y un político sin proyecto es la nada. Suponemos que hoy ha vuelto a la declaración de brocha gorda para ponerse un poco más a la altura de su anfitriona, la presidenta de la Comunidad de Madrid. Desde el PSOE no vamos a contestar a semejantes dislates. Estamos en lo importante, y lamentablemente ahora mismo las palabras del señor Feijóo no lo sond”, informa José Marcos.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, este lunes, en Madrid.Marta Fernández Jara (Europa Press)

En política económica, Feijóo ha dejado este lunes otras dos afirmaciones más que dudosas. Por un lado, el líder del PP ha buscado marcar distancias con el fiasco de la ex primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, a quien se ha llevado por delante un programa de rebaja masiva de impuestos que guarda paralelismos con las recetas de rebajas fiscales del PP. Sin embargo, el líder popular ha pretendido situar al Gobierno de Pedro Sáncjez como más próximo que el PP a las políticas de la dirigente conservadora. “Nuestra política se parece mucho menos a la ex primera ministra británica que la del Gobierno central, que se parece un poco más, que consiste en incrementar los impuestos e incrementar el gasto y la deuda”.

No obstante, las principales similitudes del fallido plan británico están en las recetas impositivas que ha defendido el PP. El programa electoral de los populares para las generales de 2019, el último y todavía vigente, es casi idéntico a las medidas estrella del plan de la primera ministra británica, con la rebaja del IRPF dejando el tipo máximo por debajo del 40% (ahora está en el 45% para las rentas más altas); y una coincidencia exacta en una fuerte rebaja fiscal a las empresas. El PP de Feijóo ha elaborado una propuesta nueva que obvia estas políticas pero insiste solo en bajadas impositivas, entre las cuales figura la supresión del Impuesto al patrimonio, que grava por lo general a las riquezas de más de 700.000 euros.

Feijóo ha asegurado también que “el Gobierno está haciendo una subida masiva de impuestos, incluido a las rentas medias y bajas”, cuando no es cierto. El Ejecutivo no ha aprobado incrementos fiscales para estas rentas, aunque el PP sostiene que sí porque con la inflación se recauda más, pero eso no es elevar los impuestos.

“Cultura del esfuerzo”

Feijóo y Ayuso han resaltado en sus discursos que es necesario recuperar “la cultura del esfuerzo” en los jóvenes, que según ellos se ha perdido por las reformas educativas de la izquierda. La presidenta madrileña ha hecho énfasis sobre todo en el problema de las drogas, advirtiendo de la importancia de “erradicarlas y no frivolizar” con ellas si España no quiere “convertirse en un narcoestado”.

Feijóo y Ayuso han esquivado sus diferencias sorteando el elefante en la habitación del Consejo General del Poder Judicial. La presidenta madrileña ha aprovechado las últimas semanas para presionar al líder popular en contra de un acuerdo que rechaza la derecha más beligerante con el Gobierno. En el equipo de Feijóo son conscientes de que Ayuso juega sus cartas para erigirse en la representante de la posición más crítica de la derecha, pero el líder popular hace de tripas corazón y este lunes ha compartido acto con ella obviando el asunto.

Ayuso se ha encargado de subrayar en los últimos días que tiene reticencias sobre que el PP firme un acuerdo con el Gobierno para renovar el CGPJ. “Solo hay algo más peligroso y dañino que un Tezanos [José Féliz Tezanos, presidente del CIS] que arremete contra el necesario líder de la oposición y fabrica mensajes todos los días contra él para que lo repliquen los ministros sin pudor alguno y es llenar el Poder Judicial de Tezanos disfrazados de jueces”, dijo el jueves mientras las conversaciones continuaban. Hasta ahora, Feijóo reacciona a ese tipo de provocaciones de la líder madrileña con indiferencia y evita cualquier confrontación con ella, esquivando, como este lunes, los asuntos en los que Ayuso pretende marcarle el paso.

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