Feijóo “quita el muro” con Abascal tras su cita secreta y abre una nueva etapa de relaciones fluidas
El líder de Vox advirtió al del PP en su reunión que su partido no entrará en ninguna “ensalada” con el PNV
En una funcional sala de reuniones del hotel de cinco estrellas Eurostars Torres, instalado en una de las cinco torres de rascacielos que se erigen hacia el cielo de la capital, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal lograron el deshielo el pasado jueves. Con poca liturgia, sin entretenerse en las clásicas comidas con sobremesa y vino tan habituales en política en la villa y corte, ante solo un par de cafés y de vasos de agua. Hab...
En una funcional sala de reuniones del hotel de cinco estrellas Eurostars Torres, instalado en una de las cinco torres de rascacielos que se erigen hacia el cielo de la capital, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal lograron el deshielo el pasado jueves. Con poca liturgia, sin entretenerse en las clásicas comidas con sobremesa y vino tan habituales en política en la villa y corte, ante solo un par de cafés y de vasos de agua. Había mucho de qué hablar, y lo hicieron durante más de dos horas.
Adversarios y al mismo tiempo potenciales aliados, la primera reunión entre el líder del PP y el de Vox fue muy fructífera. Sirvió para “quitar el muro” entre ellos, según fuentes del PP, que se había generado “sobre todo, por los equipos”, y abrió una nueva etapa de relaciones mucho más fluidas. Feijóo y Abascal quedaron en que, a partir de ahora, se llamarán con más frecuencia. Está en juego gran parte del poder territorial del país e incluso el futuro Gobierno de España. Aunque tampoco será sencillo. El líder de la extrema derecha aprovechó para advertir a su potencial socio de que su partido no entrará en ninguna “ensalada” con el PNV.
En la fría sala de hotel, Feijóo y Abascal hablaron de los posibles acuerdos tras las elecciones autonómicas y municipales del próximo mayo, cuando la suma de PP y Vox puede replicarse por todo el país, y tras las generales de 2023. El problema se presenta sobre todo en una investidura en caso de que la derecha ganara las generales. El líder del PP transmitió al de Vox que “su proyecto es gobernar en solitario”, según fuentes conocedoras de la conversación, pero el de Vox fue claro. “El tiempo de las mayorías absolutas se ha terminado”, contestó Abascal.
El problema de Feijóo es que la extrema derecha no tiene intención de transigir con la cuadratura del círculo que pretende el Partido Popular. El plan de Feijóo pasa por “arrinconar” a Vox y conseguir una mayoría en las urnas que le permita, primero, no depender de ellos, un escenario que hoy por hoy no contempla ninguna encuesta. En caso contrario, el PP quiere que los ultras acepten al menos apoyarlo desde fuera, igual que otras formaciones, como el PNV. El mayor interés del PP en estos momentos es cortejar a la formación vasca, llave en muchas investiduras y con quien los populares rompieron tras su apoyo a la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy en 2018. Feijóo pretendía reunirse con Andoni Ortuzar, presidente del PNV, antes que con Abascal, pero en Sabin Etxea han dado largas y no dan cita hasta octubre.
El líder de Vox dejó claro con Feijóo en su cita secreta que su partido no participará en ninguna “ensalada” con el PNV. Fuentes de Vox recuerdan que Abascal ha llegado a decir en público que “tendrían que matarle” antes de pactar con un nacionalista. Además, en sus estatutos figura en el artículo 2 que Vox “no llegará a ningún tipo de acuerdo con partidos separatistas”. En la formación aseguran que daría lo mismo si Feijóo llegara a un pacto por separado con el PNV y por otro con Vox. “Si nos damos la mano entre los tres seguiría pasando la corriente”, ejemplifican.
Así se lo transmitió Abascal a Feijóo, pero la impresión del líder de Vox es que el del PP tampoco cierra la puerta a pactar con su partido. Su sensación fue que “todo está muy abierto”. En el caso de las autonomías y ayuntamientos, la operación es más sencilla porque no hacen falta terceros. Sobre ese asunto, Abascal le dijo a Feijóo que su partido exigiría en función de su peso electoral en cada plaza, y dejó abierta la posibilidad de entrar o no en los Gobiernos. De momento comparten uno, el de Castilla y León.
A Feijóo, Abascal le resultó un tipo “muy educado”, según fuentes populares. No lo conocía personalmente y hasta el encuentro del jueves pasado apenas se habían cruzado un par de mensajes, cuando Abascal lo felicitó en abril tras su elección como presidente del PP. Entonces quedaron en mantener un encuentro, que ha llegado seis meses después.
Vox contactó el pasado julio con el PP para tratar de cerrar la fecha, pero Feijóo pospuso a septiembre la cita. Sería secreta. Aunque tampoco se escondieron y alguien podría haberles visto entrando en el hotel el pasado jueves, habían quedado en no contarla. Feijóo confiaba en que el acuerdo se respetaría. Pero siempre que la información está en manos de dos actores políticos se vuelve impredecible. La noticia ha saltado en un momento que le viene bien a Vox para coger oxígeno en medio de su crisis interna por la salida de Macarena Olona. Una vez filtrada, el PP reaccionó rápido revelando otra cita secreta que permite a Feijóo diluir el encuentro con el líder de la extrema derecha y presentarse como un político que no es de trincheras. Tras el café de deshielo con Abascal, Feijóo se fue a cenar con la vicepresidenta y referente de Unidas Podemos, Yolanda Díaz.