Ciudadanos pierde la mitad de sus diputados autonómicos entre la sublevación contra Arrimadas y las elecciones andaluzas y en Castilla y León

El manifiesto crítico ‘SomosCs’ acumula unas 400 firmas para pedir el cese de la Ejecutiva y la convocatoria de una asamblea extraordinaria. Entre las nuevas rúbricas hay más parlamentarios regionales

El portavoz de Cs, Edmundo Bal, y la presidenta del partido, Inés Arrimadas, el jueves 25 en el Congreso.FERNANDO ALVARADO (EFE)

El manifiesto impulsado por cargos orgánicos de Ciudadanos, este lunes, contra la dirección del partido supone un golpe más en la pérdida del control territorial por parte de su presidenta, Inés Arrimadas. A los pésimos resultados de Castilla y León y Andalucía y a la salida de integrantes de la formación, se suman ahora los ocho diputados autonómicos que han suscrito la plataforma rebelde SomoscS, q...

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El manifiesto impulsado por cargos orgánicos de Ciudadanos, este lunes, contra la dirección del partido supone un golpe más en la pérdida del control territorial por parte de su presidenta, Inés Arrimadas. A los pésimos resultados de Castilla y León y Andalucía y a la salida de integrantes de la formación, se suman ahora los ocho diputados autonómicos que han suscrito la plataforma rebelde SomoscS, que pide la dimisión de la Ejecutiva y recaba firmas para forzar la convocatoria de una asamblea extraordinaria. Desde octubre de 2021, Cs ha perdido el control sobre 42 diputados autonómicos, casi la mitad de los que tenía entonces.

En cuanto a los críticos, cuatro diputados autonómicos aparecían en la primera lista del manifiesto publicado el lunes: la portavoz del grupo parlamentario de Asturias, Susana Fernández; el portavoz adjunto asturiano; Sergio García, y los diputados de las Cortes de Aragón Susana Gaspar y Carlos Ortas. Un día después, otros cuatro cargos regionales se sumaron a la petición de SomosCs: la diputada de la Asamblea de Extremadura Marta Pérez, las diputadas aragonesas Elisa Sacacia y Jara Bernués, y el asturiano Manuel Cifuentes. Carlos Ortas era hasta este martes también secretario de Acción institucional de Aragón. Ha sido destituido por sumarse al movimiento rebelde, aunque continuará como diputado.

Ninguno de estos cargos abandona ni tiene intención de abandonar el partido, según sus declaraciones, pero su acción pública contra la dirección del partido implica que el poder de Arrimadas se ve debilitado territorialmente. Especialmente significativo es el caso de Asturias, donde más de la mitad del grupo parlamentario se ha sumado al motín. “Seguimos con máxima lealtad al partido y nos quedaremos”, afirman desde SomosCs.

Además de la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández, y la de Alicante, Mari Carmen Sánchez, varios ediles se han adherido después a la corriente crítica. Entre ellos, la portavoz de Güímar (Santa Cruz de Tenerife), Raquel Díaz; el portavoz de Dos Hermanas (Sevilla), Javier Cabezas, y el concejal de Herrera de los Navarros (Zaragoza) y fundador de Cs en Aragón, Jesús Félix Guillén. Unos 400 miembros de Ciudadanos, entre cargos y afiliados, firmaron el manifiesto en menos de dos días. En un inicio, el movimiento fue impulsado por una treintena. La dirección asegura que el partido tiene 12.000 afiliados en total, pero el número real rondaría los 10.000, según sus cuentas anuales. SomosCs apunta a 6.000.

Por otra parte, la avalancha de cargos públicos que dejaban el partido pero que se aferraban al acta se ha frenado en estos últimos meses. Se ha producido un abandono: el de la diputada del Parlamento de Cantabria Marta García, que en mayo dejó Ciudadanos tras la decisión de la dirección nacional de no apoyar una propuesta de ley del PP para la “conservación” del lobo en el Congreso. El propósito fundamental de la norma, en la práctica, era derogar la prohibición de cazar al animal. García, ganadera de profesión, manifestó su desacuerdo con la Ejecutiva y dejó de militar en la formación. Su salida provocó, además de la pérdida del escaño, que Cs se quedase sin grupo parlamentario propio en Cantabria al no alcanzar el número mínimo de diputados —3—. Los otros dos parlamentarios, Félix Álvarez y Diego Marañón, pasaron al mixto con Vox. En julio, otro diputado asturiano fue expulsado del grupo —pasando de 5 a 4 escaños—, pero por desavenencias con sus compañeros de Cs en la Cámara regional. Antes del pasado octubre, Ciudadanos ya había sufrido una sangría de diputados autonómicos que dejaron el partido pero conservaron el acta.

Para más INRI, los dos procesos electorales autonómicos celebrados este 2022 han sido especialmente gravosos: Ciudadanos pasó de 13 a 1 escaños en Castilla y León y de 21 a 0 en Andalucía. No fue hasta el desastre de los comicios andaluces cuando la dirección decidió mover ficha para atajar la crisis. La solución propuesta por la Ejecutiva llegó en forma de proceso de refundación a principios de julio. Y se prevé que dure hasta enero. Será a principios del año que viene cuando los militantes refrenden las propuestas que surjan del proceso de escucha activa, en el que se han inscrito 2.000 simpatizantes.

La plataforma crítica se opone precisamente a este calendario. SomosCs entiende que la asamblea extraordinaria tiene que celebrarse ya porque las elecciones locales y autonómicas están previstas para la primavera de 2023, “por lo que los tiempos son demasiado ajustados”. Desde la publicación del manifiesto, algunos miembros de la directiva, como Daniel Pérez, se han enzarzado en redes sociales con los amotinados a cuenta de los plazos. Con los estatutos en la mano, es cierto que en enero hay posibilidad de celebrar una asamblea. El problema es que la configuración de otros órganos ejecutivos tendría que hacerse a posteriori, en vísperas de la campaña electoral.

Varios miembros de la cúpula de Ciudadanos coinciden con SomosCs respecto a la premura de los plazos, el rechazo al proceso de la refundación y piden el cese de la presidenta, aunque en privado. Otros se mantienen fieles a Arrimadas. En paralelo, Ciudadanos ha nombrado este miércoles al eurodiputado Adrián Vázquez como portavoz del grupo de Cs en Bruselas en sustitución de Luis Garicano, que también dejó el partido en julio. Vázquez es además uno de los ocho miembros que integran el G-8, el equipo que lidera la refundación. Arrimadas no se ha pronunciado aún sobre la plataforma crítica. El portavoz, Edmundo Bal, acusó a los impulsores del manifiesto de buscar un hueco en el PP de cara a las elecciones del año que viene. Algunos de los cargos que han suscrito el manifiesto son próximos al exsecretario de Organización de Cs Fran Hervías, principal artífice de la opa hostil del PP a Ciudadanos.

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