El Gobierno cree que el comisario de Justicia está maniobrando con el PP para imponer su modelo judicial

Reynders se reunió con Pons y no con el Ejecutivo antes de viajar a España, algo que La Moncloa ve como una prueba de parcialidad que inutiliza cualquier papel mediador del comisario

El comisario de Justicia de la Unión Europea, Didier Reynders, durante una rueda de prensa este miércoles en Bruselas.Delmi Alvarez

Poco antes de que inicie este miércoles su viaje a España, en el Gobierno ha estallado un profundo malestar con el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, al que ven “parcial” y alineado con las tesis del PP, que lleva casi cuatro años bloqueando la renovación del Consejo General del Poder Judicial. En La Moncloa han saltado todas las alarmas al conocer que ...

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Poco antes de que inicie este miércoles su viaje a España, en el Gobierno ha estallado un profundo malestar con el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, al que ven “parcial” y alineado con las tesis del PP, que lleva casi cuatro años bloqueando la renovación del Consejo General del Poder Judicial. En La Moncloa han saltado todas las alarmas al conocer que Reynders se reunió de forma discreta, sin publicidad, con el principal negociador y estratega del PP en este asunto, el eurodiputado Esteban González Pons. La cita fue en Estrasburgo, hace 10 días. El encuentro, que confirma oficialmente el gabinete del comisario, aunque sin ofrecer detalles del contenido, es una muestra más, según fuentes gubernamentales, de que Reynders está cercano a las tesis del PP en este asunto, porque el comisario no se ha citado con ningún eurodiputado socialista ni con miembros del Ejecutivo antes del viaje.

El Gobierno está muy molesto con Reynders (liberal) y cree que está maniobrando con el PP para imponer su modelo judicial, que implica que los jueces elijan directamente a los vocales del CGPJ, algo que el Ejecutivo descarta de plano porque consolidaría de forma permanente una mayoría conservadora en el Poder Judicial. El Gobierno teme que la visita, que empieza el jueves, se convierta en una encerrona en la que el comisario trate de poner al Ejecutivo y al PP al mismo nivel de responsabilidad en la situación creada y pueda así mediar para buscar una solución que consistiría en que los populares pactan la renovación si los socialistas asumen un cambio en el modelo del sistema de elección de los jueces; y los socialistas no están dispuestos a aceptarla porque defienden que el actual modelo, con una elección indirecta de los jueces —que nombran a una lista de 52 de la que luego salen 12 elegidos por el Congreso— es el mejor posible y el que se ha usado sin problemas con todos los gobiernos, también los del PP, que pudieron cambiarlo cuando tenían mayoría absoluta y no lo hicieron. Estas fuentes gubernamentales insisten en que Reynders “está actuando como una persona cercana al PP, a la que Pons admite ver con frecuencia”. Otra muestra de parcialidad es que, según su agenda, el comisario se verá con la Asociación Profesional de la Magistratura y la Francisco de Vitoria, pero no con la progresista Jueces por la Democracia.

El Ejecutivo ni siquiera tiene constancia oficial de que Reynders vaya a pedir una reunión a tres con Félix Bolaños y Pons para intentar mediar, como publicó este lunes El Mundo. “No lo reconocemos en ningún caso como mediador porque se ha colocado con una parte. Ha comprado todo el discurso del PP y ha tomado partido con estas reuniones secretas con Pons. Un comisario no se puede reunir con la oposición de un país a espaldas del Gobierno. Y encima su viaje está siendo utilizado por los vocales conservadores del CGPJ para justificar un nuevo retraso en la renovación del Tribunal Constitucional. España no necesita relatores”, señala una de estas fuentes.

Falta de credibilidad

Lo que más molesta al Ejecutivo es la sensación de que se pone al Gobierno y al PP al mismo nivel, cuando son los populares los que bloquean la renovación desde hace casi cuatro años, protestan. “Aquí hay un partido que incumple la Constitución y otro que está dispuesto a reunirse cuando sea para cumplirla. Lo único que tendría que hacer Reynders en su viaje el pedirle al PP que cumpla la ley. Creemos que ha perdido el papel institucional y está trabajando para favorecer la estrategia del PP”, insisten en el Ejecutivo. Pons se ha reunido con el comisario, pero Bolaños jamás lo ha hecho. El Ejecutivo cree que con estos movimientos, y un viaje precisamente en el momento en el que el PP está bloqueando la renovación del Constitucional, Reynders “ha perdido toda credibilidad”.

Desde el gabinete del comisario belga señalan, por el contrario, que es una práctica habitual de Reynders mantener reuniones con eurodiputados con cierta frecuencia para tratar asuntos legislativos en curso y futuros, así como temas de actualidad, y no dan más detalles del contenido de la reunión, que adelantó eldiario.es. González Pons es europarlamentario desde 2014.

Fuentes oficiales del PP han confirmado el encuentro, pero lo circunscriben a las “reuniones periódicas” de González Pons con Reynders en su calidad de portavoz para los temas de Justicia del Partido Popular Europeo, informa Elsa García de Blas. En ese encuentro no se habló “en ningún caso” del tema específico de España, aseguran estas fuentes, que añaden que les resulta “enternecedor que el Gobierno quiera decir ahora que el PP manda en la Comisión Europea, después de haber hablado de la complicidad de [Ursula] Von der Leyen [presidenta de la Comisión Europea] con Pedro Sánchez”.

El comisario de Justicia no ha mantenido recientemente, no obstante, encuentros similares con otros eurodiputados ni con el Gobierno español; aunque se reunió con representantes del Ejecutivo de Pedro Sánchez (de los Veintisiete) la semana pasada en el marco del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE en Bruselas.

Un retraso “preocupante”

Reynders ha insistido en que viaja a España para una visita habitual y no para resolver el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial. Pero durante el viaje, hablará del informe del Estado de derecho de 2022, donde la Comisión define como “preocupante” el retraso en la renovación del CGPJ y pide a España que lo emprenda con “carácter prioritario”, además de reclamar a Madrid que cambie el método de elección de sus vocales “teniendo en cuenta las normas europeas”, es decir, que los jueces elijan a los miembros del CGPJ de forma directa y no indirecta, como ahora, que son elegidos por las Cortes de una lista aportada por los jueces. El comisario también se preparará para la presidencia española de la UE, prevista para el segundo semestre de 2022, según su equipo. Reynders tendrá varias comparecencias públicas y el Gobierno teme que el PP aproveche su intervención para justificar el bloqueo, mientras los populares defienden que la posición del comisario avala su petición de reformar el modo de elección del CGPJ. Los socialistas sostienen que si se cambiara el sistema para que los jueces eligieran directamente a la mayoría de los vocales, el CGPJ sería conservador siempre, independientemente de lo que voten los ciudadanos, porque los conservadores son mayoría en la carrera y lo han sido siempre.

El comisario europeo de Justicia, que la semana pasada aseguró que descarta instrumentos más duros —como el expediente sancionador que ha abierto a Polonia por su situación judicial— sobre España, intentará “facilitar el diálogo entre las fuerzas políticas para encontrar un apoyo rápido y urgente”, dicen desde su gabinete. Este es precisamente el papel de mediador que rechaza de plano el Gobierno.

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